DÍA DE CEUTA
Manifiesto del MDyC por el Día de Ceuta
E l domingo me llegaron los 55. Hoy cumplí 55 años y tres días ...
Yo no he escrito unas memorias... Muchas cosas que sé de mí, me las contaron mis padres, mis abuelos y miembros de mi familia;otras las escribí en un diario adolescente que duró muchas décadas y que dejé en el camino cuando una tempestad arrasó el barco ?? en el que viajaba. Ahora intento recomponer los restos del naufragio.
Parte de este medio siglo largo inventé una realidad para defenderme de la otra e hice que la vida fuera bella en el castillo de los cuentos que me fui contando a mí mismo.
Tengo buena memoria pero intento ir dejando para no perderme, migas de pan, aunque los pájaros terminan comiéndoselas y nunca puedo saber exactamente donde me encuentro.
Ahora, a mis cincuenta y cinco ??????????? no he llegado a ninguna parte. Descubro que no hay metas, ni finales, ni objetivos.. No me espera nadie en ningún lugar.
Oigo la voz de mi madre que, a sus 82 años se empeña en tenerme en sus brazos.. Lo que no sabe es que sus brazos son los míos.
Llevo en la mochila ?? existencial muy pocas pertenencias, cada vez menos. Como decía Diógenes de Sínope: “ El equipaje debe ser tal, que en caso de naufragio puedas nadar con él.
Sigo pensando que todas las personas que he conocido me han aportado sabiduría y conciencia, aunque soy sabedor de que el diablo ande suelto: es el mejor maestro si no le vendes tu alma.
Viví los últimos coletazos de una dictadura. La muerte de Franco fueron 5 días de vacaciones y las lágrimas de un señor muy serio que anunciaba su fallecimiento entre sollozos.
He tenido veranos azules en la Santa Pola de mi niñez: la pandilla callejera, un perro abandonado que fue el de todos...se llamaba mikylos, Juegos interminables e historias de seres monstruosos y el famoso Lute... Con el tiempo comprendí quien era.
Del Colegio ?? aprendí el respeto y la complicidad de mis compañeros... El lema de aquella época era “ La letra con sangre entra”. Es curioso que nadie de nosotros guardemos rencor de nuestros profesores; más bien la admiración de los maestros que marcaron los primeros pasos.
En el Instituto mis ojos se abrieron a la adolescencia: conocí a los que serían mis amigos ?? para toda la vida, me enamoré, me hice escritor, flautista, contador de chistes y corrí por primera vez ante la policía en una manifestación contra la selectividad.
Sentí terror por mis emociones y me dediqué a esconderlas en los sitios más insospechados. Así, me convertí en actor de segunda clase interpretando papeles alejados de lo que realmente sentía. Descubrí la literatura, la Filosofía y la política el 23 de Febrero de 1981 cuando Tejero nos mandó al suelo.
La Facultad de Filosofía era un sueño, Margarita Fuster, mi profe de CiU me llenó el alma de preguntas y la cabeza dudas. Supo trazar mi mapa del mundo, el globo ?? aerostático en el que observaría a los pensadores que me darían la clave para hallar la llave de mi caja negra. Todos deberíamos tener profesoras como Margarita Fuster, un grito a la libertad, a los Derechos de la mujeres y al compromiso militante.
Fueron cinco años estudiando más lo divino que lo humano, la religión es siempre la ocupa de las ideas humanistas, no logramos romper las cadenas, gobierne quien gobierne.
Terminé la carrera y preparé el petate para el mundo laboral pasando antes por todo tipo de trabajos: bares, bingos, campo....tal vez Platón debería haber escrito el mito de la taberna.
Con 26 años Andalucía me dio el pistoletazo de salida.. , Cártama, Málaga, Marbella, Archidona, San Fernando, Alhaurin, Cádiz, Chiclana... Nadie es profeta en su tierra. La cuestión lingüista me dio con la puerta en las narices por no escribir Valenciano.
Llegué a Ceuta en el 2004, vine para un día y llevo para 15 años en esta ciudad en la que he plantado un árbol para echar raíces.
He sido feliz aunque haya tenido que bajar al infierno por la muerte de mi compañera Paloma y otros asuntos que ahora no vienen al caso.
Dejé mi destino definitivo por otro, la eternidad dura un instante.. el vientos de poniente y de levante me hicieron arribar al Camoens. Allí me rescataron de nuevo los alumnos, mi tabla de salvación, mi razón de ser. De ellos he aprendido las lecciones más interesantes, son los los que llevan la antorcha ?? de la humanidad.
Me quedo, hoy, a mis 55 años y un día con la voz de mi madre, el idealismo altruista de mi hermana, mis amigotes del Carrús, las manos llenas de tiza de Don Agustín, mi maestro de la EGB, la flauta, que de tantos apuros me ha sacado, los buenos colegas y excelentes profesionales de la docencia que el destino me ha regalado.
Le debo todo a muchas personas, me han ayudado en curcunstancias muy duras y me siento con la obligación de devolverlo hasta la extenuación; es un imperativo ético irrenunciable.
Soy yo, aquí, ahora, en este momento. 55 años he tardado en llegar... No sé qué es lo que quiero pero estoy seguro de lo que no deseo: la explotación, la cosificación del hombre, la intolerancia, la violencia gratuita venga de donde venga.
No soy creyente pero sueño con una humanidad que posea los cimientos necesarios para amar la vida con toda la pasión que a cada uno le sea posible.
He perdido el miedo, no temo a la muerte y asumo que las despedidas de los que nos enseñaron el arte de amar.
Nada es para siempre...
Pronuncio la fórmula de la pócima mágica : ser para los demás sin olvidarte de ti, aceptar las cartas de esta partida y jugar... Apostarlo todo, arriesgarte, andar en la cuerda floja observando la nada ante nuestros ?? pies.
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