Fernando de Leyba y Córdova (Vizcaygaña) Ceuta 1.734 – 1.780 San Luis, Missuri

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Fernando de Leyba nació en Ceuta un 24 de julio de 1.734, siendo bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios el día 27 del mismo mes y año, fueron sus padres don Gerónimo de Leyba y Córdova, natural de Antequera (Málaga) y doña Josefa Vizcaigaña natural de Ceuta. Estos habían contraído matrimonio en Ceuta en 1.722.

En nuestra ciudad también nacieron sus hijos, Manuel, Francisco de Paula, Antonio ingeniero militar del que ya hemos escrito en este diario y Micaela.

Su padre don Gerónimo de Leyba, participó en el Cerco de Ceuta de Mulay al-Yazid (1.790-1.791) como capitán del regimiento de infantería España. En 1.792 una vez terminado dicho cerco S.M. le concedió el grado de teniente coronel y a su hijo Manuel una pensión de 200 reales al año, desconocemos la graduación de Manuel.

Sobre Fernando de Leyba empezamos a escribir en este diario con fecha del 09.12.2016 (era la primera vez que se daba a conocer a este personaje ceutí en su ciudad natal, en diversos escritos aparecía como nacido en Barcelona), posteriormente lo hicimos en otras seis ocasiones, la última el 07.12.2019.

Tras nuestro primer escrito contactamos con la historiadora Kristine Sjostrom quien prepara un libro sobre Fernando de Leyba.

Trataremos de resumir los anteriores escritos con algunos documentos nuevos.

Fernando de Leyba ingresó en el ejército en 1.752 como cadete en el regimiento de infantería España, en 1.756 obtiene el ascenso a subteniente de compañía. En 1.761 fue nombrado subteniente de granaderos, embarcando para La Habana con el regimiento Aragón, se encontraba en La Habana cuando fue atacada por los ingleses el 6 de julio de 1.762 y tomada el 13 de agosto, cayendo como prisionero de guerra en la toma del castillo del Morro de La Habana, una vez en libertad en octubre de 1.763 fue ascendido al empleo de teniente de fusileros

De regreso a España en junio de 1.767 contrajo matrimonio con doña María de la Concepción Cesar.

En 1.768 fue destinado como capitán al mando de la tercera compañía del batallón de fusileros del regimiento de Luisiana, este regimiento tenía su base en Nueva Orleans. Leyba embarcó con las tropas a primeros de 1.768 arribando a La Habana, iban como tropas de refuerzo para Luisiana, (con él también marchaba su esposa que se encontraba embarazada, teniendo su primera hija Josefa María en 1.769 en La Habana). Al llegar a puerto se enteraron de que el gobernador de Luisiana Antonio de Ulloa había sido expulsado en este mismo año por los colonos franceses. Antonio Ulloa había sido nombrado Gobernador de la Luisiana el 5 de marzo de 1.766.

Al tenerse conocimiento de esto en España, el rey Carlos III publicó la R.O. de fecha 16 de abril de 1.769 en la que enviaba a Alejandro O´Reilly para volver a establecer el orden en aquellas tierras. La expedición de O´Reilly embarcó en Cádiz el 5 de mayo, desembarcando en La Habana el 24 de junio. Con las tropas que ya se encontraban en La Habana y que formaba parte Fernando de Leyba se organizó la expedición militar con aproximadamente 2.000 soldados que fueron transportados en 21 barcos de diferentes portes, desembarcando el 18 de agosto de este 1.769 en Nueva Orleans. Una vez desembarcados O´Reilly sometió a los insurrectos a los que castigo y tomo el mando como nuevo gobernador de La Luisiana, tomando posesión formar en el nombre de España, (Gobernador 1.769-1.770).

En 1.770 sería sustituido en la gobernación de Luisiana por Luis de Unzaga y Amezága, que había llegado como coronel en la expedición de O´Reilly. (Gobernador 1.770-1.777).

En 1.771 Fernando de Leyba fue nombrado por el gobernador de Luisiana Luis de Unzaga y Amenaga como gobernador civil y militar, que acompañaba el cargo de juez de Arkansas Post (Puesto de Arkansas). De Leyba partió de Nueva Orleans en marzo de 1.771 con su esposa nuevamente embarazada y con su pequeña hija nacida en Cuba, llegando a finales de abril después de 47 días tras una penosa travesía a través del Mississippi con Leyba enfermo y el peligro de los indios.

A su llegada a Arkansas Post, en 1.771 el puesto tenía una población de 78 personas; 32 hombres blancos, 30 mujeres y 16 esclavos.

Durante gran parte de su mando en Arkansas Post tuvo infinidad de problemas con las naciones indias, sobre todos con los Angastas y Osages y los a veces amigos Quapaw. En una ocasión de Leyba mando apresar al intérprete Labauxiere, por la colaboración de este con ingleses y Quapaw, el intérprete estaba considerado como un miembro de la familia Quapaw, en su detención mientras iban para el puesto el intérprete se cruzó con un Quapaw y le dijo de pasada “dile a mi padre tu jefe, en que problema me ves” Los Quapaw esa misma noche rodearon el fuerte. Un jefe y cinco guerreros ingresaron en el recinto exigiendo la libertad de Labauxiere. Si se negaba su libertad, los indios amenazaron con “cortarle el cuello a todos”, De Leyba soluciono el problema con regalos, después que estos se fueron, un descontento regresó diciendo “un barril de whisky o mi cabeza” escribió de Leyba. Varios días después algunos Quapaw visitaron a de Leyba presentándole un caballo muerto, exigiendo whisky a cambio de él ¡Este fue el mayor insulto de los Quapaw! Los guerreros amenazaron con matar a todos los del puesto si sus demandas no eran respetadas. La esposa de Leyba se desmayó y el resto de las mujeres, temerosas de su seguridad, lloraban. Aparentemente el comandante le dio licor a los indios y no se derramó sangre española. En la primera oportunidad de Leyba envío al prisionero “río abajo” para su juicio.

Debido a que el clima de Arkansas no permitía la prosperidad agrícola, la caza se hizo necesaria para la supervivencia de los colonos franceses en Arkansas Post. Fernando de Leyba Informó sobre los colonos de Arkansas, “muchos granjeros aquí son comerciantes”. Los franceses cazaban búfalos para varios propósitos, pero principalmente para su carne.

Con fecha del 6 de junio de 1.771 Leyba escribe a Unzaga y entre otras cosas dice:

Solo mi decaidísimo estado me obliga a suplicar a V.S. me mande relevar, pues en medio de mi quebrantada salud, tantas amarguras como estos Bárbaros me hacen pasar, son causa de que no pueda seguir adelante con mi mejoría.

Por aviso que me han dado de Santa Genoveva, he sabido que los indios Huesis han matado a un francés de aquel territorio y robado dos negros, en carta el amo de los negros, me piden envíe a algunos indios Arkansas para reclamar los negros, en virtud de este aviso mandé aprontar tres salvajes para que con un intérprete y los dos paisanos que habían venido a traer las cartas pasaran a dicha nación india, a recobrar los negros

El 2 de enero de 1.772 en nueva comunicación de Leyba a Unzaga, dice: el haber recibido los indios de mala gana la pólvora y los fusiles, estos no los querían tomar si no se les enviaba de mejor calidad, diciendo los indios que todos los que se les enviaron se reventaron sin poder aprovechar ninguno, y que se los habían enseñado a él.

Dos días más tarde el 4 de enero en otra carta de Leyba a Unzaga, le hace saber que el habitante de ese Post Mr. Castelín le comunica que los indios Osages habían matado a Mr Goget, su hijo y a tres sirvientes a los que con mucho trabajo les dio sepultura, señalando que los indios amigos los Arkansas están a cuarenta leguas del Post, al final de la carta dice Leyba. Si los referidos Osages intentasen destruir este Post (como el más débil de la Colonia) debo hacer a V.S. presente dos cosas, la primera que tendré la gloria de pelear a campo raso, pues de las mil ochocientas estacas de que consta el fuerte solo hay clavadas doscientas noventa y cuatro (aún no firmes por abajo) y las restantes no tienen otra seguridad que estar arrimadas al palo travesero; los cañones, (llenos de escarabajos) no tienen cureñas ni explanadas; y así hayo por más conveniente, el presentarme cuerpo a cuerpo que el defender una fortaleza con más puertas que dedos tienen los que la defienden; y la segunda que al retirarme con esta guarnición al Post de Nachitos (según V.S. me previene en el artículo 8º de su instrucción de 11 de marzo del año pasado) es imposible, porque con lo mucho que el año pasado subieron las riberas de los lagos que han quedado e impiden el paso: y así no nos queda otro recurso que morir matando.

El 14 de marzo Unzaga contesta a varias cartas de Leyba y le comunica entre otras cosas lo siguiente.

Sobre las cartas de los días 26 de diciembre y 2 de enero, sobre que los Osages habían regresado a la guerra y enterado de las matanzas que hicieron y que saldría a atacarlos a campo raso le dice. Lo apruebo pero quiera Dios que no suceda y que tomara las providencias para detener la furia de esos bárbaros y que prohibiera la salida de los cazadores.

Si a fin de año se viese vm en algún ahogo todos contribuiremos a sacarlo a de él.

El 4 de julio de 1.771 nace su segunda hija Rita Gertrudis, que sería bautizada a su llegada a Nueva Orleans en 1.774.

En 1.774 con motivo de su mala salud regresó a su puesto en Nueva Orleans

Bernardo de Gálvez, sustituyó a Unzaga como gobernador de La Luisiana en 1.777 estando en dicho cargo hasta 1.785.

Fernando de Leyba fue nombrado por Bernardo de Gálvez tercer teniente gobernador adjunto de La Luisiana en junio de 1.778, destinándolo a San Luis, plaza no fortificada, como gobernador. Sustituyendo a Francisco Cruzat.

Antes de salir, Gálvez encomendó a Fernando de Leyba, que le guardase las espaldas, para que cerrase el Mississippi a una infiltración británica en San Luis de Missuri. Esta era una posición muy avanzada, y a más de mil kilómetros de Nueva Orleans, Leyba solo recibió para esta peligrosa misión veintinueve soldados del Fijo de Luisiana.

Leyba reunió a los miembros de su familia y embarcó en Nueva Orleans para remontar el Mississippi hasta el puesto de San Luis. El viaje duró 93 días llenos de peligros por las corrientes del río y pendientes de los ataques indios

Desde la toma del mando en San Luis, siguió con los mismos problemas que en Arkansas los ataques indios contra los cazadores y colonos, aunque los problemas se ampliaron con los pobladores de San Luis, debido a varias sequías que ocurrieron en su territorio.

El 16 de noviembre de 1.778 escribe al gobernador general Gálvez, advirtiéndole de las pocas defensas de San Luis, proponiéndole la construcción de torres y defensas así como solicitándole 200 hombres. Gálvez le contesta el 13 de enero de 1.779 en dicha carta le comunica que no puede enviarle ni hombres ni dinero. Terminando la carta advirtiendo a Leyba: Sugiero a vm, intente evitar la entrada de los ingleses en los ríos para que no se ganen a los indios. Esto da más valor al mérito de Fernando de Leyba pues para la batalla que vendría solo podría contar con los pocos soldados que tenía, milicianos franceses de Santa Genoveva más algunos americanos rebeldes.

Leyba escribe a Gálvez el 9 de marzo de 1.779. En dicha carta le comunica que algunos viajeros al igual que el comandante americano de la otra orilla la habían dicho que la corte de España había declarado la guerra a la de Londres.

Dice Leyba, si el ataque fuese cierto obraré según dicte mi corto entendimiento, pudiendo V.S., estar seguro que aunque es un lugar abierto y con poca guarnición, ni indios ni ingleses, han de tomar este puesto sin que les cueste caro el asunto.

Para evitar a mis hijas todo el peligro las envió en esta ocasión al convento (de Ursulinas) de esa plaza, en una superior tengo la máxima satisfacción de que las cuidara según desea el tierno amor que les profeso. V.S. no extrañará me tome la licencia de recomendárselas, pues muchas veces el amor paterno hace prevaricar.

La esposa de Leyba, María de la Concepción falleció el 6 de septiembre de 1.779, siendo enterrada en la balaustrada de la derecha de la iglesia de San Luis. El entierro y misa corrió a cargo del misionero Fray Bernard Limpach.

Fernando de Leyba escribió a Gálvez el 18 de octubre de 1.779, el motivo era el haberse gastado gran parte de su dinero ahorrado así como el de los colonos locales para la defensa de San Luis.

Estos habitantes no querían entregar sus bienes ni con el recibo del coronel Clark, lo dieron inmediatamente en que yo también di los míos, si por no pagarlos pierdo mi crédito se puede seguir atraso al servicio, en fin mi gobernador, mi amor a la mujer que con tanto trabajo vino a este destierro solo por llegar el caso de él que nos retirásemos a España, viendo las esperanzas frustradas por el laberinto de deudas con que yo me hallaba se le apoderó una gran melancolía, que en cinco días de cama pasó de esta a otra vida, con todo en acompañar a mis llorosas hijitas implora la protección de V.S., para las cobranzas de dichas letras, que no dudo me prestara su caballeroso corazón, siquiera por compasión de estas inocentes aun cuando sea necesario recurrir a la corte, pero cuanto yo he hecho ha sido meramente un acto de humanidad, propia de todas las naciones.

Como se comprueba en octubre aún no había enviado a sus hijas

Leyba entró en colaboración con los rebeldes norteamericanos, pero esto le trajo un nuevo problema pues tenía que abastecerlos con gran esfuerzo, escribió. “La llegada de los norteamericanos a este distrito me ha arruinado por completo”, señalando que debido a aquella empresa había gastado su fortuna personal y su salud.

Algo más tarde y después de varias advertencias recibidas de Clark y otros americanos, Gálvez respondió a Leyba diciendo, que si Hamilton atacaba a San Luis, “podrá actuar de tal manera que se conserve el honor de nuestras armas”

El 25 de diciembre de 1.779 Leyba creó una milicia de voluntarios montados, compuesta por, un capitán, un teniente, un subteniente, un sargento, dos caporales y cuarenta y cinco soldados.

La preparación del ataque inglés a San Luis

Cuando las tropas españolas dirigidas por el gobernador de Luisiana Bernardo de Gálvez comenzaron a desalojar de fuerzas inglesas la desembocadura del Mississippi, vetándoles todas las comunicaciones con las colonias del Golfo de México, el ejército británico en Norteamérica quedó gravemente amenazado. Esto hizo que los británicos se quedaran sin un plan de ataque. Dicho plan era el de dos ofensivas, la del sur, que fue impedida por los ataques de Bernardo de Gálvez, y la otra desde el norte que partiría de Fort Michilimackinac, que debería expulsar a los españoles del Alto Mississippi. Este ataque se concentraría por su importancia estratégica en San Luis.

La operación para castigar los flancos españoles se organizó en Fort Michilimackinac, cerca de la frontera canadiense El vicegobernador Patrick Sinclair encargó al comerciante Emanuel Hesse, oriundo de Pensilvania, que reuniese a los aliados indios para realizar la ofensiva. Estos comenzaron a juntarse en la unión de los ríos Fox y Wisconsin, hasta que en marzo recibieron órdenes de marchar Wisconsin abajo hacia Prairie du Chien, ciudad al sudoeste de Wisconsin donde debían establecer un campamento. Más tarde, la columna debía bajar por el Mississippi, para unirse a otro grupo que participaría en la campaña y atacar los asentamientos españoles.

Los indios que se unieron a la ofensiva eran fundamentalmente guerreros ojibwas, menominis, siux y winnevagos. Esta fuerza estaba mandaba por un buen número de oficiales británicos y la integraba infantería regular, completadas con milicias canadienses. En total, los británicos reunieron unos trescientos soldados y novecientos guerreros indios para realizar el asalto

Esperando a los ingleses en San Luis (llamada por entonces San Luis de los Ilinueses) había veintinueve soldados del Regimiento Fijo de Luisiana y toda la milicia que Leyba pudo reunir con la gente de la ciudad, formada por civiles armados. Afortunadamente la pequeña ciudad, ante la insistencia del capitán Fernando de Leyba, había sido fuertemente fortificada meses antes.

El 13 de mayo de 1.780 comunica a Gálvez que La Fontaine llegó a San Luis y le aviso de que se acercaban como a 120 leguas de distancia un ejército de 900 hombres con ingleses y canadienses e indios.

A su vez escribe ordenando al capitán de Milicias de Santa Genoveva François Vallé, que le enviase dos botes con 30 milicianos cada uno al mando del teniente Cartabona y víveres para 20 días. Vallé dos días más tarde le envió a sus dos hijos con 151 milicianos franceses. También le mandó plomo para mosquetes y balas de cañón.

Debido al estado de salud de Vallé en 1.780 fue relevado de sus deberes militares

La ayuda prestada por Vallé sería recompensada: en un real decreto de Carlos III del 1 de abril de 1.782 cuando le fue conferido a François Vallé el rango de teniente del ejército español. Esto lo convertía en un don español. Dándosele a partir de esa fecha el título de honorable “Don Francisco”

El 15 de mayo de 1.780, Leyba fue visitado por John Montgomery, comandante estadounidense de Cahokia, quien propuso una fuerza conjunta española y estadounidense para poder contrarresta la expedición de Hesse. Esto en principio quedó en nada, pero como veremos, a mediados de junio autorizo Leyba que se le unieran milicianos de San Luis.

En esa época el pueblo de San Luis era principalmente un centro comercial en el río Mississippi, al mando de Fernando de Leyba. Con motivo de prevenir el ataque puso tres cañones de cuatro libras y dos de seis del fuerte San Carlos que fueron montados en la torre, otros emplazados en cada extremo de la línea de trincheras

Adjuntamos un cuadrante de los habitantes de San Luis y Santa Genoveva compilados por Fernando de Leyba como teniente gobernador en 1.779. (Copiado literalmente)

Estado que manifiesta el número de habitantes que hay en los pueblos de San Luis y Santa Genoveva, con distintas clases sexos y edad.

Censo español de San Luis y Santa Genoveva, compilados por el teniente gobernador Francisco de Leyba, en diciembre de 1.779

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