Casi 20 personas detenidas
VÍDEO | Cae “El Buque”, el narco más buscado de España: golpe histórico al narcotráfico
ENTREVISTA
África Espinosa estaba estudiando cuarto de enfermería en el Campus Universtario de Ceuta, cuando la pandemia del coronavirus irrumpió de repente, llevándose por delante a miles de vidas. Su vocación le llevó entonces a coger la maleta el pasado 2 de abril e irse hasta el epicentro de la pandemia, Madrid, para poner su granito de arena y salvar vidas. Dos meses ha sido los que ha estado en el Hospital Ruber Juan Bravo, donde ha visto pasar a centenares de personas infectadas por COVID-19, algunas con un desenlace feliz y otras no tanto. Tras dar negativo en la prueba de PCR, este martes regresaba a su casa con los suyos, para finalizar sus estudios. Pero ya no es la misma África que puso rumbo a Madrid. La experiencia le ha hecho madurar.
Pregunta.- ¿Cómo se siente al volver a Ceuta?
Respuesta.- Pues con una sensación un poco extraña, no siento que esté todavía en mi casa. Allí en Madrid la cosa se ha calmado, pero no estoy a gusto volviendo a casa porque tengo la sensación de que vuelvo para volver a irme tal y como están las cosas ahora, pasando de fase. Es un poco angustioso.
P.- ¿Por qué tiene esa sensación de que va a volverse a Madrid?
R.- Porque va a haber un rebrote seguramente. Yo no me fío un pelo de las medidas que están tomando tan ‘a la ligera’. A Madrid igualmente voy a volver porque tengo planeado seguir allí trabajando, porque hay mucho más trabajo que aquí. Ahora he tenido que volverme sinceramente para terminar la carrera porque me quedan dos asignaturas.
P.- ¿Qué ha sido lo más positivo y lo más negativo para usted de esta experiencia?
R.- Lo más positivo es que he conocido a muchísimas personas que al igual que yo tienen mucha vocación, hemos podido compartir nuestros sentimientos acerca de eso y nos hemos podido servir mutuamente de apoyo. Lo más negativo: la cantidad de muertos, la forma en la que morían y la mala gestión que ha habido, no por parte de los hospitales, sino por otras cosas…
P.- ¿Ha merecido la pena, por tanto, la experiencia?
R.- Sí, porque me siento mejor, mucho más realizada con mis pacientes, tanto con los que han sobrevivido como con los que han muerto. Ellos agradecían que yo estuviese allí y le diera ese apoyo y ese cariño porque no podían estar en contacto con nadie. Entonces eso es muy gratificante.
P.- ¿Ha sido duro perder a pacientes con los que había entablado amistad?
R.- Sí, y la angustia de estar un turno y encontrarte a una persona fallecida, o tener que darle a una persona la medicación e irte corriendo a atender a otra sin que te dé tiempo apenas.
P.- ¿Cómo afrontaba eso al principio?
R.- Fatal. Sin dormir y con mucha ansiedad. A medida que se iban calmando las cosas y ya sabía más o menos como manejar ese tipo de situaciones lo fui llevando mejor, pero al principio todos los llevábamos muy mal. Yo creo que nos vamos a quedar todos con un poco de secuelas.
P.- ¿Digamos entonces que le han quedado secuelas ahí dentro a raíz de esta experiencia?
R.- Sí. Me ha hecho ver el mundo en el que vivimos que no es nada bonito.
P.- ¿Cómo le ha hecho crecer como persona?
R.- Me ha hecho ver la vida de otra manera. Te das cuenta de que no puedes planear nada a la larga, tienes que disfrutar y ser feliz al día, con tu familia, con tus cosas y aprovechar esos momentos muchísimo porque no sabes lo que va a pasar mañana. Es mejor pensar en el hoy que en el mañana. Como lado negativo diría que no te puedes fiar del sistema sanitario que hay en España. Sinceramente me he dado cuenta de que somos unos ignorantes y, que por ejemplo, aquí en Ceuta se le dé más importancia al tema político con el COVID que a lo importante verdaderamente, a las miles de muertes que ha habido. Eso es lo que a mí me ha cabreado.
P.- Por lo que dice, ¿es un África distinta la que ha venido de Madrid que la se fue, no?
R.- Sí, muchísimo. Me alegro pero también estoy preocupada.
P.- ¿Por qué?
R.- Porque me da miedo que vuelva el rebrote, las mismas circunstancias y que no haya ninguna cura. También te enteras de cosas políticas que… yo no estoy a favor ni de uno ni de otro, yo estoy a favor de la vida humana y el no coger unos respiradores que te den porque sean de una empresa de otra campaña política, etc., eso no. Si tú tienes una necesidad la cubres, porque no son números, son vidas, y puede ser tu padre, tu madre, tu abuelo o tu tío.Ahí es cuando le das importancia pero cuando son otras miles de personas ahí no se las das. Eso me da mucho coraje.
P.- ¿Cree que en la carrera les preparan psicológicamente para situaciones como esta?
R.- Ni de coña. En la carrera te puede tocar en las prácticas una muerte a lo mejor, pero te choca si no estás preparado para verlo de esta forma. Tú tienes a un paciente bien, te está hablando, al siguiente turno cae en picado, cuando le tomas las constantes está frío, cuando vas a dar la medicación tienes tres alarmas porque tres se estén saturando o se estén muriendo… es muy angustioso, prepararte para ver esa cantidad de muertes y cómo mueren esas personas que no es nada agradable, al contrario, es una de las peores muertes, es la asfixia… y también la depresión en la que caen porque muchas de las personas que han muerto no lo han hecho solo de COVID. Es decir, ha habido muchos casos de matrimonios ingresados ambos en los que se ponía uno de los dos muy malo, se moría y cuando la otra persona iba a verlo, aunque estuviera bien, en ese momento caía en picado y moría también. Siempre pasaba eso y te daba mucho coraje. No sé porque pasaba eso, no sé explicarlo. Muy pocas parejas han sobrevivido.
P.- ¿De qué edad solían ser las personas más afectadas?
R.- Normalmente de 50, 60, 70…
P.- ¿Le ha tocado alguna persona más joven?
R.- Sí, uno de 36 años. Estuvo en UCI muy malito y le ha costado, pero ya estaba en planta mejorándose. Él no sabía lo que le había pasado porque una persona cuando entra en UCI generalmente entra inconsciente en un estado nada bueno, entonces cuando iba despertándose él no sabía ni donde estaba, ni lo que pasaba, ni que tenía el COVID, ni lo que era el COVID… Entonces el choque emocional era muy grande en esa persona, era decir ‘he perdido un mes de mi vida y no me he dado ni cuenta’.
P.- Al principio le ofrecieron un alojamiento desde la Comunidad de Madrid cuando llegó y después se lo negaron, ¿en qué momento empieza a darse cuenta de que sus condiciones laborales estaban empezando a cambiar a peor?
R.- A mediados de abril ya empezaron a echar a muchísimas personas, sin entender por qué, porque en realidad hacían falta todavía. Empezaron a echar a auxiliares, a enfermeros titulados... un día nos hicieron las pruebas y nos mandaron para casa uno a uno. El día 25 nos llaman de recursos humanos y nos dicen que nos tienen que cambiar de hotel porque nos estaban reagrupando supuestamente. El 28 nos vamos y les pregunté ‘¿este hotel ya es fijo?’, y me dijeron ‘no, os volverán a reagrupar’. Entonces les volví a preguntar ‘¿nos vais a reagrupar o nos vais a echar a la calle?’ y me volvieron a responder: ‘no, siempre vais a tener vuestro alojamiento’. Una semana y media después de llegar al hotel me llaman y me dicen que tenía que abandonar el hotel porque el convenio había finalizado… No sé con quién era el convenio pero los hoteles empezaron a cerrar y a nosotros nos dejaron en la calle. Yo no sabía ni dónde meterme. En ese momento no nos habían hecho ninguna prueba, si me iba para casa me iba con unos riesgos altísimos y yo quería seguir trabajando porque yo tenía la necesidad de seguir con mis pacientes porque el vínculo que había creado con ellos era importante y era necesaria. Además, en pisos de alquileres no aceptaban a sanitarios, ¿quién se iba a atrever a meter a un enfermero que estaba en la primera línea contra el COVID en su casa?
P.- ¿En qué momento decide ya volverse para Ceuta?
R.- En el momento en el que la Universidad me pone una mano al cuello. Yo quería seguir porque me ofrecían estar hasta septiembre, pero decidí no dejar aparcado mi futuro, sino volver a Ceuta, acabar los estudios y luego ya volver más adelante a Madrid. Creo que era lo mejor para mí.
P.- ¿Cree que hemos aprendido algo de esta crisis? Lo digo en el sentido de que hemos salido a las 8 de la tarde a aplaudir a los balcones pero luego vemos casos como los suyos, donde de un día para otro les cambian las condiciones laborales o incluso no les renuevan siendo necesarios…
R.- Lo del aplauso sanitario me toca la moral porque estás al lado de lo que hacemos pero no nos respaldas para nada, no peleas por nosotros, por nuestras condiciones de trabajo, de vida… No es justo el ‘olé qué bien lo hacéis’ pero luego no hagas nada por unas personas que están arriesgando por vosotros y que han sido tan importantes en esta pandemia. Por una parte nos han tratado muy bien, nos han dado comida, apoyo pero lo que necesitamos es un apoyo real, unas condiciones buenas de trabajo, que no nos tomen el pelo, que los sueldos sean buenos para todos. El apoyo emocional es bonito pero con eso no se come.
P.- ¿Qué ha aprendido de este virus que no sabía antes?
R.- Pues supuestamente cuando vinieron del Ministerio de Sanidad a la Universidad nos dijeron ‘es un resfriado’. Me río ahora. No se sabe todavía lo que puede crear. Yo allí descubrí que el virus alteraba la coagulación sanguínea. El virus da ictus y trombos y no se sabe por qué. Al igual que no se sabe tampoco esa neumonía bilateral tan grande que te crea mocos grandes y espesos que no te dejan respirar. Hay que fomentar en investigación para hallar una cura.
P.- ¿Qué mensaje le lanzaría a aquellos ceutíes que no han cumplido con las normas dictadas por las instituciones sanitarias y que han provocado este último rebrote?
R.- Pues que no sé en que estaban pensando. Aunque todos hubiesen estado sanos, si el Gobierno establece unas leyes de máximo 15 personas, ¡donde vas con 80 personas! Si tienes dos dedos de frente tú en medio de una pandemia no te vas a celebrar un cumpleaños de 80 personas. La gente se mira su propio ombligo y yo creo que hasta que Ceuta no sea un ‘Madrid 2’ la gente no va a aprender lo que es esto.
P.- Por último, ¿qué tiene pensado hacer aquí en Ceuta a corto plazo?
R.- Descansar un poco (ríe). Estudiar muchísimo para sacarme todo en julio y ya irme a trabajar en agosto. Me han ofrecido contrato incluso de otros hospitales.
También te puede interesar
Casi 20 personas detenidas
VÍDEO | Cae “El Buque”, el narco más buscado de España: golpe histórico al narcotráfico
150 kilos contra los ocupantes
La Guardia Civil alerta a los padres: el error con las mochilas que puede ser mortal en el coche
Lo último
105 aniversario de la Legión
FOTOGALERÍA- Ceuta vibra con La Legión a horas del 105 aniversario
105 ANIVERSARIO LA LEGION
“Mandar la Legión en Ceuta un 20 de septiembre es un hecho especial”
105 ANIVERSARIO LA LEGIÓN
De veteranos a jóvenes: la historia de dos Caballeros Legionarios