Julián Sebastián Zilleruelo Álvarez Ceuta 1.762-después de 1.817 Chile

Julián Sebastián Zilleruelo nació en Ceuta el 17 de febrero de 1.762 siendo bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios al día siguiente de su nacimiento, fueron sus padres don Bernabé Zilleruelo y doña Juana María Álvarez, fue madrina su hermana Isabel.
Julián Sebastián era hermano del que sería presbítero de la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios don Bernabé Zilleruelo, que entre otros bautizaría al teniente Ruiz.
Lo primero que encontramos de Julián Sebastián Zilleruelo es sobre 1.785, fecha en que al parecer llegó a Chile, al poco de llegar contrajo matrimonio con doña María Mercedes de Luna y Escalante, nacida y bautizada el 23 de septiembre de 1.774 en Mendoza, Argentina, hija de don Alfonso de Luna, natural de Antequera, Málaga, militar que ejerció en Argentina y Chile, retirándose con el empleo de coronel.
Del matrimonio entre Julián Sebastián y María Mercedes nacieron trece hijos. Manuel; Antonio; Juana; Javiera; José; Alfonso; Marcos; Carmen; Dolores; Julián; José Ignacio; Petronila y Agustina.
En 1.811 se vio implicado en el famoso “Motín de Figueroa”, ocurrido en Chile, en que curiosamente se vieron implicados tres ceutíes, que fueron:
El ex gobernador y ex presidente de la Real Audiencia de Chile, Francisco Antonio García Carrasco, brigadier e ingeniero jefe (Ceuta 1.742-1.813 Lima); Manuel Olaguer Felíú, mariscal de campo (actual general de división) e ingeniero (Ceuta 1.759-1.824 La Coruña) y nuestro personaje Julián Sebastián Zilleruelo.
El motín de Figueroa fue un intento encabezado por el teniente coronel Tomás de Figueroa y Caravaca, nacido en Estepona, Málaga en 1.747, dirigiendo una rebelión contra la Primera Junta de Gobierno de Chile, en manos de “criollos” e intentar retornar al orden Colonial.
Estas Juntas u organismos políticos en diversas provincias de la Monarquía Española en América, Venezuela, Perú, Bolivia y Chile entre otras se hicieron aprovechando la crisis que trajo consigo las abdicaciones de Bayona de Fernando VII y de Carlos IV.
El motín tuvo su inicio el 1º de abril de 1.811, ese día los soldados del cuartel de San Pablo se negaron a obedecer las órdenes del teniente coronel Juan Miguel Benavente y del comandante Juan de Dios Vial. Con el grito de ¡Viva el Rey! y ¡Muera la Junta!, haciendo saber que solo obedecerían las órdenes de los jefes Manuel Olaguer Feliú, Francisco Javier de Reina o Tomás de Figueroa.
El único que se presentó a la llamada fue Tomás de Figueroa, dirigiéndose a la Plaza de Armas exponiendo sus demandas en la Real Audiencia pero fueron atacados por tropas leales a la Junta, tropas al mando de Juan de Dios Vial, produciéndose un intercambio de disparos que termina con una descarga de cañón de las tropas partidarias a dicha Junta, por lo que los soldados que estaban al mando de Figueroa huyen.
Figueroa encontró refugio en el convento de Santo Domingo, probablemente pensando que no entrarían allí a por él al ser lugar sagrado, pero fue sacado inmediatamente de ese lugar.
Los firmantes de la Junta en el juicio que se celebró el mismo día eran en su mayoría “criollos” aunque algunos también españoles, como Fernando Márquez de Plata, que era nacido en Sevilla o Francisco Javier de la Reina que era catalán.
Por otro lado, el proceso no se hizo por los tribunales establecidos, sino por una comisión especial, integrada por el vocal de la Junta de Gobierno Juan Enrique Rosales y por el asesor y secretario de la misma Francisco Antonio Pérez y José Gregorio Argomedo, respectivamente.
No daremos completo el proceso del motín, pero si la Sentencia final de la Junta:
Vistos estos actos criminales seguidos contra don Tomás de Figueroa, por los gravísimos delitos de insurrección contra el actual Gobierno, de haber conspirado con las tropas de Concepción y otros soldados de los cuerpos de esta capital, y haber hecho fuego a otros que se hallaban guardando la Plaza Mayor de esta ciudad por orden de esta Junta, dijeron los señores que la componen que debían declararle por traidor a su Patria y al Gobierno; y en virtud le condenaron a la pena ordinaria de muerte, pasándole por las armas dentro de la misma prisión en que se halla, para evitar alguna conmoción particular en las actuales circunstancias, presentándose después el cadáver al público para el debido escarmiento y satisfacción de la causa común, dándosele antes cuatro horas de término para sus disposiciones cristianas, y con el consuelo de que elija el religioso o sacerdote que sea de su satisfacción. Hágasele saber a esta misma hora y ejecútese sin embargo de recurso alguno, y con calidad de sin embargo- Fernando Marquéz de Plata- Dr. Juan Martínez de Roza- Ignacio de Carrera- Francisco Javier de la Reina- Juan Enrique Rosales- Francisco Antonio Pérez- José Gregorio de Argomedo, secretario.
A las doce de la noche de ese día notifiqué con el teniente coronel y mayor de la Plaza, el auto anterior al reo Tomás Figueroa, poniéndole al Padre de la Buena Muerte, Fray Camilo Enrique, para que lo auxiliara, de que certifico - José Gregorio Argomedo, secretario.
Certificado de ejecución
A las cuatro de la mañana del día 2 de abril de 1.811 se ejecutó la sentencia pronunciada contra Tomás Figueroa, y se expuso su cadáver a la vergüenza pública. Así lo certifico.
(Colección de Historiadores y de Documentos relativos a la independencia de Chile, Tomo XIX, Santiago, Imprenta Cervantes, 1.911 p.p 235-261).
Arriba se le indica que podía elegir confesor, pero se le impuso a Fray Camilo Enrique (Henriquez), que posteriormente sería el autor de la “Proclama de Quirino Lamàchez” promoviendo la independencia chilena.
Francisco Antonio García Carrasco acusado por su anterior secretario personal. Martínez de Roza, de ser parte importante de la conspiración, fue detenido siendo deportado a Lima donde fallecería en 1.813.
Manuel Olaguer Feliú No se pudo comprobar el haber colaborado en la sublevación, si bien reconoció que era desafecto al nuevo Gobierno, fue puesto en libertad, pero dándosele un plazo de tres días para que se trasladase a la lejana villa de Cauquenes, donde tendría que establecer su residencia, distante de la capital 110 leguas, despojándosele de la Comandancia de Ingenieros, de allí se le hizo salir al tercer día, en la más dura estación de invierno, con su numerosísima familia, compuesta de su mujer y siete hijos menores de edad, dejando el de pechos, prevalido de la amistad y confianza en la casa de D. Manuel Antonio Talavera,
D. Manuel Olaguer Feliú solicitó el 22 de septiembre de 1.811 su traslado a Lima; el Congreso trató la petición el 1.º de octubre, aceptando lo solicitado. En mayo de 1.812 se trasladó a Lima, donde nada más llegar el virrey lo puso al servicio de la empresa restauradora de Chile.
Nuestro personaje Julián Sebastián Zilleruelo, no tuvo ninguna participación en dicho motín, pero fue acusado debido a que desde que Francisco Antonio García Carrasco fue obligado a presentar su renuncia a la Real Audiencia y dejar el Palacio Presidencia, pasó a vivir en una casa de Zilleruelo, siendo los dos detenidos y por consideración a la distancia y a la persona del ex presidente se les concedió ir en Calesa, custodiados por la tropa. Mientras García Carrasco quedó preso en Palacio. A Zilleruelo lo condujeron a la cárcel y se le aseguró con grillos en uno de los calabozos.
Julián Sebastián Zilleruelo fue puesto en libertad, en 1.813 y dio poder a varios hermanos antes Ruiz de Rebolledo.
Posteriormente en 1.817 fue detenido de nuevo, debido a un bando de Bernardo O´Higgins.
El 12 de marzo de 1.817 O’Higgins promulgó un imperativo bando: ordenando que todo individuo, de la clase y calidad que fuere, que durante la Reconquista hubiese calificado su comportación, pusiese en manos de Secretario de Estado en el departamento del Gobierno, el documento o carta de vindicación que obtuvo, debiendo cumplir este mandato en el preciso término de cuarenta y ocho horas, en la inteligencia que existían en Secretaría noticias individuales y seguras de los comprendidos en aquel número. Y “al que omita este paso se le aplicarán las gravísimas penas que me reservo”
(Historia de Chile. Fernando Campo Harriet /Academia chilena de la Historia)
En septiembre de este mismo año su esposa María Mercedes de Luan Escalante solicito su libertad en escrito enviado a Bernardo O´Higgins, Director Supremo de Chile.
El escrito que adjuntamos integro dice:
Excmo. Señor:
Doña María de las Mercedes Luna, mujer legítima de don Julián Sebastián Zilleruelo, ante V.S. con el mayor respeto y veneración parezco y digo: Que desde el 12 del presente se halla el expresado mi marido arrestado en él cuarte de la Recoleta Dominica e ignora la causa de su prisión, y creo sea por algunos equivocados informes calificándole de sospechoso; pero tengo la satisfacción que su conducta política y buen modo de proceder es bastante notorio, aunque es europeo español, es un vecino honrado y a que reside en esta capital más de treinta años; cargado de familia, contando en la actualidad trece hijos, fuera del que estoy próxima a dar a luz, y entre ellos siete varones, que son otros tantos soldados de la patria, sirviéndole tres de ellos de los que son capaces por su edad en lo cívico, y uno en la Aduana. Esta buena conducta la tiene mi marido acreditada de su adhesión al sistema, con el hecho de tener a sus hijos en el servicio y que en tiempo alguno ha hecho la menor cosa contra en contra de su adhesión, comprobándose esto con la prueba más calificada de haber sido uno de los que firmaron, votando por la independencia. Por todos estos particulares y el que no habrá persona que deduzca queja alguna contra mí marido, en cuanto se halla perjudicado en odiosidad al sistema, desvanece cualquiera presunción que la calidad de europeo haya producido en su contra; prescindiéndose de lo expuesto por un instante, recomiendo a V.E.la melancólica y triste situación en que me hallo, sin facultades, pues la quinta que gozo tiene más ceso de lo que vale. Mi marido, gravemente enfermo, rodeado de trece hijos menores y sin otra entrada para el sustento de la familia que los cortos frutos de la quinta. Sírvase V.E. mirar con la compasión que acostumbra a una desgraciada familia, y a una madre embarazada. V.E. es el Padre de la Patria y como tal espero que mirará a los hijos de ella con el amor y ternura que le caracterizan: en cuya atención, a V.E. suplico, que teniendo por bastante lo expuesto y en caso necesario en vista de la información que ofrezco, y de la correspondiente fianza, se sirva mandar poner en libertad al expresado don Julián, que es gracia, etc.
María Mercedes de Luna Santiago, y diciembre 18 de 1.817.- Pase este recurso a la Comisión de Vigilancia y Seguridad Pública, para que tomando los conocimientos debidos informe sobre lo que considere la justicia.-Cruz
Excmo. Señor: El recurrente es contrario a la causa de la América.
Santiago y diciembre 29 de 1.817- Excmo. Señor.- José Santiago Luco.- José Silvestre Lazo.
Santiago, diciembre 30 de 1.817.- No hay lugar a alzar la confinación de don Sebastián de Zilleruelo.- Cruz
ARCHIVO DEL SENADO—TOMO 2. (Archivo O´Higgins, Instituto O´Higginiano, Tomo XII, página 362, número 215)
NOTA: No confundir a D. Bernardo O´Higgins en 1.817 Director Supremo de Chile y considerado padre de la Patria Chilena, con su padre Ambrosio O´Higgins de descendencia hispano-irlandesa que había sido capitán general de Chile y Virrey del Perú entre 1.796 y 1801. Considerado el más ilustre gobernador de Chile.
A partir de esta fecha no hemos podido localizar nada de Julián Sebastián Zilleruelo, sí que murió en Santiago de Chile, pero ignoramos la fecha.
Uno de sus numerosos hijos, Juan Julián Zilleruelo Luna, que fue su hijo número 10, sirvió en el gobierno de Chile como militar, ocupando el cargo de Comandante de la Guarnición del Presidio Ambulante
Un hijo de Juan Julián Zilleruelo Luna, por lo tanto nieto de Julián Sebastián Zilleruelo, Guillermo Zilleruelo Castro, fue comandante del regimiento “Zapadores” de Chile.
Participó en la guerra del Pacífico como tercer comandante del Regimiento de Artillería de Marina y luchó en la toma de Pisagua el 2 de noviembre de 1.879. Luchó en la batalla de Dolores el 19 de noviembre de 1.879 y en la batalla de Tarapacá el 27 de noviembre del mismo año. También en la batalla de Tacna el 26 de mayo de 1.880 y el 11 de octubre de 1.880 ascendió a Teniente Coronel.
El 29 de octubre de 1.880 fue nombrado segundo comandante del Regimiento “Zapadores” y el 2 de noviembre de ese año fue nombrado comandante de “Zapadores”. Luchó heroicamente en las batallas de Chorrillos y de Miraflores el 13 y el 15 de enero de 1881, falleció en este último combate en la llamada guerra del Pacífico. (1.879-1.883). Una bala disparada a boca de jarro le hirió mortalmente tan fuerte fue el golpe que de cerca recibió Zilleruelo que le atravesó el rostro a la altura de los ojos.
La Guerra del Pacífico fue un conflicto armado, entre Chile y los aliados Perú y Colombia, también conocida como guerra del Salitre
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