Normalidad

4798_puerto
4798_puerto

Decía el siempre añorado Francisco Olivencia, que para Ceuta cualquier norma o medida que comportase excepcionalidad era algo malo, porque se alejaba de la normalidad imperante en el resto de España, lo cual no implica que las singularidades territoriales se reconozcan y se amparen.

Paco, como todos le llamábamos, sabía muchísimo de Ceuta, a la que amó hasta el fin de sus días. Yo tuve la oportunidad de escuchar su sentido discurso en el Senado con motivo de la tramitación en esa cámara de nuestro Estatuto de Autonomía y mientras explicaba por qué pedía el voto afirmativo para una ley orgánica que se quedaba algo alejada de sus anhelos, casi le brotaban las lágrimas cada vez que pronunciaba la palabra Ceuta, “mi tierra”, como afirmaba con ternura.

Hoy, pasados ya demasiados años desde aquel momento, debemos recapitular sobre nuestro cuerpo normativo y otros tratados y disposiciones que nos afectan y volver a pensar en aquel axioma de Olivencia: la normalidad. Porque Ceuta, siendo parte integrante de la nación española y a través de ella, de la Unión Europea, conserva demasiadas excepciones a lo común que convendría ir desactivando.

Nuestra excepción al tratado de Shengen es, hoy en día, incomprensible, porque nos convierte de facto en un lugar de estacionamiento indefinido para la inmigración ilegal, a pesar de que parece que el Tribunal Supremo viene corrigiendo tal situación por la vía jurisdiccional, pero sería más propio y normal que esa actuación la realizase el gobierno de España, lo cual evitaría no sólo la cuestión del bloqueo a los solicitantes de asilo, sino la imposibilidad de que nadie entrase a Ceuta sin la debida acreditación, aunque sea un residente en la provincia vecina de Tetuán. Al fin y al cabo, ya no hay comercio transfronterizo que proteger, ni tampoco ecuanimidad por parte del gobierno marroquí respecto de los intereses de Ceuta. Nada justifica ya esa excepcionalidad.

Tampoco parece razonable mantener a Ceuta fuera de la Unión Aduanera ni de la Alianza Atlántica. En el primer caso por cuanto el comercio trasnacional está muy mermado y en vías de desaparecer y no, desde luego, porque Ceuta lo haya propiciado. Marruecos, en su afán de hacer notar sus inconfesables e ilegítimos intereses sobre Ceuta y Melilla ha optado por el bloqueo permanente a nuestros productos, por lo que nuestro estatus de puerto libre de poco sirve ya. El ingreso en la Unión Aduanera, además de suponer compartir espacio político y económico con los nuestros y no con los otros, podría como en Canarias, recoger nuestras peculiaridades de sobra conocidas por todos, con una fiscalidad común pero adaptada a las circunstancias de Ceuta. Esta excepcionalidad es, a mi juicio, un perjudicial anacronismo en estos tiempos. Y con respecto a la Alianza Atlántica, las explicaciones de la excepción no se me alcanzan, pero aparentemente no debe ser difícil que un país miembro integre a todo su territorio, en el ámbito de la cooperación de seguridad que supone la OTAN, porque la vocación atlántica de Ceuta ha sido siempre la misma que la de España o la de Portugal.

Y para ir concluyendo, nuestro Estatuto de Autonomía necesita una actualización sin demora. Seguramente en cosas básicas, pero fundamentales, para que la seguridad jurídica ayude en estos momentos en los que, cualquier cosa, cualquier suelo movedizo, espanta las mejores iniciativas de las que tan necesitados estamos.

Buen trabajo durante esta legislatura para nuestro gobierno autónomo, que debe impulsar las bases para una nueva Ceuta, que la estabilicen para las próximas décadas. Un nuevo marco para una nueva ciudad, que va a conservar lo mejor de si misma, pero que debe incorporarse al modo de operar en el mundo con el que llevan haciéndolo el resto de los españoles, desde que España pasó de ser un país pobre, antiguo y aislado, a ser uno de los países más prósperos de Europa y del mundo. España dejó de ser una excepción, cuando de la mano de Felipe González se incorporó a la OTAN y a la UE y de la mano de José María Aznar al euro, y ahora Ceuta, debe seguir la senda común.

También te puede interesar

Lo último

stats