Burkinizando el Paraíso
Nuestros eficientes y eruditos políticos no han tenido suficiente con haber troceado la ciudad, repartiéndola a su antojo según les ha convenido para mantenerse en el sillón blandito del poder. No han tenido suficiente con regalar algo que es de todos a quienes han querido, a cambio de pactos, votos y silencios pagados.
Oye tú, sí tú… no me la líes, no me des problemas. Toma, subvención gorda y concesiones. Así me gusta, que calladito estás más guapo. Ya, si eso, mañana me montas otro pollo y te doy un par de locales públicos, para que estés multiculturalmente contento. Porque Ceuta es de mi propiedad y haré con ella lo que quiera, no olvides que es chiquitita, marinera y mía entera.
No han tenido suficiente, no, aún siguen haciendo daño. La última víctima, el Parque Marítimo del Mediterráneo, un Paraíso sin competencia en nuestro país, en el que podemos refrescarnos ahora entre “burkinis”, esquivando un montón de gente vestida de pies a cabeza para poder darnos un baño. Gente vestida, metida en el agua en la que todos cumplimos unas normas básicas de higiene y civismo. Todos, menos quienes no las cumplen, porque son seres humanos superiores y no se les puede molestar ni llevar la contraria.
No les digas nada, que eres un racista. No les digas nada tampoco cuando se vayan del Parque con la misma ropa con la que se han bañado junto a ti y, sin cambiarse, regresen a no sabemos dónde, en no sabemos qué vehículo y con no sabemos qué condiciones higiénicas. Mañana, vuelven con lo mismo puesto.
Eso sí, tú no vayas a poner una piscinita hinchable a tus hijos, ni permitas que se bañen con una tablita de corcho, ni salpiques más de la cuenta. Ah y ni se te ocurra meterte en el agua con algo que no sea un bañador y un bikini. Tú no, que eres inferior, eres un simple ciudadano al que nadie obliga a ir vestido de Batman a un lugar al que se va a tomar el sol y a bañarse. Es absurdo venir a un lugar como este para no poder hacer las cosas que se vienen a hacer aquí, para las que está pensado el Parque: sol y agua. Es ir al cine con los ojos vendados y pretender además que parte de la venda, se meta en los ojos de los demás.
Y ellos, los más listos, los superhombres y supermujeres que nos gobiernan, deciden que se debe permitir a unos sí y a otros no, arbitrariamente y en contra del sentido común y del sentir de los ciudadanos libres de toda imposición religiosa.
Bienvenidos todos, seáis de donde seáis, vuestra religión no nos importa, el Parque es un lugar de ocio, de relax, de diversión, de disfrute, no es un templo. Bienvenidos, sí, pero cumpliendo las normas que cumplimos todos y no convirtiendo nuestro Paraíso en un paseo por Afganistán, porque esto es España, porque aquí no nos gusta ver mujeres tapadas hasta los ojos pasándolas canutas con el calor, mientras el marido va en calzones y fresquito.
Aquí en Ceuta, en España, en el siglo XXI, nos gusta ver mujeres que, además de ser libres, también lo parezcan.
