Isidro Alaix Fábregas Ceuta 1.789 – 1.853 Madrid (I)

De soldado voluntario en la expedición de Marqués de la Romana a Teniente General y Ministro de la Guerra

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No hemos podido encontrar el acta ni certificado de nacimiento a nivel local, tampoco en el Archivo Militar Castrense. Según su hoja de servicios había nacido en Ceuta un 11 de octubre de 1.789. Fueron sus padres don José Alaix, cabo 2º de la 2ª compañía del regimiento de infantería ligera de Cataluña de guarnición en Ceuta, natural de Villa Ballén, Tarragona y doña Gerónima Fábregas, natural de Mahón, en algunos escritos parece que estaba en Ceuta con su marido como cantinera. Cosa bastante probable al no ser su marido oficial del ejército.

Sus padres habían contraído matrimonio en Mahón el 6 de abril de 1.782 lugar donde este estaba destinado con la graduación arriba indicada.

A primeros de noviembre de 1.789, dicho regimiento se encontraba de guarnición en Ceuta de donde tenía que partir para Barcelona, recibiendo el 9 de diciembre la orden de no embarcar por el inminente cerco de la ciudad por Al-Yazid.

Isidro Alaix Ingresó como soldado raso en 1.806 a los 16 años de edad en él mismo batallón en que servía su padre.

En 1.807 marcha a Europa como soldado voluntario con destino a Etruria en la “Expedición del marqués de la romana” (don Pedro Caro Sureda 1.761-1.810) enviados por Godoy para luchar al lado de los franceses, (Tratado de Aranjuez 1.801) llegando a Dinamarca. Alaix participó en la ocupación de la isla dinamarquesa de Fionia y la toma de Langeland. Poco después se rompen las relaciones con Francia tras la entrada de estos en España y obligando a Fernando VII a abdicar en Bayona (7 de mayo de 1.808). En este mismo año reciben una carta para que jurasen fidelidad a José I como su rey, la mayor parte deciden regresar a España y luchar con los que hasta ese momento habían sido sus compañeros de armas. Aunque el mariscal de campo Juan Kindelán, ahora afrancesado, intentó evitar él regresó. Procedente de España se presentó el oficial don Rafael Lobo, este había sido enviado por los diputados de Cádiz en un buque inglés, con la idea de rescatarlos con ayuda inglesa, posteriormente los ingleses enviaron varios buques, llegando estos a la isla de Langeland en Dinamarca y después a Gotemburg, Suecia levando anclas el 12 de septiembre llegando a Santander el 1º de octubre, entre los que regresaban venía el soldado Isidro Alaix.

Nada más llegar a España participa el 27 de octubre de 1.808 en Durango; en la batalla de Espinosa de los Monteros los días 10-11 de noviembre de 1.808; en 1.811 el 7 de febrero se encontró en la acción de las baterías del Almendro en Badajoz, por méritos de guerra fue ascendido a sargento 2º, en el mismo año el 16 de mayo en la batalla de Albuera, Badajoz, obteniendo los galones de sargento 1º; participó en 1.812 el 2 de febrero en la acción de Prado del Rey, en la carga dada a los franceses durante la retirada de Burgos el día 28 de abril. En 1.813 intervino con su batallón en el Sitio de Tarragona así como en bloqueo de Tortosa. En 1.814 entró en Francia con las tropas del 3º ejército.

En este año su batallón fue destinado al campo de Gibraltar, en él venía Alaix, en 1.815 pasó a Ceuta de guarnición durante seis meses.

En 1.816 se preparaba un ejército expedicionario para América, por falta de oficiales se escogieron a los sargentos más capacitados, siendo Alaix nombrado subteniente pasando a pertenecer al regimiento infante don Carlos, embarcando en Cádiz con destino al Perú.

En 1.817 una vez en Perú pasó a su capital Lima, siendo destinado a la división expedicionaria que partía para el reino de Chile, dicho ejército expedicionario al mando del general don Mariano Osorio estaba compuesto por: regimiento Infante D. Carlos al mando del teniente coronel D. Bernardo de Torre; regimiento de Burgos, al mando del coronel D. José María Baeza; regimiento de Arequipa al mando del comandante D. José Ramón Rodil; una compañía de artilleros montada; una compañía de zapadores al mando del capitán D. José Cascara; un escuadrón de lanceros del rey al mando del comandante D. José Rodríguez; un escuadrón de dragones de Arequipa. En total 3.262 hombres. Entre los ayudantes de Osorio, figuraba un joven y brillante oficial Joaquín Primo de Rivera, jefe del E.M. Isidro Alaix y dos jóvenes chilenos, al alférez de navío de la real armada D. Carlos García de Postigo, más tarde jefe de la escuadra de la República peruana y el nieto y heredero del conde de la Conquista que había emigrado a Chile después de la batalla de Chacabuco. (Los defensores del Rey, página 150)

A principios de 1.817 Alaix obtuvo el ascenso a segundo teniente y a finales a teniente.

Intervino el 19 de marzo de 1.818 en la batalla de Talca, contra las tropas del Rio de la Plata al mando de José de San Martín. En la misma noche en el combate de Cancharayada (no confundir con el que tuvo lugar en 1.814), recibiendo la medalla de distinción. Fue una victoria realista. Siendo Alaix graduado de capitán.

El 5 de abril en la batalla de Maipú, también conocida como (de los campos de Chile) enfrentándose, tropas independentistas de los ejércitos combinados del gobierno provisorio de Chile y provincias unidas del Río de la Plata y las realistas al mando de Mariano Osorio, fue una victoria independentista, en esta batalla cayó prisionero Isidro

Alaix, permaneciendo dos años retenido hasta finales de 1.820 en que participó de un canje, siendo trasladado a Lima.

A principio de 1.821 obtuvo el ascenso a capitán efectivo, en este año formó parte de la expedición al Callao, regresando a final del año al interior del Perú.

EL 19 de junio de 1.822 en las alturas de Apongo partido de Cangallo, cuando se le presentaron sobre las alturas las facciones reunidas de aquel partido. El capitán Alaix marchó a la bayoneta contra ellas luego que amagaron impedirle el paso, y pocos momentos bastaron para que muertos y prisioneros en su mayor número quedaran derrotados y dispersos aquellos insurgentes. Era ya al oscurecer, y una división realista, que venía a paso de carga hacia donde se oían los tiros, equivocó a la columna de Alaix con las partidas enemigas, rompiendo sobre ella un fuego vivo y muy nutrido; más apercibiéndose Alaix el engaño y con serenidad imperturbable prohibió contestar el fuego.

Las ventajas que de la victoria de Alaix se siguieron fueron inmensas, aquel país quedo todo pacificado y el ejército con consecuencia, con una atención menos que cubrir.

Así lo reconoció el general en jefe al darle las gracias en viva voz y el Virrey La Serna le concedió el grado de teniente coronel, graduado de caballería.

A fines de 1.823 fue destinado como jefe del E.M. de la división móvil.

Desde el 15 de diciembre de 1.823 se encontraba situado Rodil, en la provincia de Ica, con 831 hombres de todas las armas, a setenta leguas de terreno escabrosísimo del cuartel general, y a treinta de los enemigos, a quienes habían desalojado de aquel sitio. Su posición era bastante crítica y arriesgada; pero obediente y subordinado por principios, no trato de evadir su compromiso, y en tal situación se encontró la sublevación de las tropas del Callao con la solicitud de que se les incorporasen.

Rodil reconoció que más que meditaciones necesitaba de prontas providencias y tan luego como tuvo conocimiento del suceso, dispuso la salida del jefe de E.M. don Isidro Alaix, con dirección a la plaza con un bote con diez mil pesos en dinero, acompañado del capitán D. Sebastián Riera, que debía de conducir al cuartel general de Rodil al general rebelde Alvarado, prisionero de sus mismas tropas en la plaza, y regresar a enterarle de lo ocurrido y del estado y situación de la fortaleza. (Biografía de Rodil)

En varios documentos se indica que fue Alaix el que se ofreció voluntario para esta misión.

Ambos personajes salieron de la rada de Pisco el día 14 de febrero de 1.824 y llegaron el 16 a las diez de la noche, luego de sortear algunos obstáculos en la navegación. En los castillos, la emoción de ver la edificación más importante del pacífico sur junto a mil quinientos combatientes que se ganaron a la causa de España, llevó a don Isidro Alaix a darles un generoso abrazo a los coroneles José María Casariego y Dámaso Moyano, por tan extraordinaria labor. Los oficiales fueron recibidos con salvas de artillería y se logró por el momento asegurar la fortificación; coordinar las disposiciones generales y distribuir algunos pesos, para calmar la incertidumbre general de los soldados que durante varios meses no habían recibido algún tipo de paga.

Informado Alaix sobre los pormenores de la sublevación que devino en la entrega de las fortalezas; pidió reunirse con el general independentista Rudecindo Alvarado que se hallaba recluido en la casa del gobernador. Ordenó a los guardias que se separaran de la puerta para luego poner en conocimiento del general Alvarado, de la nueva situación en la cual se encontraba y a partir de ese momento era prisionero de los españoles.

El encargado de transportar al rehén de alta graduación era el capitán Riera, que partió la noche misma de su llegada y regresó después de cuatro días al puerto de Ica.

En los baluartes apostados en la dársena del Callao, se implantaron las nuevas disposiciones traídas del sur comenzando con la toma del mando por parte de Alaix, el reconocimiento de su autoridad frente a las tropas que desde ahora le debían sumisión y separar entre los presos, por precaución, a dos sujetos de los más influyentes, el marino español Pascual Vivero y el abogado Fernando López Aldana. Propuso a los habitantes de Lima que se rindieran, neutralizó las tentativas del Vice-Almirante Guisse y alcanza a desbaratar las propuestas hechas por el gobierno, que ofreció entregar más de 20.000 pesos fuertes a quien lograra revolver las fortalezas a favor de los patriotas. (Las últimas banderas, Rodil, el Callao y las últimas batallas por la independencia Del Perú 1.824-1.826= Christian Anthony Rodríguez. Tesis. Universidad Nacional Mayor de San Marcos /F de Ciencias Sociales E.A.P. de Historia)

Al tener conocimiento de los hechos y de la presencia de Alaix en el interior de Callao el mariscal don José de Canterac envió desde Jauja una fuerte división de su ejército al mando del general don Juan Antonio Monet, compuesta de los batallones de infantería Cantabria, Aro, 2º del real infante don Carlos, 1º del imperial Alejandro, el regimiento de caballería dragones de la Unión y tres piezas de artillería con sus respectivos servidores. El 27 de febrero esta fuerza se reunió en Lucia con el batallón de Arequipa y los dragones de San Carlos que mandaba el brigadier Rodil y sumando unos 3.500 hombres se unieron en la capital, luego de vencer la resistencia del coronel don Alejandro Huavique en Candevilla, entraron en el Callao el 29 de febrero, encontrándose con Alaix. Quedo Rodil al mando del Callao y al brigadier Mateos Ramírez al mando de Lima, ciudad que pudieron mantener hasta el 5 de diciembre.

Anuncio de don Isidro Alaix comandante 2º ayudante de E.M.

Estado mayor divisionario del Callao y su costa: 18 de marzo de 1.824

Una montonera enemiga adelanto el 18 del corriente diez hombres al pueblo de Lurin, con objeto de saquearle, ponderando gran número a retaguardia: pero D. Zenón Godines, D. Luis Lizalde y otros varios vecinos honrados se reunieron y aunque no tenían más que cuatro carabinas, palos, etc., y casi ningún cartucho, se opusieron a sus designios, matando a tres, y ahuyentando a los demás, sin que hasta la fecha hayan repetido su agresión, ni molestado a dicho pueblo, que reclamando del señor comandante general de esta división armas y municiones para formar una guerrilla, se le facilitaron de los almacenes del Callao, aprobando su propuesta de primero y segundo comandante a favor de aquellos beneméritos servidores. El Comandante Segundo Ayudante de E.M. ISIDRO ALAIX, 18 de marzo de 1.824.

En el lado independentista nada más enterarse Simón Bolívar de la ocupación del Callao con fecha del 20 de mayo de 1.824 publicó el siguiente decreto:

Dicho decreto se compone de 6 artículos:

He venido a decretar y decreto:

1º. La persona o personas que se pongan a la cabeza de una insurrección en la plaza del Callao, son declaradas y tenidas como beneméritas de la patria.

2º. El jefe que dirija la empresa recibirá una recompensa en propiedades nacionales de 50.000 pesos, y un empleo más sobre el que actualmente goce en cualquiera carrera que sirva.

3º. Los subalternos recibirán una recompensa proporcional a esta en todo, y particularmente tendrán entre todos una distribución de 200.000 pesos del erario.

4º. Si el ex presidente Tagle, o Aliaga, o Berindoaga entraren como caudillo de esta empresa, recibirán simplemente la recompensa de un perdón absoluto, así en sus vidas como en sus haciendas

5º. Si los comandantes Navajas y Ezeta, o cualquiera de otros oficiales pasados al enemigo, se ponen a la cabeza de la empresa y la logran, quedarán comprendidos en los goces del artículo 2º y recibirán por consecuencia la recompensa asignada de 50.000 pesos y el empleo sobre el que obtienen.

6º. Los ciudadanos o extranjeros que suministren 30.000 o 40.000 pesos para el logro de la insurrección del Callao, serán inmediatamente reintegrados sin pérdida de un día de igual valor por la comisaria el ejército, que tiene en reserva actualmente esta suma para el mismo efecto; y además recibirán dichos individuos el duplo de la cantidad que presenten, en libranzas contra el Tesoro Público y pagables en derechos o bienes nacionales; quedando desde luego en la clase de los más distinguidos y mejores servidores de la República, la que deberá preferirlos en todos los casos que sean compatibles con la justicia y las leyes.

Dado en el cuartel general de Huaraz, a 20 de mayo de 1.824 (Simón Bolívar)

El 3 de noviembre de 1824 tuvo lugar el combate de Bellavista, Perú:

Este fue un combate entre tropas realistas al mando de don Isidro Alaix y las independentistas al mando de don Luis Urdaneta.

El cuerpo realista formado por 100 jinetes y 500 cazadores de infantería, se encontraban al mando del comandante don Isidro Alaix el cual había planeado atraer a Urdaneta ordenando pastar sus caballos y dispersar sus infantes en tareas de aseo, cuando la división independentista se encontraba en tránsito por el punto denominado La Legua fue cargada por la caballería realista que aunque inferior en número la puso en dispersión, mientras que la infantería de Urdaneta se parapetaba tras unos tapiales tratando de impedir su destrucción, mientras se tiroteaba con las compañías de cazadores realistas que finalmente lograron rechazarlos y ocupar sus posiciones siendo los infantes independentistas perseguidos y sableados por el escuadrón de Alaix hasta las mismas calles de Lima teniendo la acción más de 150 bajas y 200 dispersos.

Cuando Bolívar tuvo conocimiento de esta derrota ordenó la inmediata destitución del coronel Urdaneta, reorganizando los cuerpos de la región y poniéndolos al mando del coronel Francisco Vidal y del teniente coronel José Félix Aldao.

Tras la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1.824 (fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres de las guerras de independencia hispanoamericanas y significó el final definitivo del dominio administrativo español en América del sur, tras capitulación firmada por Canterac el mismo día). El ejército unido puso sitio al Callao. Aunque se señala la capitulación del virrey La Serna, esta fue firmada por Canterac, por enfermedad del virrey.

El 20 de diciembre de 1.824 Alaix fue promovido a teniente coronel de caballería.

Sitio del Callao 1.824-1.826

El segundo sitio del Callao fue el asedio más prolongado ocurrido en las costas del Océano Pacífico durante las guerras de las independencias Hispanoamericanas.

El asedio dio comienzo desde la recaptura por parte realista el 5 de febrero de 1.824, que se prolongaría hasta la capitulación el 23 de enero de 1.826, no fue solo por tierra también fue sitiada por mar con: 2 fragatas, 2 corbeta y 4 bergantines, de la flota combinada de Gran Colombia, Perú y Chile.

El asedio por tierra lo protagonizaron las fuerzas combinadas independientes de la Gran Colombia y Perú contra las tropas realistas que defendían la Fortaleza del Real San Felipe del Callao, Perú

Después del triunfo independentista en Ayacucho, en el convenio de Capitulación firmado, se consignaba que la fortaleza del Callao debía ser entregada al ejército patriota.

El General español José Ramón Rodil se negó a cumplir esa disposición, indicando que él continuaría luchando a favor del rey de España, hasta el recibo de los auxilios.

Durante el sitio en junio de 1.825 don Isidro Alaix había sido ascendido al empleo de coronel.

Durante estos dos años pasaron verdaderas calamidades hasta el punto de tener que comer ratas, no quedaban ni caballos, a finales de 1.825 se encontraba don Isidro Alaix moribundo, ya que en la fortaleza había muchos contagiados de escorbuto (peste) y no solo militares, había civiles entre los que se encontraba el que había sido presidente del Perú Torres-Tagle con toda su familia, ningún miembro de esa familia pudo salvarse de morir allí. Se encontraba como gobernador de la plaza el brigadier don Ramón Rodil y como Segundo don Isidro Alaix.

El 11 de enero, el General Rodil enarboló la bandera blanca para parlamentar.

Había cogido Rodil el 22 de enero de 1.826 a un oficial llamado Villason y dándole la comisión de pasar al campo y canjear con Salom (General Bartolomé Salom 1.780-1.863) las bases de la capitulación (acortamos aquí parte del escrito por ser muy extenso), el oficial viendo como estaba la situación había aceptado menos artículos de los indicados en ella, volvió el oficial con las respuestas entregándoselas a Rodil, este estaba en el pabellón de Alaix, junto a la cabecera de la cama, debido a la enfermedad de este sabiendo Alaix su contexto y . Rodil los demás jefes aprobaron sin duda la moción de Alaix en todas sus partes (Biografía de Alaix, Galería Militar Contemporánea)

Una vez aceptadas las propuestas españolas por parte de Salón. Ambas fuerzas estaban convencidas de poner fin a esta sangrienta guerra, izando el General. Rodil la bandera de rendición el 22 de enero de 1826, firmando un honorable Convenio de Capitulación, firmado por el general Bartolomé Salom, y el brigadier general José Ramón Rodil, comandante de la fortaleza del Callao.

Una vez acordados los puntos se firmó la capitulación, Dicha capitulación se compone de 31 artículos que no se detallan por su largo contenido de los que solo dos fueron denegados por los enemigos que son estos:

Artículo 11: Los jefes, oficiales y empleados, que se acomoden al servicio de la República, serán admitidos en sus graduaciones respectivas. (Denegado).

Artículo 21: La República de Perú reasumirá en sí los créditos y débitos contraídos por este Gobierno desde que tomó posesión de esta Fortaleza en veinte y nueve de febrero de mil ochocientos veinte y cuatro. (Denegado).

Alaix quedó encuadrado en el Artículo 17: Los heridos y enfermos de la guarnición que dé ningún modo puedan viajar o navegar, serán alimentados y cuidados por cuenta de la República; y restablecidos disfrutaran las mismas consideraciones que los sanos en los artículos en que cada uno de su clase se hallen comprendidos. (Concedido).

Una vez repuesto, D. Isidro Alaix regresó a España. El 2 de enero de 1.827

Continuará en la segunda parte.

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