Mariano Rajoy, (“El Gran Encajador”)
En el argot boxístico se denomina como encajador al púgil que suele recibir gran cantidad de golpes sin que pueda decirse que su mandíbula es frágil como el cristal o sus piernas flojean hasta el punto de no poder sostenerse en pié. Pero todo lo contrario, se trata del boxeador que aguanta todo lo que le den por lo que a golpes se refiere.
En mis tiempos mozos se organizaban en Tetuán (Marruecos), mi lugar de residencia, veladas deboxeo casi todas las semanas en las que se enfrentaban púgiles aficionados y algunos profesionales de Casablanca o Tánger, por lo que el coste de la mismas era mínimo y el valor de las entradas a precio módico, lo que nos daba lugar a la grey juvenil a poder presenciarlas. Y entre estos púgiles aficionados se encontraba “El Yiyi”, peleón por antonomasia, el mas valiente y, por ende, encajador como el solo, al que nadie logró poner rodillas en la lona y que no permitió nunca que sus “segundos” (entrenadores o asistentes en el rincón) arrojaran la toalla al cuadrilátero (señal inequívoca de una inferioridad manifiesta o deseos de abandono).
Y se me viene a la memoria el caso de Mariano Rajoy, al que considero como al “Yiyi· un gran encajador (salvando las distancias y los motivos). Veamos si no los “golpes” que se ha llevado sin haber participado en velada alguna (así se denominan los acontecimientos boxísticos): casos Acuamed, Andratx, Bankia, Bárcenas, Fabra, Gurtëll, Palma Arena, Parques Eólicos, Operación Taula, etc., por citar los que nos parecen mas importantes. Golpes, tan solo uno, que a cualquiera hubiera dejado fuera de combate con un K. O. fulminante dada la inferioridad manifiesta que supone el tener que defenderse ante tal avalancha de uppercuts, ganchos, directos al mentón, jabs, contras, swing o crochets, todos lanzados por la izquierda por donde más surten sus efectos pero, para algunos, de indudable eficacia electoralista. Véase si acaso la reciente encuesta del Cis que da un incremento de votos al PSOE y mantiene en su posición a Podemos. Pero ni por eso pone pie en tierra o arrojan la toalla sus segundos y es que Mariano Rajoy, hombre rocoso, como un Yiyi cualquiera, asume perfectamente cuantos golpes le dan, demostrando que es un “gran encajador” y que pese a todos los contratiempos citados permanece impertérrito en su puesto, es mas, con expectativas de ganar, de nuevo, las próximas Elecciones Generales.