Instituciones

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Parece que las instituciones de nuestro país están sacudidas por uno de esos huracanes que lo arrasan todo. La Generalitat presa de un lunático, la Comunidad de Madrid agobiada por el covid, pero en guerra mutua con el Gobierno de España, como si Casado no se bastase para hacer la labor de oposición. El Gobierno de España, como una hidra de varias cabezas, entregado a la esquizofrénica búsqueda de aliados que impidan perpetuar los presupuestos de Montoro quien va a acabar ascendiendo a los cielos como el profeta Elías. Y, para no dar la vuelta a España, nos quedamos ya en Ceuta, cuyo Gobierno es el pim pam pum de unos y otros, porque los “hunos” le tachan de filovoxista y los “hotros” de no gobernar, de que su gobierno no se sabe si es el que gobierna. Y en otro ámbito gubernativo, pero que también es de Ceuta, tienen montada una con los profesores a cuenta del incumplimiento de la ampliación del cupo conprometido por la delegación para garantizar la seguridad sanitaria en las aulas, que les ha llevado (a los profesores) a organizarse y protestar.

La política, sin duda, está perdiendo fuelle y eso es el peor caldo de cultivo para la tranquilidad y el mejor para que auténticos inadaptados acaben dirigiendo las instituciones. Los ciudadanos ni son ciegos ni sordos y reciben el impacto de las diatribas y despreciables e inútiles intervenciones de los máximos responsables de las instituciones y están a punto de desertar. Y un país no se sostiene sin el ánimo y la fuerza de sus ciudadanos.

Los políticos deben volver a ponerse a la altura de las circunstancias. Hay quien no lo conseguirá nunca, porque no tienen capacidad para empatizar con la gente y su único objetivo es el poder, aunque cada paso que dan sea una mentira, cada palabra que dicen un guión de serie B y, cada gesto, una impostura. Pablo Iglesias es la encarnación de todo eso.

Vivas, nuestro Presidente, ha dado muestras muchas veces de esa capacidad que tanta falta hace ahora. Ha empatizado con todos, daba igual cómo se llamasen o dónde viviesen. Su objetivo ha sido igualar a Ceuta al resto de España, y sus palabras han sido para defender a Ceuta y reprobar la injusticia, la colectiva y la de se pueda ejercer sobre cualquier persona. Ese es el mejor camino y lo seguirá siendo siempre para que Ceuta salga fortalecida de cualquier crisis. Es una lástima que algúnos no sigan esa senda, pero de esos están llenas las instituciones, pero lo impostado dura poco. Ya lo verán.

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