Un nuevo modelo

Parece que algo se mueve en la maquinaria de la ciudad. Aunque sólo sea para encargar asistencias técnicas, lo cual pone de manifiesto a primera vista que el gobierno de Ceuta no tiene claro el asunto. Desde luego, nos estamos refiriendo a la conveniencia o no de formar parte de la unión aduanera europea. Demasiado tiempo perdido, pero el gobierno de España jamás lo puso fácil. Iñigo Méndez de Vigo, con el que cenamos una noche Juan Vivas y yo, ya nos dijo que ese asunto era complejo y era por entonces el secretario de estado para la Unión Europea y posteriormente acabó siendo ministro y portavoz del gobierno de España. Luego, con el tiempo, llegó Sánchez….
Ahora hay que contratar una asistencia técnica, que espero que no sea a Méndez de Vigo. Pero comentarios aparte, parece que en el contexto actual, el ingreso de Ceuta en la Unión Aduanera es tan vital como complicado. El estatuto de puerto franco ya no sirve para nada, porque Marruecos ya no quiere importar nada de Ceuta, luego las presuntas ventajas fiscales tampoco nos sirven para nada en ese ámbito de la exportación. Pero sin una posición decidida del gobierno español, no cómo la de Soraya y Méndez de Vigo, no, sino resuelta y sin ambigüedades, la iniciativa nacería muerta.
Es preciso que el gobierno de Sánchez sea nuestro gran aliado en esto, porque ahí se juega Ceuta mucho de su futuro. Ya sé que es difícil imaginar a Sánchez apoyando esto, pero ese ingreso supone la normalización de nuestro territorio en el ámbito europeo y el fin de una excepcionalidad que nadie debió consentir que se alargase tanto en el tiempo. Es más España y más Europa, con singularidades, pero como las de Canarias o las de Euzkadi, que son propias de un estado diverso, pero que no suponen estridencias político-jurídicas.
España debe ser nuestra voz en Europa y debe ser una voz sin ataduras, sin contemplaciones frente a intereses de terceros, porque mantener un “sinsentido”, sólo conduce al fracaso y a la melancolía. Supongo que en ocasiones me repito, pero es que ahora toca que todos los que tienen que sumar sumen por y para Ceuta. Ahora sobran las estrategias políticas, las trincheras y los chismorreos de corte pueblerino y electoralista. El Presidente de Ceuta debe ahora, más que nunca, ejercer el liderazgo y obviar lo accesorio y centrarse en asuntos como este, que van a fijar el rumbo de la nave hacia buen puerto o hacia la nada. Debe, como primer servidor de Ceuta, buscar la máxima complicidad de quien tiene la voz ante Europa y, si no lo consigue, al menos lo habrá intentado. Desde esta humilde columna le trasladamos todo nuestro apoyo a tan compleja iniciativa. Compleja, pero necesaria y apasionante.