Si tú crees, lector…

Si tú crees, lector, que esta inmigración masiva y que las fronteras abiertas para que entre quien lo desee es algo inocuo, es algo que no tiene ni tendrá consecuencias para el futuro de los países europeos, entonces, lector, eres un ingenuo de tomo y lomo sin redención posible, o quizá seas ya una víctima de las patrañas que los incansables iluminados de las sociedades multiculturales han difundido a los cuatro puntos cardinales de Europa. Esos iluminados proinmigracionistas son los tontos útiles de los cuales se vale el SISTEMA para reemplazar la población autóctona, sus valores y su estilo de vida. Si callas, lector, si no hablas, si no denuncias la perversidad de esta inmigración masiva y de la entrada indiscriminada de refugiados, otros hablarán, y propagarán la supuesta bondad, la supuesta necesidad, la supuesta benignidad de esta inmigración masiva y de la entrada en masa de refugiados. Y haz de saber que la mayor parte de su relato está construido sobre mentiras y un escandaloso artificio dialéctico aún por demostrar. Ese relato proinmigracionista ha instalado falsos paradigmas en los cerebros de los ingenuos y de los proclives a creer sus patrañas. ¿Acaso has leído u oído en los medios a alguien argumentar sobre la perversidad de esta inmigración masiva y de la entrada indiscriminada de refugiados por las fronteras abiertas de par en par en su momento? No te molestes en buscarlo en la prensa escrita (salvo honrosas excepciones ‘on line’), ni en cambiar el dial de la radio buscando una emisora en donde se trate esta invasión masiva de manera distinta a como se suele tratar en todas. No hallarás nada a este respecto. Silencio absoluto.

La Unión Europea (UE) colabora y está entregada a esta inmigración masiva y a la entrada de refugiados: la Comisión, el Parlamento, el Consejo Europeo, el Defensor del Pueblo Europeo, todos ellos están entusiasmados con la inmigración masiva y la entrada de refugiados. ¿Y qué decir de la clase política tradicional y de nueva emergencia en los países europeos, ONG, sindicatos, ciertos obispos y sus alrededores, medios de comunicación, élites universitarias, Defensores del Pueblo, etcétera? Pues que todos ellos están, asimismo, entusiasmados con la globalización y alientan sobremanera esta inmigración masiva y la entrada de refugiados, bien activa o pasivamente. Así, si algún temerario alzare su voz para defender y conservar la identidad nacional, sus valores y su estilo de vida, entonces, pobre de él. Insultos, descalificaciones, amenazas, injurias caerían sobre ese pobre desdichado para que, así, desistiera de tamaña empresa de desenmascarar la inmigración masiva, la entrada indiscriminada de refugiados y a sus valedores. ¡Ah!, y, eso sí, el código Penal planeará sobre su desafortunada cabeza. Y que cuente con que ya rebuscarían en su vida para airearla en caso de que no cesare en sus diatribas contra la inmigración masiva y los refugiados y sus valedores. Esa es la manera de actuar de los carroñeros proinmigracionistas.

¿Acaso somos prescindibles los europeos y la civilización que hemos creado y nos hemos dado? ¿Por qué estamos sometidos incesantemente al chantaje ideológico cuyo objetivo es conseguir que nos sintamos irremediablemente culpables si no aceptamos esta inmigración masiva y la entrada en masa de refugiados? ¿Por qué se refieren a los inmigrantes ilegales como “refugiados” en los medios, supuestamente para tratar de legalizarlos artificialmente en la conciencia moral de los ciudadanos? ¿Por qué hemos elevado a categoría la tiranía relativista que conocemos como lo políticamente correcto? ¿Por qué insisten una y otra vez en apelar a nuestra empatía hacia los refugiados? ¿Por qué la ONU –a través de ACNUR– siembra el sentido de culpabilidad en los europeos con el fin de que nos entreguemos sin reacción alguna a la invasión africana y asiática en aras de la tolerancia? ¿Por qué se apela a nuestra rendición intelectual? ¿Por qué una élite depravada y hostil a los valores de Occidente? Quizá porque los muñidores del Nuevo Orden Mundial, a base de fomentar la ignorancia y de su inquebrantable compromiso con la mentira, tratan de laminar los estados nación europeos, su identidad, su estilo de vida, en suma, la civilización occidental que alumbraron.