El jurado declara culpable por asesinato a la acusada de estrangular a su marido en el Príncipe
JUSTICIA
El jurado popular ha considerado tras dos días de deliberación que ha quedado probado que la mujer acabó con la vida de su marido estrangulándolo con una bufanda. Para los miembros del jurado no queda probado el maltrato ni que hubiera discusión. Por unanimidad no cabe la posibilidad de indulto ni suspensión de la pena.
Durante el juicio, el Ministerio Fiscal elevó su petición inicial de 14 años a 17 años de prisión por homicidio, pero al haber sido declarada culpable por asesinato, ha decidido elevar a 21 años la petición de prisión. Por su parte, la Acusación Particular también amplió la pena solicitada de 20 años en cinco años, pidiendo 25 años ya que entendía que los hechos eran constitutivos de un asesinato con alevosía sorpresiva. Para la Defensa se trata de un homicidio y alega diferentes atenuantes como el arrebato y el arrepentimiento, por lo que mantiene su petición de 10 años. Naima se encuentra en prisión desde su detención. Tras el veredicto, será el juez quien determine en su sentencia la condena impuesta, una vez que se le ha acusado culpable de asesinato.
Los hechos juzgados ocurrieron la mañana del 26 de marzo de 2019 en el domicilio compartido por la pareja, que llevaba casada 13 años y tenía tres hijos en común, ubicado en la calle Este de la barriada Príncipe Alfonso. La acusada causó la muerte de su marido por estrangulamiento a lazo con una bufanda que encontraron junto al cadáver. Al inicio de la tarde de ese mismo día, en un estado de nerviosismo y ansiedad, la mujer paró un vehículo de la Guardia Civil cerca de la Almadraba, confesando el crimen.
Los vecinos aseguraron a los agentes de la Policía Nacional que habían escuchado una fuerte discusión esa mañana y ella aseguró que todo sucedió por accidente durante una pelea. Los policías declararon, durante la presentación de pruebas testificales en el juicio, no haber visto señales de pelea en la casa y la médico forense aseguró que el cuerpo del fallecido, que encontraron tumbado en la cama, no presentaba signos de haber sido trasladado.
El jurado ha considerado ahora que la mujer usó la bufanda para matarlo de manera sorpresiva y aprovechando la débil condición física de la víctima, no habiéndose probado que la mujer apretara el lazo en situación de acaloramiento o por motivo de los malos tratos, que no han quedado probados.