La fiesta del fin del Ramadán vuelve a quedar fuera del calendario laboral en 2019
Pleno de la Asamblea
Otro año más, el debate sobre la aprobación del Calendario Laboral del 2019 se ha centrado sobre la incorporación con la fiesta del Fin del Ramadán, que se estima para el 4 de junio, como día festivo. En este sentido, se han rechazado dos enmiendas de Caballas y de MDyC que iban en este sentido y se ha aprobado la actual propuesta mantenida por el gobierno del PP, que ha sido aprobada con los 13 votos de esta bancada, los votos en contra de MDyC y Caballas y las abstenciones de Ciudadanos y PSOE.
Así, en el calendario laboral del 2019 se incluyen como días festivos el día de San Antonio, la Virgen de África, el Día de Ceuta y la Fiesta del Sacrificio.
La primera enmienda ha estado defendida por Juan Luis Aróstegui, del Grupo Parlamentario Caballas cuestionando que fuera festivo el 7 de enero por traspasar la fiesta del día de Reyes, que cae en domingo en 2019 al lunes, que “no tiene ningún sentido”. Aróstegui achaca al gobierno de la Ciudad no fomentar la convivencia y estar de espaldas a la realidad social de Ceuta, en donde el día del final del Ramadán la mitad de la población “está en una celebración y la otra mitad como si no pasara nada”. Además, Aróstegui ve paradójico que el 73% de los escolares ceutíes que son de confesión musulmana tengan fiesta en el colegio y sus padres no. Es decir, que se haya aprobado en el calendario escolar y no en el laboral.
Manuel Hernández, por su parte, aboga por la generación de un consenso social y político en lo referente a este tema.
Emilio Carreira defendió la propuesta del calendario laboral explicando que “no es una propuesta contra nadie”. Además, añadió que “en Ceuta se vive esta situación con normalidad, ya que existe libertad ideológica y religiosa y apreciamos cualquier manifestación religiosa”. Así, reprochó a Aróstegui el querer “dar la vuelta a todo” y el querer azuzar a la sociedad unos contra otros.
Esta enmienda fue rechazada con tres votos a favor, 13 en contra y 7 abstenciones.
La segunda enmienda fue defendida por Fatima Hamed, del MDyC que también criticaba que este calendario no recogía la realidad laboral de la ciudad. Y también se preguntaba que qué había de malo en que se recogiera este día celebrado por tantos ciudadanos como festivo en el calendario laboral. Esta segunda enmienda fue rechazada por 13 votos en contra, cinco a favor y cuatro abstenciones.
Tras el rechazo de estas dos enmiendas, se debatió la propuesta del gobierno, defendida por Kissy Chandiramani que reconoció que es un “asunto que trae polémica y me gustaría que fuera consensuado”. Chandiramani se refirió a “cuestiones técnicas” para aprobar este calendario y negó que la Ciudad no se ocupase de la diversidad y puso como ejemplo el apoyo a la comunidad hindú, con la que la Ciudad ha colaborado en la construcción de su templo, en el apoyo a sus fiestas…
Fatima Hamed, del MDyC le respondió a la consejera de Economía que “es una pena que el calendario de Chandiramani no sea acorde a la realidad social de Ceuta y que no esté a la altura de su avance social”. Así, aludió a un interés partidista a sacar adelante este calendario.
Kissy Chandiramani zanjó el debate defendiendo que Ceuta es una ciudad multicultural, que “la sociedad va más deprisa que la asamblea”. Y que esta convivencia es un “factor determinante y una fuerza imparable demostrando que la cordialidad, el respeto funciona a pesar de lo que en esta asamblea se pueda decir”.
Finalmente, se aprobó la propuesta oficial del calendario con 13 votos a favor, 5 en contra y 4 abstenciones.