Dos funcionarios de prisiones salvan la vida a un preso que estaba siendo agredido por unos 60 internos

PRISIONES

Este sábado dos funcionarios del módulo 7 del centro penitenciario de Ceuta salvaban la vida de uno de los internos más violentos al intervenir para evitar una paliza por parte de unos 60 internos.

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Dos funcionarios de prisiones sufrían este sábado al mediodía diferentes golpes tras salvar a uno de los presos del módulo 7 del centro penitenciario de Ceuta de recibir una paliza que podía haber sido mortal, ya que estaba siendo agredido por alrededor de 60 internos del centro.

El delegado sindical en Ceuta de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), José María Raya, denuncia en ‘El Pueblo’ la situación extrema a la que tuvieron que hacer frente estos dos compañeros suyos del módulo 7, poniendo en peligro su propia integridad física tras tener que separar a un interno conflictivo de alrededor de 60 internos que estaban golpeándole. Los dos funcionarios de prisiones, que eran los únicos que había en ese turno para 95 internos, se vieron en la obligación de actuar sin medios, ya que según denuncia Raya, estos trabajadores no pueden utilizar material disuasorio, como sí pueden hacerlo por ejemplo, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ya que para poder hacerlo, tienen que pedir previamente autorización a la dirección del centro, por lo que ante un altercado como el vivido este sábado solo tienen su cuerpo para poder disuadir situaciones de peligro para los internos: “Se han tenido que defender sin ningún tipo de defensa, sin tener ninguno tipo de formación al respecto, sin ningún tipo de covertura, simplemente con un walkie y un bolígrafo”.

Los hechos ocurrían cuando el interno agredido por un tumulto, previamente agredía por la espalda a otro.

Entonces, es cuando el resto de compañeros se revolvían y le atacaban. Según explica Raya, este interno es uno de los más conflictivos del módulo y se dedica a extorsionar y a agredir a otros internos del mismo, por lo que los hechos acontecidos este sábado pueden considerarse como una venganza del resto de sus compañeros por sus comportamientos con el resto de internos: “Le querían dar una verdadera paliza”. Por ello, ambos funcionarios tuvieron que poner sus cuerpos entre el agredido y el tumulto enfurecido para sofocar la pelea y que no hubiera que lamentar daños mayores, llevando al interno a una zona exterior del departamento.

Finalmente, tanto los funcionarios como el interno sufrieron varios golpes por parte de las decenas de internos: “Esta es la realidad de nuestras prisiones, no la que se ven en las películas o en las novelas”, señala a este medio Raya.

Sin medios y sin autoridad

Ante estos graves hechos, José María Raya denuncia que los funcionarios de prisiones se encuentran impotentes y desprotegidos en el desarrollo de sus tareas profesionales diarias.

Por un lado, Raya reivindica que se les incluya como agentes de la autoridad para que puedan defenderse y actuar con mayores armas legales en casos como el vivido este sábado, al igual que son considerados ante la ley agentes de la autoridad profesores, sanitarios o incluso conductores de los autobuses. Esto les supondría, según Raya, que los internos se lo piensen dos veces antes de agredir a un funcionario de prisiones o que en el caso de hacerlo, las sanciones penales sean mucho mayores.

En segundo lugar, el delegado sindical exige mayores recursos: “Consideramos que todas estas situaciones se producen porque hay una alarmante falta de personal en todas las cárceles de España”, denuncia. Raya destaca que cada año “salen muy pocas plazas” y que vienen a cubrir simplemente las bajas que se producen, pero que existe un gran déficit de personal que calcula en torno a 3.000 plazas: “Hasta que no haya una OPE de unas 2.000 o 3.000 plazas no vamos a cumplir las vacantes que hay”.

Por otro lado, Raya denuncia que en la prisión de Ceuta la situación es compleja debido a que en un mismo módulo confluyen presos cómunes con presos violentos, con delitos de sangres por ejemplo a sus espaldas, llegando estos últimos a extorsionar al resto de presos y creando tensiones internas. Algo que no ocurre en la mayoría de cárceles de la península, donde los presos peligrosos se encuentran separados del resto.

“Nadie se ha acordado de nosotros en los aplausos colectivos”

José María Raya afirma rotundamente que “lo que hace falta es una dignificación de la función del funcionario”. Por ello, el mismo señala que durante el confinamiento no se han visto arropados como sí otras profesiones como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, los sanitarios o los cajeros de supermercado. “A las 8 de la tarde todos los ciudadanos salíamos con buen criterio a aplaudir a los sanitarios y otros trabajadores nadie se ha acordado de los funcionarios de prisiones. Pues nosotros durante el estado de alarma hemos estado salvando vidas también porque en la cárcel ha habido internos que han tenido patologías graves, internos agredidos, etc., y siempre ha habido funcionarios de prisiones atendiéndolos, salvando sus vidas de diferentes formas”.

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