La Francmasonería de Ceuta, discreta pero no secreta

“La masonería es lo contrario a una secta; difícil de entrar, pero fácil de salir. Para formar parte de una hay que pasar tres entrevistas y un voto cualificado”

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Para formar parte de una logia no se requiere de ningún ‘currículum vitae’, lo único imprescindible es tener las motivaciones claras. Según ha podido saber este periódico tras ponerse en contacto con miembros de la masonería ceutí es que para formar parte de esta agrupación hay que pasar tras entrevistas y un voto cualificado. Las entrevistas son realizadas por tres maestros masones, quienes redactan un documento haciendo una valoración del interesado.

Después, la entrada del mismo se somete a votación por todos los miembros de la logia con el voto cualificado, que no es más que la aprobación de esta intención por parte de un porcentaje de los miembros. Una vez es aceptada, se comienza a formar parte de la logia.

Por lo tanto, la masonería es lo contrario a una secta, ya que en una secta es muy fácil entrar pero muy difícil de salir. En la masonería, lo difícil es entrar porque hay que pasar por las tres entrevistas mencionadas anteriormente y por el voto cualificado. Para salir, todos los hermanos tienen las puertas abiertas.

Ceuta es una ciudad con una imperante tradición masónica y actualmente cuenta con una estructura básica que trabaja con la Logia Pitágoras de Málaga y dependen de la organización madre de El Gran Oriente de Francia. El Triángulo Hércules de Ceuta, a punto de cumplir dos años, está a muy pocos números de tener a los maestros masones para poder ‘levantar columnas’, expresión que representa el convertirse en una logia independiente de la Logia Pitágoras de Málaga.

Considerando que actualmente hay 15 miembros y en aumento, la realidad es que cuenta con una presencia paritaria en la que los hombres y las mujeres participan por igual y las edades de sus integrantes están comprendidas entre los 27 y los 70 años.

Si algo lleva por bandera este colectivo, es la ausencia de elitismo y de estatus social. “Aquí hay obreros, ingenieros, periodistas, y tenemos muy claro que todo el mundo tiene el mismo valor”, revela un masón. Y aunque algunos de sus miembros no quieren que se sepan sus nombres, la realidad es que esta hermandad se reivindica como “discreta, pero no secreta”.

“Somos unidades pensantes que se federan y trabajan juntas”, confiesa un masón ceutí. Desde este colectivo lo tienen muy claro, y como decía Saint-Exupéry “si no piensas como yo, hermano mío, lejos de ofenderme me enriqueces”.

Aquí es donde se sostiene uno de los pilares y divisas de esta organización: la laicidad. O dicho de otra forma: «Libertad de adhesión, libertad de opinión, libertad para creer o no creer». Se respeta que a título individual se decida creer o no creer, pero siempre manteniéndolo al margen de las decisiones y de la disciplina de esta hermandad y sin que interfiera en el estado.

La tradición masónica en Ceuta no es algo que solo se recoja en los escritos del miembro del Instituto de Estudios Ceutíes, Francisco Sánchez Montoya, como hizo en su libro “Masonería en Ceuta. Origen, Guerra Civil y Represión (1821-1936), sino que queda patente con el paso de los siglos en la arquitectura de Ceuta. Un ejemplo de esto es la ‘Casa de los Dragones’ que fue impulsada por dos hermanos masones y que la simbología masónica toma un gran protagonismo en su interior.

El control del número de miembros de una logia como tal no es más que una forma de trabajar. Una logia de 300 miemrbso es difícil de gestionar. Entre otras cosas, es por uno de los motivos por los que antiguamente en Ceuta hubo cuatro logias masónicas: tres adogmáticas y una dogmática.

Hércules era el nombre que tenía la logia más importante de Ceuta en 1936, de ahí el nombre de la que nació el pasado 27 de septiembre de 2018, Triángulo Hércules y a punto de ‘levantar columnas’, es decir, de consagrarse como una logia independiente en la ciudad de Ceuta.

La presencia de la Francmasonería en Ceuta se vio vilipendiada el 17 de julio de 1936, cuando dieron comienzo los ataques a los republicanos durante la Guerra Civil. En el centro de la diana se encontraban los masones, que fueron los primeros en ser fusilados. Actualmente, en el cementerio de Santa Catalina de Ceuta hay un mausoleo para el que fuera alcalde de Ceuta, Sánchez-Prado y una fosa común donde, además de francmasones, están también enterrados republicanos.

Para cualquier interesado en contactar con este colectivo, pueden dirigirse al correo masoneriaceuta@gmail.com

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