Objetivo, frenar los actos vandálicos

La ciudadanía comprende que no se puede tener policías por todas las esquinas y las veinticuatro horas del día, pero no se puede seguir consintiendo los numerosos actos vandálicos que últimamente se vienen sucediendo de manera periódica por la ciudad, sin que nada se haga y mientras dañando la vida diaria de los ciudadanos y dañando las arcas públicas, ya que no se debe olvidar que estos actos vandálicos conllevan un considerable gasto a la Ciudad para poder repararlos.

Si no hace ni siquiera una semana eran destrozados los aseos de las playas del Chorrillo y la Ribera, ahora le ha tocado el turno al ascensor de acceso a la playa de la Ribera. ¿Cuánto más hay que aguantar? El destrozo provocado al ascensor de la Ribera ha requerido de su tiempo además de haber tenido que producir un gran ruido, y sin embargo se desconoce quien o quienes han sido los ‘descerebrados’ que por, hacer daño por hacerlo, la han emprendido a golpes con el ascensor, destrozándolo y provocando que sean numerosos los ceutíes, usuarios diarios que utilizan este ascensor para poder acceder a la playa por presentar movilidad reducida o simplemente por no tener que estar subiendo o bajando escaleras con el calor, los que se han visto afectados.

Si esto está ocurriendo con un ascensor recubierto de hormigón, el que está colocándose en el Chorrillo, totalmente acristalado, ¿cuanto tiempo estará intacto antes de que lleguen los vándalos para reventarlo?.

Aquí la Ciudad debe comenzar a tomar cartas en el asunto. No se puede consentir que en Ceuta ocurran dia sí, día también, actos vandálicos. No es bueno para la imagen de la ciudad, no es bueno para los ciudadanos de Ceuta, ni es bueno para el futuro de una ciudad que quiere atraer turismo.

Las autoridades competentes deben comenzar a estudiar medidas a tomar para evitar este tipo de actos, ya que de lo contrario mal vamos.