Antonio Dorregaray y Rominguera Ceuta 1.823-Zaragoza 1.882 (I)
De cruz de San Fernando 1ª clase en Wad-Ras 1.860, a teniente general del Ejército Carlista en la 3ª Guerra, 1.872-1.876
Antonio Dorregaray nace en Ceuta el 11 de julio de 1.823, siendo bautizado en la iglesia catedral el día 14 del mismo mes y año, eran sus padres D. Ambrosio Dorregaray capitán de infantería natural de Arbizu, Navarra y doña Juana Rominguera natural de Ceuta.
En 1.835 con 12 años de edad en plena primera guerra carlista ingresa como cadete de infantería en el ejército de D. Carlos, al año siguiente es ascendido a subteniente por gracia, En 1.836 a pesar de su corta edad interviene los días 5, 6 y 17 de enero en las acciones de Guevara y Ollabau.
El 16 de marzo de 1.837 en la batalla de Oriamendi (monte Oriamendi, Vizcaya) a las órdenes del infante D. Sebastián. En dicha batalla se enfrentaron tropas carlistas e isabelinas. En principio las fuerzas isabelinas estaban mandadas por Espartero, Sarsfield y la Legión Auxiliar Británica, estas al mando de George Lacy Evans. Aunque al final solo se enfrentaron a estas últimas muy superiores. Fue una victoria carlista.
Los días 17 de abril y 12 de mayo de 1.839, Dorregaray intervino en la acción de Ramales a las órdenes del general Maroto, fue una victoria de las tropas isabelinas al mando de Espartero.
Tras la firma del Convenio de Vergara el 31 de agosto de 1.839 Dorregaray se acoge a la amnistía, pasando al ejército isabelino convalidándosele los ascensos y graduaciones obtenidas en el ejército carlista.
El 23 de marzo de 1.840 interviene en el Sitio y toma de Castellote, con victoria de los liberales dirigidos por Espartero. En abril participó en la toma de los fuertes.
Entre el 18 y el 30 de mayo de este 1.840 Dorregaray se encontró en el sitio y toma de Morella, esta se considera la última batalla de la primera guerra carlista, aquí lucharía contra sus antiguos hermanos de armas. Aunque el Convenio de Vergara se firmó el 31 de agosto de 1.839 algunos grupos siguieron luchando hasta ese día. En la toma de Morella recibió la cruz de distinción colectiva.
En 1.843 Es ascendido a teniente de Infantería con antigüedad, este año el 22 de julio interviene en la acción de Torrejón de Ardoz.
Al alzarse de nuevo los carlistas en la mal llamada segunda guerra carlista 1.846-1.849 combatió a sus antiguos compañeros de armas en las provincias vascongadas, al finalizar estaría de guarnición en San Sebastián entre los años 1.849 a 1.853.
En 1.854 estaba destinado en el regimiento de Gerona cuando fue ascendido a capitán por gracia general al adherirse al alzamiento nacional (conocida como revolución de 1.854) esta se inició con el enfrentamiento de fuerzas sublevadas al mando del general Leopoldo O´Donnell y fuerzas gubernamentales se trató de un pronunciamiento militar que fue seguido de una insurrección popular en junio de 1.854 durante el reinado de Isabel II, acabando con la Década Moderada y dando paso al Bienio Progresista.
En 1.856 estando destinado en el regimiento de Murcia, tomó parte en los sucesos de julio de este año en la conocida como (contrarrevolución de 1.856), por méritos le fue concedida la Cruz de San Fernando de 1ª clase.
En 1.858 fue destinado a Melilla interviniendo en diversas acciones de guerra. El 15 de agosto de este año recibió la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
El capitán de granaderos de Murcia D. Antonio Dorregaray, con su compañía de 20 confinados, mandados por el ayudante Álvarez, hizo una salida nocturna, logrando un Cárabo que estaba en el río entre San Lorenzo y Santiago, llevándolo por el curso del mismo hasta el Montelete, se cogieron también muchas bombas y granadas ocultas en el Tesorillo. (“El Telegrama del Rif”, año XV, Nº 9775 DEL 25.08.1.916)
(Parte) El Serrallo, Ceuta
En cumplimiento a la orden por el conducto de V.E. recibí ayer entre las doce y una de la tarde, pasé con un batallón a ocupar el Boquete de Anghera sobre el Barranco del Infierno, punto de ataque y paso del enemigo, los tres cuartos para las dos serían, cuando llegué allí, y envuelto instantáneamente los flancos y frentes por el enemigo, que pudo hacerlo por hallarse apostado en aquel cerradísimo bosque, se rompió el fuego desplegando el batallón en guerrillas por la escuadra de gastadores y la primera compañía, cuyo bizarro capitán cayó a los primeros disparos con una grave herida en la cabeza, aclamando con un viva a la Reina y a España.
Circuido de enemigos bien apoyado este cuerpo, sufriendo los fuegos a quemarropa, quedó desplegado en dos minutos del modo siguiente, escuadra de gastadores, primera compañía y una mitad de la segunda a la derecha de la posición, al mando del comandante fiscal D. Carlos Ruiz; tercera y la otra mitad de la segunda a la derecha de la posición al mando del segundo comandante D. Francisco Becerra, y a mis órdenes, la cuarta, quinta y sexta en el centro, reforzando la primera, la séptima y octava, prolongándose a la derecha, inmediatamente se echó encima del Alcántara el grueso de los moros en número de cinco veces mayor que el del batallón, que con una general instantánea carga a la bayoneta, batiéndose cuerpo a cuerpo, logró, no obstante el sensible, pero el crecido número de bajas que sufría, contenerlos y rechazarlos sucesivamente, ganando terreno, en cuyo movimiento cayó muerto con gloria el teniente de la sexta D, Juan Malavila, y herido de gravedad el de igual clase D. Jacinto Mena, de la séptima; y el ayudante D, Antonio Moltó; carga terrible para el enemigo, que se vio precisado abandonar el terreno a pesar de su obstinación. Rehaciéndose los moros, no tan solo contuvo el batallón su tercera embestida, sino que avanzó a la bayoneta valerosamente, y una mitad de la segunda compañía, con unas hileras que acudieron con oportunidad, logró salvar con arrojo aproximadamente a 100 hombres que al retirarlos del combate fueron atacados por unos 200 moros emboscados; conseguido esto y continuado el Alcántara su decisivo movimiento, llegó muy oportunamente el bizarro batallón de cazadores de Talavera, y con él consiguió avanzar unidos hasta la completa desaparición de enemigo, en el que se retiró la brigada por orden de vuecencia. Todo el batallón ha sufrido un fuego horroroso; pero mayor la escuadra de gastadores, que de catorce individuos tuvo ocho bajas, luchando con un valor heroico, no siendo menor el del honrado y noble proceder del asistente del teniente Malavila, Ramón Torrijos que se arrojó sobre el matador de su amo, atravesándole de un bayonetazo, e hiriendo a otros más, con una abnegación digna de elogios.
Todos los individuos del Alcántara han demostrado en este hecho de armas, en que casi la totalidad de la tropa han recibido en él su bautizo de sangre, por componerse de quintos, que son dignos soldados del ejército español; pero merecen particular y distinguido reconocimiento el segundo comandante D. Francisco Becerra, cuyo decidido y sereno arrojo sostuvo siempre con ventaja el ala izquierda; el comandante fiscal D. Carlos Ruiz, conduciendo la derecha con mayor bravura, al propio tiempo que mandaba también la fuerza defensora de los heridos, punto comprometidísimo; el padre capellán D. Nemesio Francés, que por prestar a los mismos el auxilio de la religión, siguiendo con ellos, fue contuso por un fuerte golpe de espingarda y haciendo uso de una carabina, mato a su agresor; el capitán de la séptima D. Antonio Dorregaray, que contuso en la cabeza y cuello también de espingarda, mató de una estocada al moro que le hirió; el subteniente D. Ginés Yañez, que mató de un pistoletazo a un moro, los capitanes D. Joaquín Tomsseti, D. Aurelio Esteban y D. Luis Losada, y los tenientes D. José Ceballos, D. José Carrillo, D. Daniel Cora, D. Francisco Pérez Pinto y D. Manuel Bel y Ferrer, que con admirable serenidad se batieron y condujeron con distinguido valor a sus compañías y unidades, así como infinidad de clases y tropas con hechos altamente meritorios, cuya enumeración sería interminable.
Los muertos y heridos en el batallón son los que figuran en la relación adjunta, y todos de gravedad, según perecer del ayudante-médico. Las espingardas, gumías y demás efectos que se recogió del enemigo han quedado en el cuartel general. Todo lo que tengo la honra de poner en el superior conocimiento de V.E. para los fines que haya lugar- y tengo la honra de elevarlo al superior de V.E. con inclusión de una relación de los muertos y heridos para su conocimiento y demás efectos- Dios guarde a V.E.
Campamento del Serrallo-26 de noviembre de 1.859 (Literal). (La correspondencia de España, del 12.12.1.859, del boletín de guerra del Serrallo=Boletín de Guerra=Campamento del Serrallo 26.11.1.859)
Por méritos en este combate obtuvo Dorregaray el ascenso a segundo comandante.
A primero de año solicito destino al mando de una fuerza de presidiarios armados, en la brigada de vanguardia del 1º cuerpo de ejército de África.
Campamento del Serrallo 9 de enero de 1860.
En el campamento del Serrallo se ha formado un batallón de presidiarios que el general Echagüe ha confiado a la energía del segundo comandante. Capitán que fue de cazadores Sr. Dorregaray. El objeto de este batallón es explorar el campo, facilitar la corta de árboles y mantener libres las comunicaciones con el campamento, previniendo toda grande o pequeña sorpresa. (“La correspondencia de España” del 03.02.1.860)
El 23 de marzo de 1.860 intervino en la batalla de Wad-Ras, una vez firmada la paz regresó con el ejército a Tetuán. Por Real orden del 8 de octubre fue declarado benemérito de la patria.
En este mismo año participó en diferentes acciones, por méritos de guerra fue ascendido a teniente coronel
Por valor en la batalla de Wad-Ras ocurrida el 23 de marzo de 1.860, por Real Orden del 30 de diciembre de 1.864 le sería concedida la Cruz de San Fernando de Iª Clase a la vez que se le otorgaba el empleo de coronel.
En el año de 1.862 por Real orden del 21 de noviembre se le concedió merced del hábito de la Orden Militar de Santiago.
Desde 1.860 hasta primeros de 1.866 estuvo de guarnición en diversos puntos de la península, en abril de este año pasó con destino a la isla de Cuba, con la graduación de teniente coronel por pase a ultramar, embarcó a primeros de mayo de 1.866 llegando a la Habana a finales del mismo mes.
Su pase a Cuba fue como jefe superior de la policía de la Isla, ocupó dicho cargo hasta mediados de noviembre, fecha en que se le concedió permiso para pasar a la península.
En noviembre de 1.867 embarcó nuevamente para la isla de Cuba, donde llegaría a finales de diciembre. El 1 de enero de 1.868 fue nombrado comandante militar de Colón, cargo en que permaneció hasta final de este año.
Damos algunos apuntes de su estancia en Colón:
Fue entre todos, el más culto, de vasta erudición, y uno de los más distinguidos oficiales del Ejército Español, delineó con su propia técnica, y contribuyó muy directamente a la construcción de lo que hoy es la elegante Avenida Máximo Gómez, desde el puente a la calle Calixto García. Esta obra, además de ser realizada para satisfacer las necesidades inmediatas del fomento progresivo de Colón, fue trazada con vista al futuro progreso urbano del poblado, pues sirvió de base, y debemos repetirlo que con esa alta mira fue ideada y construida, al orden simétrico del desarrollo urbano de Colón, no fue un trazado corriente de una calle en terreno baldío, sino una empresa de buenas proporciones, al ser necesario para llevar a cabalidad propósito concebido, destruir algunas casas que obstaculizaban el trazado. Ideo la celebración de un bazar para recolectar fondos para la construcción del Templo donde la grey católica de hoy pide misericordia y bendición al Señor, no limitándose a su feliz y piadosa iniciativa, sino que se dispone con actividad y entusiasmo, a recolectar personalmente los efectos que han de lucir en el citado bazar. Traza también, la carretera de Ríos de Piedra.
Dorregaray embarcó para España a raíz de abandonar la Tenencia de Colón, y al poco tiempo después oímos su nombre como el más temido jefe de las tropas carlistas. (Matanzas Cuba, organización)
Cuando arriba señalamos el “Grito de Yara”, se denomina con este nombre el inicio de proceso de la independencia de Cuba, este sería iniciado por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1.868.
De otro escrito de su estancia en Colón:
Antonio Dorregaray, Teniente Coronel del Ejército Español y luego General Carlista fue nombrado Teniente Gobernador de Colón (Cuba).Muy católico, apenas tomó posesión de su cargo, viendo paralizada la construcción de la iglesia, se fue a la capital de la isla para ver a su paisano Francisco Lersundi y pedirle dinero para la obra.
Pronto tuvo que abandonar la tenencia del gobierno y comandancia militar del lugar por disposición superior y marchó a la península.
Su regreso a España fue por haber solicitado un nuevo permiso por enfermedad.
Según Pelayo Villanueva en su Historia de Colón,
Francisco Lersundi, capitán general y gobernador de Cuba (1.866 1er periodo y 1.867-1.869 2º)
En mayo de 1.869 fue dado de baja definitiva en el ejército, por haberse ausentado sin licencia de la plaza de San Sebastián
Preliminares de la tercera guerra carlista (1.872-1.876)
Tras la revolución de 1.868 Isabel II fue destronada por la revolución “La Gloriosa”.
En el mes de julio de 1.869 se produce un alzamiento carlista que fracasa, se trató de un levantamiento armado que se produjo en algunos lugares de España, sobre todo en Castilla la Vieja, León y La Mancha, entre los meses de julio y agosto de 1.869.
El gobierno provisional trató de elegir un nuevo rey constitucional. Los carlistas aspiraban al reconocimiento de Carlos María de Borbón Austria-Este como rey de España. Esto se considera como el preludio de la tercera guerra carlista.
El 3 de febrero de 1.870, el rey de Italia rechaza la corona de España que había sido ofrecida a su hijo, el duque de Génova.
El 13 de mayo, Prim le ofrece la corona de España a Baldomero Espartero, que la rechazó.
El 25 de junio, Isabel II destronada por la revolución, La Gloriosa, abdica en su hijo Alfonso.
El 12 de julio, Leopoldo de Hohenzollern-Sigmeringen retira su candidatura al trono
El 10 de octubre, Amadeo de Saboya, duque de Aosta, acepta el trono español.
El 2 de enero de 1.871 Amadeo de Saboya entra en Madrid.
Con la llegada de Amadeo de Saboya provocó la insurrección armada de una parte del carlismo, mientras otra facción la política opuesta a la nueva monarquía y con posiciones conservadoras.
Creemos que Carlos María de Borbón y Austria-Este (Carlos VI) debió de pensar como una gran parte de sus partidarios, que a él le correspondía el trono de España antes que a un extranjero, como era Amadeo de Saboya.
Tercera Guerra Carlista (1.872-1.876)
Don Antonio Dorregaray en el ejército carlista:
En 1.871 don Antonio Dorregaray fue nombrado por D. Carlos (Carlos VII) comandante general del Reino de Valencia.
En Valencia iniciaba la sublevación Antonio Dorregaray, sumado a la causa carlista ya en su juventud y luego oficial de carrera brillante en el ejército regular, con destacada actuación en la guerra de África- en la batalla de los Castillejos y Wad-Ras-y luego en ultramar (Colón-Cuba) a las órdenes de Lersundi. Sería Dorregaray una de las cabezas principales del ejército de D. Carlos.
El 2 de mayo alcanzaba D. Carlos la frontera española y entraba por Ascáin. Gran decepción le debió acompañar. El mismo lo refleja en sus apuntes . (Historia General de España y América. Revolución y restauración/J. Andrés Gallego).
Las pocas tropas que contaba entonces D. Carlos VII fueron derrotadas en Oroquieta, estando a punto de ser capturado el pretendiente al trono de España, pero pudo escapar regresando a Francia. D. Carlos culpó a Díaz de Rada de la derrota.