Actos de honras fúnebres por el fallecimiento ayer del capitán Sergio Barreda
El militar recibe, a título póstumo, la Cruz del Mérito Militar que impuso en su féretro el teniente general del Ejército de Tierra.

La emoción, apenas contenida en algunas ocasiones y desbordada entre las personas más allegadas a Sergio Barreda, marcó los actos fúnebres que ayer se celebraron para despedir a este capitán que, precipitadamente, perdió este viernes la vida mientras realizaba una marcha de endurecimiento con sus compañeros en El Jaral.
A sus 39 años, este capitán del Regimiento de Caballería Acorazado Montesa nº3 sufría un infarto fulminante ante el que nada se pudo hacer por salvar su vida dejando a sus familia y amigos sin consuelo posible. No obstante, ayer sacaron fuerzas para acudir a despedirlo y comprobar el cariño que entre las filas del Ejército se sentía hacía Sergio Barreda.
El capitán recibió a título póstumo la Cruz del Mérito Militar que impuso sobre su féretro el teniente general del Ejército de Tierra, Juan Gómez de Salazar. Este alto mando se desplazó a la ciudad desde Sevilla para acudir a unos actos, que se celebraron en el acuartelamiento Coronel Galindo, y en los que también estuvieron presentes autoridades civiles como el presidente del Ejecutivo, Juan Vivas, el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, o miembros de la Asamblea.
Bandera nacional
En el patio de armas formaron la escuadra de gastadores, la banda de guerra del Montesa, la banda de música del Batallón de Cuartel General, Plana Mayor y Servicios, del que era jefe el capitán Barreda, y el Escuadrón de Carros Ligeros. Después, se hizo entrega a la viuda del capitán de la boina de oficial, la condecoración a título póstumo y la bandera nacional que cubría el féretro. Barreda hacía poco más de un año que había conseguido que lo destinaran a Ceuta, su ciudad natal.