Deshacerse de escombros al margen de la legalidad

Las empresas de construcción están obligadas a desechar los escombros que se generen en las obras que tengan en marcha en un vertedero de inertes. La normativa vigente así se lo exige, sin embargo, hay quienes eluden esta obligación para evitar los costes derivados de ella, ya que por cada tonelada de escombros que se deseche se debe pagar una cantidad estipulada que varía en cada vertedero. En la ciudad, Makerel se hace cargo de la gestión del único vertedero de inertes autorizado, situado en Piniers, desde el año 2008. Sin embargo, desde entonces, no han dejado de surgir escombreras ilegales donde se dejan todo tipo de materiales para eludir el pago a Makerel. Una práctica que han denunciado varias empresas, entre ellas la gestora del vertedero, dado la impunidad con la que se está llevando a cabo incluso a plena luz del día.

En las imágenes que se adjuntan a esta información se aprecia como un camión, de considerables dimensiones, descarga escombros cerca del entorno fronterizo, en Fuerte Mendizábal. Algunos empresarios, que sí cumplen con la normativa, se quejan de la laxitud con la que la administración, apuntan, aborda estas infracciones. Y la falta de sanción a las empresas que actúan contrarias a la ley, ya que estas infracciones también suponen un problema medioambiental.

Con la apertura del vertedero de inertes surgió la polémica. Los empresarios del sector, que hasta el momento no habían tenido que pagar por deshacerse de sus escombros, incluso amenazaron con incrementar el coste de las obras y adelantaron que surgirían escombreras ilegales, sobre todo, para los materiales de pequeñas obras. Un vaticinio que se ha cumplido, ya que, en el entorno fronterizo, aparecen continuamente escombros en cualquier ladera.