“No sabía que iba a tener tanta felicidad ejerciendo el Magisterio”

Emotivo acto en el Hotel La Muralla a un referente de la educación, Julián Ruiz Carmona, de ochenta y cuatro años

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El profesor Julián Ruiz Carmona recibía ayer un calurosísimo, emotivo y merecido homenaje por parte de familiares, alumnos y compañeros en el noble ejercicio del Magisterio.

Nacido en Ceuta hace ochenta y cuatro años, expresaba conmovido que se encontraba con un día de “tal emotividad, de tanta fuerza. Cuando llegué ayer en el barco me recibieron cantando y hoy lo han vuelto a repetir”.

Con la humildad propia de las personas grandes señalaba que no ha dado “ni la centésima parte de los que me habéis dado a mí. Aunque he tenido que repartir algún coscorrón, todo hay que decirlo, que alguno se merecía”, declaró provocando una carcajada general.

El acto se celebraba a la hora del almuerzo en el Parador Nacional La Muralla. Junto a él se encontraba su esposa Pepita Benítez y también sus hijos Antonio Ruiz Benítez, que precisamente el pasado viernes era nombrado general, asumiendo la función de director de Investigación, Doctrina y Materiales del Ministerio de Defensa. También se encontraba su hijo Julián, farmacéutico y propietario de una prestigiosa farmacia en Jerez. Entre los familiares, también se encontraba su yerno Francisco Linares.

“Ésto -decía el profesor, el maestro-, lo de hoy, ha sido el cúlmen. En realidad, siempre quise ser marino. En mi casa no teníamos ni para comer. Así que finalmente entré en la carrera del Magisterio. No sabía que iba a tener tanta felicidad en el Magisterio. Y también ser víctima del pitorreo”, sermoneó paternalmente a sus alumnos, que le brindaron ovaciones y todo el afecto.

En definitiva, un fantástico acto informal pero lleno de emotividad, de una relación entre las personas basadas en la docencia.

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