Falta concienciación para un buen uso del agua

El agua no es un bien ilimitado. Es escaso y a pesar de que en Ceuta hace veinte años el suministro ni siquiera estaba garantizado las 24 horas, en la conciencia colectiva de la ciudad no se han fijado los hábitos de uso responsable del agua. Gestos tan asumidos en otros lugares como el de cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes o evitar que el agua corra en exceso cuando se espera a que se caliente en el baño, en Ceuta son poco habituales. Falta concienciación sobre la importancia que tiene evitar que se malgaste cada gota de agua y eso es un problema de base que no se soluciona de un día para otro, pero cuya solución tampoco debe hacerse esperar. En las nuevas generaciones hay que sembrar el germen del uso responsable del agua y regarlo día a día hasta que se logre una sociedad responsable con el uso del agua. Para lograrlo, la educación es la clave y la vía. En los centros escolares hay que llevar a cabo campañas de información y concienciación para que sean los más pequeños los que vayan asumiendo como normal que el agua es un bien limitado y escaso, y que por eso es una obligación aprovechar cada gota. Ellos deben tomar la batuta del uso responsable del agua. Mientras, con los adultos, la batalla es más complicada, pero no se debe dar por perdida, ya que ahora está en sus manos que el aprovechamiento de agua sea cada vez más óptimo. Es importante realizar campañas de concienciación porque gestos simples como cargar al completo una lavadora, esperar a que el lavavajillas esté lleno, o no tirar de la cadena por un papel, conllevan un ahorro importante de agua que, aunque no se traduzca en un ahorro importante para el bolsillo, sí contribuye a la sostenibilidad del planeta. El agua que discurre por nuestras manos como si nada, es un bien escaso e inalcanzable para muchas personas en el planeta y, nada más que por ese motivo, debemos empezar a saber apreciarla más de lo que lo hacemos.