¿Desidia o intencionalidad?

Corrían las hojas del calendario por el mes de mayo del año 2009 cuando ante la demanda de ayuda para atender a los ancianos hospedados en la desaparecida residencia Nazareth, la Mesa Permanente del Consejo de Hermandades y Cofradías exponía ante el pleno del mismo el proyecto de la compra de una furgoneta adaptada con rampa de acceso a sillas de ruedas para las necesidades del Centro.

Aquel proyecto nacido de la ilusión y el trabajo de los que entonces formaban el citado órgano fue alcanzado gracias al esfuerzo de todos, incluida la Gerencia de la firma Peugeot en Ceuta, quién colaboro con unas condiciones magnificas, y en un tiempo record de poco más de un mes la entrega se hizo realidad posible para las necesidades, uso y disfrute de los ancianos de nuestra querida y desaparecida Residencia Nazareth.

A finales de mes de mayo del año 2014 a la vista de lo avanzado de la construcción del Centro Santo Ángel, y todavía estando en la Mesa Permanente el que les habla, se curso una carta al máximo responsable de la residencia en nuestra ciudad D. Juan José Mateos, para que al desaparecer la Residencia la furgoneta fuese devuelta al Consejo y este vería la necesidad de ser donada a otra Organización social de nuestra Ciudad, barajándose la posibilidad de la Fundación Eduardo Gallardo o los Hermanos de la Cruz Blanca.

Nunca hubo respuesta

Transcurrido más de un año y a la vista que la Residencia Santo Ángel se encuentra funcionando desde el pasado mes de Junio y por tanto ya la furgoneta no puede cumplir su fin primero y tampoco va a ser entregada a una entidad privada; y teniendo conocimiento de que ha sido reiterada la petición de la devolución por parte de la Gestora que dirigía el Consejo de Hermandades hasta hace poco y en esta ocasión al administrador venido ex profeso desde el Obispado de Cádiz para liquidar las pertenencias de la Residencia, obteniendo, según tengo entendido, igualmente la callada por respuesta. Sin tener conocimiento de que la nueva Mesa Permanente haya realizado acción alguna sobre este tema.

En definitiva, como mínimo la furgoneta adquirida para el bien de personas que lo necesitaban y dentro del marco de la Acción Social de las Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Ceuta, se encuentran en algún solar sin determinar, aparcada y no dándosele el uso debido provocando su deterioro, dado que de todo es sabido que lo que no se utiliza acaba por estropearse.

No dejaría de ser un despropósito lo que pudiese pasar con la furgoneta a saber: Que se pudriera en las instalaciones de la antigua Residencia, siendo usada únicamente para paseos esporádicos del mencionado Administrador.

O por otro lado que quisieran considerarla un bien de la Residencia y se les pudiera pasar por la cabeza enajenarla o llevársela a otro lugar de la Diócesis.

Ya me gustaría que esto no ocurriese, sobre todo después de la noticia de “la quema” de una furgoneta social, pero en esta Ciudad ocurren cosas de lo más curiosas; que al menos no sea por desinformación