«Muchos se han quitado el sambenito y el sentimiento patriótico está resurgiendo en España»

Javier Ortega, secretario general de Vox, tiene claro que la frontera española no puede ser violada y para ello apuesta por reforzar los medios de los que se dispone para su defensa y por hacerlo con las Fuerzas Armadas. Así lo explicaba el líder de Vox en una entrevista con EL PUEBLO el pasado 20 de septiembre, cuando apadrinó la puesta de largo de Vox Ceuta. Ortega acompañó a los responsables de la formación en la ciudad que han iniciado su andadura política de cara a las próximas elecciones autonómicas. Mientras, los de Vox lanzan un mensaje patriótico para unir a quienes se sienten orgullosos de ser español y acabar con las etiquetas de “facha” o “ultraderecha” que les imponen, según Ortega, para intentar que no se escuche su mensaje.

• Pregunta.- Mucha gente cuestiona la españolidad de Ceuta, ¿qué tiene que decir sobre esta cuestión?

Respuesta.- La españolidad de Ceuta no es negociable. Quienes han querido negociar presionando a los ceutíes a través de su economía, como el Gobierno de Marruecos, mediante una presión en la frontera, intentando asfixiar a la ciudad desde el punto económico, o con la presión migratoria, van a encontrar a un partido valiente que les dice claramente que no lo vamos a aceptar. Ceuta es España desde hace más de cinco siglos y no podemos aceptar que quienes pretenden la anexión de Ceuta al Reino de Marruecos puedan conseguirlo. Para eso necesitamos algo muy importante y es que los propios españoles, en concreto los ceutíes, tengan claro su pertenencia a un proyecto nacional, y en segundo lugar, la solidaridad del resto de España. No podemos cargar sobre la espalda de los ceutíes la defensa de sus fronteras sin el apoyo. Por eso, nosotros tenemos una decidida voluntad de que las fronteras se tienen que respetar y de que en nuestra casa tiene que entrar quien cumpla la ley.

P.- ¿Qué proponen en este sentido para hacer cumplir la ley y que no haya asaltos a la frontera?

R.-Ceuta necesita que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tengan los medios suficientes y que las Fuerzas Armadas colaboren también en el control de la frontera, de acuerdo con el artículo 8 de la Constitución. Hablo de la Legión y de los Regulares, que tengan instrucción y material antidisturbios para el control de la frontera.

P.- Aunque en la calle se apoya esa postura, ¿cree que no es políticamente correcto defender ese discurso en el Congreso?

R.- Es cierto. No es políticamente correcto, pero nosotros somos el partido que no es políticamente correcto. Somos el partido que dice que hay que ilegalizar a los partidos separatista, que dice que hay que suprimir las subvenciones a partidos políticos, sindicatos y la patronal, que dice que hay que acabar con el impuesto de sucesiones... Nosotros decimos que las leyes de LGTBI, llamadas de no discriminación, son leyes discriminatorias porque tratan desigual al hombre y la mujer, lo que hacen es una vulneración de los derechos básicos como el de libertad de educación de los padres. Decirlo es que te tachen de homófobos, y nos da igual, porque no lo somos, igual que no somos racistas ni xenófobos por decir que queremos unas fronteras seguras. Por lo mismo no somos fachas ni ultras por decir que amamos a nuestra patria y defenderla.

No estamos al dictado de lo que pueda ser o no políticamente correcto, estamos al dictado de lo que es o no es necesario para España. No nos movemos por intereses de partido, no estamos defendiendo el interés de Vox, defendemos aquello en lo que creemos y eso es el interés general de España.

P.- ¿La españolidad está en crisis a nivel nacional?

R.- Está en crisis institucional, gravemente, pero no creemos que esté en crisis social. Estamos descubriendo por toda España un sentimiento patriótico allá donde vamos. Los españoles de buena fe, quienes creen en su patria y en que es mejor estar unidos que desunidos, somos la mayoría. Pero es verdad que hay una profunda crisis de sentimiento patriótico, de proyecto nacional dentro de los partidos políticos y las instituciones. Parece que lo que está de moda es fomentar todo lo que nos enfrenta y nos divide. Lo están haciendo los partidos políticos, desde las instituciones quienes dicen que representan el interés general pero representan el interés de sus partidos, y los medios de comunicación mayoritariamente. Pero el sentir de la calle, la España que madruga, el español que todos los días se levanta para sacar adelante a su familia y paga impuestos, ese es el que se sigue emocionando cuando suena el himno nacional. Por eso, el próximo 7 de octubre, a las doce de la mañana, en el Palacio de Vistalegre en Madrid, hemos convocado a diez mil españoles con diez mil banderas de España. Va a ser un acto monumental donde vamos a poder enseñar a otros muchos españoles que no están solos. De hecho lo podemos ver en las encuestas. En menos de un año hemos pasado del 1% al 3%, en ocho meses hemos pasado de 2.800 a 10.400 afiliados. Lo que queremos decir con esto y con el eslogan ‘España Viva’ es que España está viva y necesita que alguien la despierte.

P.- ¿Qué le parece que a alguien por defender la bandera o el himno nacional se le tache de ultraderechista y que a su partido también?

R.- Me parece una estrategia burda de quienes quieren romper la unidad de España y que no exista un proyecto nacional. Es una estrategia muy vieja, de manual, que viene de la época de Lenin, que decía que la mejor manera de combatir a tu enemigo es ponerle una etiqueta encima para que nadie escuche su mensaje. A todo el que se sienta patriota, que se sienta español, que no es un sentimiento ni de derechas ni izquierdas, sino normal, le decimos que no está solo. La de hablar de ultras, es una estrategia muy burda que no está teniendo efecto porque cada vez vemos que más españoles se quitan el sambenito de encima y han perdido el miedo. La prueba está en que cuando Vox inició la acusación inicial contra los golpistas, pedimos que se pusieran en todos los balcones de España la bandera, y ahora recorro España a diario viendo miles y miles de balcones con la bandera. Por tanto, el sentimiento patriótico, que nada tiene que ver con ser ultra o facha, está resurgiendo porque estaba adormecido.