¿Las encuestas engañan?
En estos tiempos de noticias sobre resultados post electorales, las encuestas y sociólogos que las confeccionan, según hemos podido comprobar, nos ofrecen, anticipadamente, estudios concretos respecto de quienes van a ocupar los primeros puestos en una oferta electoral o que partidos ganarán las elecciones en las distintas sedes electorales. Y comprobamos, también, como la mayoría de las veces estos especialistas o más bien adivinos con soportes matemáticos, previo un conjunto de preguntas tipificadas dirigidas a una muestra representativa para averiguar estados de opinión o diversas cuestiones de hecho, nos ofrecen sus estudios que, dicho sea de paso, salvo raras excepciones, no atinan en lo que, a posteriori, una vez realizados los escrutinios, nos dicen los resultados definitivos de los procesos a que han sido destinados, siendo prueba de ello, por ejemplo, el fracaso de dichas encuestas con motivo de las últimas elecciones generales celebradas en nuestro país, anteriormente a las de la Junta de Andalucía o las elecciones generales en Inglaterra. Y es que estos señores entienden los resultados de las encuestas que realizan previas consultas llevadas a cabo aleatoriamente por teléfono, con sondeos como el reparto o media proporcional según las contestaciones que reciben de las personas encuestadas. Y así entienden que si un entrevistado se come dos pollos y otro ninguno, el resultado de la encuesta es que cada uno se ha comido un pollo, cosa a todas luces irreal puesto que el segundo de los citados no ha probado ni la salsa con que se ha guisado, condimentado y sazonado el apetitoso pollo.
Luego hay que tener cuidado con las encuestas que se nos ofrecen para decirnos quienes serán los protagonistas o ganadores de las distintas elecciones locales, autonómicas o generales, siempre, eso si, nos indican que podemos considerar un pequeño margen de error.
Por otra parte es de tener en cuenta como cada cual arrima el ascua a su sardina y, por ende, tenemos, citamos algunas, las del diario “ABC” que dan siempre mejoría de resultados a partidos de la derecha, (entiéndase Partido Popular o Ciudadanos). Luego entonces, variando los resultados posibles según han informado las encuestas semanales, sin tener en cuenta que dias antes o, inclusive, el mismo dia anterior a la celebración de las elecciones cualquier acto delictivo de miembros de la dirección o de autoridades vinculados al partido en cuestion (sirvan como ejemplo los casos Bárcenas, Eres de Andalucía, Granados de Madrid y muchos eccéteras) pueden producir un súbito cambio de intencion de voto dando al traste con todos los estudios de posibles resultados. O el matutino “El País” que da siempre resultados favorables a los partidos de izquierda (preferentemente al PSOE); el diario “La Razón” que se inclina a la derecha o el periódico “El Mundo”, opinando al mas o al menos como los precios del pescado en los retaurantes: “segun mercado”. Y no digamos de las emisoras de Radio y de TV: la Primera y la “COPE” mantienen cierta equidad en sus resultados pero las otras cadenas están dedicadas a ensalzar y dar cuenta de resultados altamente satisfactorios para las formaciones de izquierda.
Por último, ¿cabe entender si la demoscopia, que dicen se emplea para el estudio de opiniones, aficiones y comportamientos humanos mediante sondeos de opinión es una ciencia exacta en la que apreciar como cierto lo que nos exponen a través de ella o si, por el contrario, como la estadística, se trata de estudios de los datos cualitativos de la población sin más fiabilidad que la apreciación de quienes las publican?. Ante la duda no cabe, pues, mas remedio que preguntarnos: ¿las encuestas engañan? .