DÍA DE CEUTA
Manifiesto del MDyC por el Día de Ceuta
El día 3 de junio, falleció en Granada Diego Enrique López Albarracín a los 58 años de edad. Un auténtico caballa con el nº 45 en el DNI y en el corazón. Embajador de su ciudad, por donde quiera que iba y enamorado de su multiculturalidad, de su encanto al despuntar y terminar el día, de los “volaores”, de sus milhojas de chocolate, de los pescados de roca de su mercado central, de su evolución como ciudad hasta el engalanamiento actual, de la transparencia de sus aguas, del poniente y hasta del famoso levante y que paseaba con orgullo por donde quiera que iba.
Cuando alguien fallece se convierte por lo general en una buena persona, pero Diego lo fue de manera innata una buena persona, no solo de carácter sino también de actitud. Desarrolló su actividad en la banca, siempre alejado de la frialdad de los cajeros automáticos, sentado con las personas, dedicando con paciencia inigualable atención al interés y necesidades de las personas por encima de cualquier otro interés y lo hacía de manera espontánea sin que pareciera costarle trabajo.
La despedida el día 4 en Salar (Granada) fue increíble, rodeado de una cantidad enorme de personas que fueron a despedir a un hombre cuyo reconocimiento no fue político ni deportivo ni de otro tipo, sino de su proximidad y humanidad reconocida. Ellos confirmaron con esto quién fue Diego.
Para alguien creyente como yo todo queda en manos de Dios, pero un trozo de tu vida ha quedado en todos nuestros corazones.
Mi carta es un homenaje a una Buena Persona y a través de estas líneas quisiera que sepan que todo el mundo que conoció a Diego conoció algo de Ceuta y que Ceuta ahora sepa algo de este gran embajador Caballa que fue Diego Enrique López Albarracín.
Adiós Amigo.........
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