Casi 30 efectivos, 32.000 litros de agua y un butrón para llegar al incendio

En torno a 30 efectivos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) se movilizaban este lunes para controlar un complicado incendio en la nave 67 del Tarajal. Se trataba de un almacén de textil en el que se había declarado un incendio en la segunda planta, dedicada a almacén. El volumen de la mercancía, prensada y que cubría casi la totalidad del suelo, hizo que pronto se formara una gran humareda que dificultó el trabajo de los bomberos, así como su acceso debido a la falta de espacio incluso para caminar.

Hasta la zona se desplazaron tres bombas urbanas pesadas, dos bombas nodrizas pesadas, un coche autoescala, y un vehículo de transporte. Además se invirtieron 32.000 litros de agua para extinguir las llamas, a las que se atacaron por dos frentes, desde el interior de la nave afectada y a través de un butrón en la pared praticado desde una nave colindante, la 68. Lo más difícil, según explicaban desde el SEIS, fue localizar el foco del incendio ya que el denso humo impedía siquiera ver qué había en el interior de la nave. De ahí que los trabajos se extendieran hasta pasadas las 19.30 horas. Tras tener extinguido el incendio, los miembros del SEIS utilizaron espuma para sellar los productos incandescentes que pudiera haber por si el interior de los embalajes estuviera aún caliente y pudiera convertirse en un nuevo foco.