Las presiones

Ha declarado el Consejero de Fomento que hay miembros del gobierno que están siendo presionados, concretamente Yamal Dris y Dunia Mohamed. Lo dicho por el portavoz se relaciona supuestamente con los audios atribuidos a VOX en los que, alguien que parecía ser su líder, Sergio Redondo, utilizaba calificativos despectivos respecto de personas de otras culturas y del propio Juan Vivas y miembros de su gobierno.

Lo que no aclara el portavoz del gobierno, que no del PP, a pesar de que ha dicho que el PP está muy cohesionado, es ni quién presiona ni a qué se deben esas presiones, pero no hace falta ser un lince para deducirlo, porque han sido muchos los miembros del PP que, en las redes sociales, han rechazado los contenidos de los audios publicados, en algunos casos, por sentirse directamente aludidos.

El diputado de Vox a quien se atribuyen estos comentarios, ha dicho que ninguna conversación privada resistiría si fuese publicada. Puede que lleve razón, pero no debemos suponer que todos en privado podríamos ser capaces de decir cosas tan inconvenientes, aunque, en cualquier caso, ser grabado cuando uno se encuentra en un círculo que presupone de confianza, es cuando menos una puñalada trapera, pero no es menos cierto que un político debe cuidar sus palabras hasta cuando sueña. En cualquier caso, creo que todos podemos aceptar sin necesidad de tener que rasgarnos las vestiduras que, en más que una ocasión, nos hemos envalentonado y dicho cosas de las que luego nos avergonzamos. Tal vez algo así es por dónde debiera haber empezado Juan Sergio Redondo, en lugar de seguir con denuncias y excusas que empantanan más todas las cosas, porque es probable, muy probable, que hoy ni él tolere esas cosas que se oyen en esos audios.

De todos modos, lo que parece impropio de personas civilizadas, es intentar amargar la vida a dos miembros del gobierno por el hecho de serlo. Si ser musulmán conlleva una pena social mayor cuando se vive la política desde la opción libremente elegida de ser del Partido Popular y de formar parte de un gobierno del Partido Popular, es que algo no va bien en nuestra sociedad.

Yo estoy seguro de la altura moral de Yamal Dris y de Dunia Mohamed, que siempre rechazarán, como yo o como cualquier ceutí normal, conducta racistas, discriminatorias o vejatorias hacia personas o colectivos que, dentro del marco constitucional, elijan opciones de vida, de fe o de cualquier otra condición, que sean diferentes a las mayoritarias o a las que un determinado partido político o sector social pretendan imponer. El Partido Popular es un partido abierto, centrado, liberal y que cree por encima de todo en la libertad de las personas y, justo por todo esto, que es muchísimo, puede albergar con comodidad a personas como los consejeros aludidos. Y es por esto porque militan en una organización que tiene arraigados en su ADN los valores democráticos, que no es aceptable que reciban ningún tipo de presión. Ellos no son de VOX, ni comparten con esa formación política gobierno ni proyecto, pero incluso, si nos pusiéramos en el caso de que el PP y VOX llegasen a algún acuerdo, como en Andalucía o en Madrid, más allá de lo simpático o antipático, aceptable o rechazable que nos pudiera parecer, no sería distinto de cualquier otro acuerdo democráticamente adoptado como, por poner un ejemplo, el del PSOE y Podemos en el ámbito nacional. Nadie tiene derecho a intentar asediar a un político por participar democráticamente en la construcción de una propuesta estable, ni a Pablo Iglesias ni a los dos consejeros aludidos. Espero que resistan la presión, porque en política y, por favor grábense ya esto, las presiones son el pan de cada díay no deberían ser noticia y, sobre todo, espero y deseo que si de verdad alguien les presiona más allá de lo que en política es normal (redes sociales, etc.), entienda que no tiene derecho a juzgarlos ni a ellos ni a nadie por ejercer su derecho a participar libremente en política, aunque no le guste la posición que adopten respecto de la gobernabilidad de Ceuta. Pero debo insistir en algo antes de finiquitar esta columna: Si las presiones son sólo críticas políticas, de mayor o menor grosor, deben tolerarlas como parte del oficio en el que temporalmente están ocupados.