La solución del comercio pasa por más agentes en la frontera del Tarajal

José Bentolila, uno de los asistentes a la concentración de este lunes, cree que el fin del ‘porteo’ supondría acabar con gran parte de los problemas del comercio ceutí

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El comercio ceutí, y toda su fuerza humana incluyendo a empleados y empresarios de todos los sectores, está en pie de guerra y no dejará la trinchera hasta que no se adopten medidas que den más fluidez a una frontera del Tarajal colapsada desde hace años pero que, en los últimos cuatro meses, se ha convertido casi en infranqueable. La solución prioritaria que plantean los empresarios afectados por este colapso es abrir el paso de Benzú y dotar del personal suficiente a los puestos fronterizos para permitir la apertura de todos los carriles. Una medida que, entienden, se puede adoptar de manera inmediata y así lo señala José Bentolila.

Este empresario es uno de los promotores de la concentración que este lunes reunió a alrededor de 600 personas frente al Palacio Autonómico para reclamar soluciones urgentes ante el caos fronterizo. Él entiende que la falta de personal de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, reconocida incluso por el delegado del Gobierno y el presidente del Ejecutivo local, es un impedimento para que la frontera, con la actual infraestructura, funcione con fluidez. Dotarla de más personal, señala, es algo que se puede hacer “de forma inmediata” y que no debe esperar a la convocatoria de más plazas de Policía Nacional o Guardia Civil. “Es cuestión de ver cuántos guardias civiles y policías hacen falta y dotar esta necesidad de presupuesto”, señala para apuntar que esto si cuesta “un millón o millón y medio” es una inversión que la frontera necesita”. Y es que, advierte, “están en juego muchas cosas: la seguridad, el comercio, y el empleo de miles de familias”. Por eso, insiste, el gasto que supone enviar más efectivos a la ciudad “es una cantidad de dinero que el Estado, en su presupuesto, puede asimilar”.

Bentolila, escéptico después de muchos meses reclamando a las administraciones medidas que favorecieran la entrada en la ciudad por la frontera, reconoce que a los empresarios ya no les valen compromisos a corto o medio plazo. ·”Es urgente que se abran los seis carriles y que sean reversibles, y que se abra Benzú mientras se hace la obra del Tarajal”, insiste para afirmar que, a pesar de las limitaciones de la actual infraestructura fronteriza, es posible lograr más fluidez con más medios humanos hasta que se amplie la frontera, cómo así se ha comprometido a hacer el Gobierno.

El propio presidente Rajoy, recuerda Bentolila, se comprometió en su visita a Ceuta a realizar cambios importantes en la frontera. “Hay cambios que se pueden hacer ya como abrir Benzú y los seis carriles de la frontera, y los empresarios estamos dispuestos a ir a ver a Rajoy para que tome cartas en el asunto ya”, avisa este empresario.

Hay que pelear en Madrid

“El razonamiento de que no se abren todos los carriles de la frontera por falta de personal, me parece bien, y muestra que se sabe qué es lo que hace falta, pero eso hay que pelearlo y esa es una de las reivindicaciones que le hicimos al ministro de Justicia para que llevara a los ministerios correspondientes la voz de alarma de los empresarios ceutíes”, señala Bentolila para añadir: “Necesitamos un revulsivo para la frontera del Tarajal”.

La pelea para hacer llegar a más agentes a Ceuta, reconoce este empresario, se debe librar en Madrid. De ahí que se quisieran reunir con el ministro de Justicia y que quedaran satisfechos de que este se haya comprometido a trasladar sus reivindicaciones a los ministerios competentes.

“Sabemos que las dos administraciones -Ejecutivo local y Delegación del Gobierno- están trabajando y que marcan como prioridad la seguridad, pero se puede compatibilizar esta con el comercio”, asegura Bentolila. Para él, como para el resto de los empresarios, Ceuta “no tiene por qué ser una ciudad insegura porque sea una ciudad comercialmente activa”. Estos dos aspectos, afirma Bentolila, “se pueden compatabilizar” con “medios y recursos”.

“Si hay movimiento comercial, habrá que poner una seguridad acorde a ese movimiento comercial, no se puede pretender que la actividad comercial se adapte a la seguridad que hay”, entiende este empresario para lamentar que, hacer eso, es “llevar para atrás a la ciudad”.

Grave crisis

El comercio, subraya Bentolila, ya atraviesa una grave crisis que no permite dar mucho margen de maniobra al Gobierno para lograr que el paso por la frontera sea más fluido. “Los que no puedan resistir más, deberán cerrar y comenzaremos a ver cosas muy desagradables, como cierres de comercios y fuga de los grandes operadores, que están aquí en parte por el mercado del cliente marroquí”, advierte este empresarios. Por último, hace un llamamiento a las administraciones para “remar todos en la misma dirección” y ayudar a sobrevivir al comercio local como único sector que genera empleo en la ciudad.

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