Ceuta y la península

Es cierto que, de momento, el covid19 lo acapara todo y provoca la paralización de proyectos de gran interés para Ceuta, pero es necesario seguir preparando a la ciudad para una nueva era.El cambio de timón de Marruecos era esperable y lo extraño es que nadie, durante años, se dedicara a perfilar una nueva estrategia frente a lo que se barruntaba. El conservadurismo o la comodidad apática, hacen que mentes brillantes se relajen mientras la tormenta avanza. El covid, nos ha servido para espabilarnos y, aunque algo a destiempo, se plantean propuestas que, al menos, marcan otro camino y que hay que empezar a ensayar. Tenemos que pasar de las palabras a los hechos y de la retórica patriótica al tajo de colocar los ladrillos del futuro.
Ceuta, como decía Vivas en su discurso del día de Ceuta, tiene una clara vocación peninsular, heredada de los portugueses, quienes hicieron de Ceuta un lugar estratégico de la península en el norte de África. Sin embargo, esa costa cercana sigue tan lejos como siempre. Y es que Ceuta no puede subsistir sólo del desarrollo endógeno y debe aspirar a tener un puente marítimo de comunicaciones ágiles y no a 15 euros por trayecto, sinó a un precio similar al que pagan los residentes, para que los peninsulares vengan hasta ella con la misma naturalidad que lo hacen a otros sitios cercanos a sus lugares de residencia. Ese objetivo debe ser fundamental y, además es bastante sencillo, porque no necesita más recursos que los que ya pone el Estado en la actualidad para garantizar la conectividad entre Ceuta y la península.
Si esto se consuma, si los negativistas dejasen trabajar a los entusiastas, sólo quedaría la también importante labor de preparar mejor a la ciudad para encandilar a la gente. Tampoco parece una tarea muy complicada, porque arte tenemos para eso y más, adrmás de poder ofrecer una oferta de contrastes distinta a la ya aburrida homogeneidad que se ofrece en tantas ciudades de España. Servicio y trato de calidad son imprescindibles, pero experiencias comerciales, culturales o deportivas diferenciadas también. Insisto, ingenio hay y ganas creo que también, si desde la ciudad autónoma y desde el Estado se apoya un plan integral turístico con un sello único y seductor.
Pero alguien pensará que mientras el covid siga fuerte todo esto es sólo una quimera. No, en absoluto. Ahora tal vez toque sufrir, como decía Churchill, con sangre, sudor y lágrimas, pero desde la guerra hay que ir construyendo la paz y un nuevo futuro. Aguantar pero resideñar para después de la embestida es lo que toca, porque futuro hay, pero hay que ganarlo desde ahora.