La CISO, el reto ‘in crescendo’ de Eduardo Hernández

Eduardo Hernández Vázquez nació en Ceuta hace 33 años y no quiere contar los que lleva ‘dando la nota’ con su música y su piano. Hace aproximadamente tres años se le metió en la cabeza la creación de una formación sinfónica internacional; un proyecto ambicioso tanto personal como profesional. Hasta él reconoce que al principio sonaba utópico, pero hoy puede decir que es el director artístico de la Ceuta International Symphony Orchestra.

Para este ceutí, nacido en una tierra de fronteras, los límites no existen. Como con todo, empezó por el principio, con los trámites burocráticos necesarios para poder hacer realidad una orquesta internacional hija de Ceuta. “Normalmente las empresas tardan cinco años en asentarse, pero nosotros la creamos en tiempo récord gracias a las personas que creyeron en ella, la CISO”, reconoce el músico, que con este, son tres años ya los que lleva sacando adelante la programación sinfónica de la orquesta y este año con sesión doble.

Anécdotas no le faltan. Si de por sí crear un proyecto así desde cero ya cuenta con obstáculos, que a los tres años de empezar se presente una pandemia mundial es todo un desafío, pero Eduardo Hernández y su equipo lo han retado y, además, ‘in crescendo’.

La curiosidad de esta edición de la CISO, sin duda alguna, ha sido la historia de dos componentes de la orquesta internacional que vienen de Rusia y de Polonia. Las chicas tenían que enfrentarse a cruzar media Europa de medida en medida de seguridad entre aeropuertos, estaciones y puertos pero, el padre de una de ellas, no quiso que eso fuera así y puso remedio para evitar cualquier situación de riesgo. Cogió una furgoneta, subió a su hija y a su instrumento, recogió a la otra compañera y, por supuesto, no se quedaron en Algeciras. Cruzaron el Estrecho y llegaron con su vehículo hasta Ceuta.

El director artístico se emociona nada más que de pensar la vocación que puede llegar a tener una persona para hacer eso, pero la realidad es que Eduardo está rodeado de un equipo que apuesta por una orquesta tan singular como su propia tierra lo es. “Ceuta es una ciudad que se creó sobre sí misma, está en el centro de todo el mundo y así funciona la CISO, porque está despojada de cualquier interés que no sea noble”, reivindica orgulloso el ceutí.

La evolución de la CISO en sus últimos dos años ha sido extraordinariamente buena, pero asumir la realidad que se les ha presentado con la crisis de la Covid-19 les ha terminado de romper los esquemas y les ha hecho imparables. Para Eduardo Hernández, que cuaje un proyecto así, con la perspectiva y el potencial que tiene tanto a nivel artístico como formativo, es un orgullo. Todos los músicos tienen experiencia en las orquestas jóvenes de sus regiones o países y “el hecho de dar un concierto en Ceuta lo viven como una aventura porque vienen aquí a dar lo mejor de sí mismos”, concluye el director.