Marruecos y el “Hach” de los musulmanes de S.M. (y II)

Sigamos por donde íbamos el pasado viernes 19 de agosto. Y disculpe el amable lector, pero ocho días en Estocolmo defendiendo los colores rojo y gualda de Ceuta y Melilla fueron responsables del retraso de esta columna. Retomamos hoy y seguiremos los viernes, como ya es habitual, digo.
Están en juego varias cosas, entre ellas la legítima representatividad religiosa de la comunidad musulmana de Ceuta, tradicionalmente manipulada y huérfana. Porque en cuanto a la política, a ver: como ciudadanos y ante Marruecos, su único y legal representante, queridos jais, es el Estado español y no cualquier pichichanga que aspire al lucrativo puesto del fallecido Mohamed Ahmed Alí. Atención, tomen nota.
Ya les comentaré otro día nombres y virtudes de los interesados aspirantes al puesto (hay varios postulantes), que pretenden hablar en el vecino Marruecos en nombre de los musulmanes ceutíes.. ¡sin que ustedes, jais, les hayan votado y elegido!
O del veraniego homenaje, coros y danzas, olé, té con pastas y placa conmemorativa, al putativo wali marroquí de “Melilia” (Melilla), con un coste superior a seis mil euros en gran parte sufragado por la encubierta asociación marroquí Luna Blanca (nominalmente española y generosamente financiada desde Ceuta, ¡Vivas ponte las pilas!), en el fondo un lucrativo entramado familiar ¡y con tantos hogares con necesidades!. Ignoro si Lamrani, tradicionalmente ocupado desde el luminoso Recinto Sur de la seguridad del territorio y su dirección, puso algunos euros, pero los que según parece cayeron ingenuamente en el homenaje (se marcharon pronto y sin intervenir, aunque en la placa está su nombre) fueron los amigos de la Fundación El Idrissi, que in situ olfatearon el asuntillo del peculiar “takrim” (homenaje) y pusieron en cuanto pudieron pies en polvorosa. Pero la huella, ¡ah jais!, ahí quedó o sea que si no lo desmentís oficialmente pringados quedáis. Yo lo siento. Igual que el gran Subaire, quien acudió presto y voluntario al toque de rebato del “wali” Omar Duddú siempre que se le dejara hablar, como así fue.
¡Hay que ver!: ¡musulmanes ceutíes presuntamente españoles homenajeando a un wali (nombrado a dedo) de una presunta Melilla marroquí!
Bajando a escala humana, para mí lo más grave son los viajes pagados para los peregrinos a La Meca otorgados por el ministerio del Interior marroquí. Primero, por la discriminación que se hace entre musulmanes melillenses y ceutíes, claro que tiene sentido porque Rabat no da puntada sin hilo y, según los planes marroquíes, la primera en arriar la bandera española debería ser Melilla...
Veamos, pues este año Marruecos “becará” solo en Ceuta a 10 peregrinos (en Melilla la cantidad es notablemente superior) “de entre los más desfavorecidos de los musulmanes ceutíes”, como me explican oficiosamente autoridades del vecino país. Esto sobre el papel. Porque a la hora de la verdad (¡ay cuando se enteren los ministros Haddad, Interior, y Toufiq, Habús y Asuntos Islámicos!) irán al día de hoy los de siempre, la casta filomarroquí de la comunidad musulmana, entre ellos algún que otro conocido matrimonio no precisamente en condiciones sociales vulnerables. ¡Pregúnteles jais al entramado de Luna Blanca! ¡A ver esa lista, luz y papeles! Y el viernes, jais, ya saben, ¡comenten el asunto con sus imames en las mezquitas!
Mientras en Ceuta, bien haría la (presunta) Ciudad Autónoma en “becar” el Hach a algunas familias musulmanas ayunas de medios... ¡quitando subvenciones a ciertas desleales asociaciones encubiertamente marroquíes!
El viernes que viene hablamos del “jauli”, saja jais. ¡Rico, rico, rico!
Haya salud.
Visto.