Gracias abuelo Rafael

Tus nietos, Javi, Arancha, Nathalia, Lidia, Alba, Alejandro, Pedro y María
Decía un artículo en prensa que nuestro abuelo, como muchos otros de su generación, fue una de esas personas que construyó la España que hoy conocemos, y que el Covid nos está quitando toda esa generación que luchó por seguir adelante y construir un futuro mejor, pese a las duras condiciones que se vivieron en nuestro país tras la guerra. Pero nuestro abuelo no solo construyó un futuro mejor para nuestra ciudad o para todas aquellas personas a las que ayudó en vida. Nuestro abuelo construyó el futuro de sus ocho nietos y por eso hoy le dedicamos estas palabras de homenaje y le damos las gracias por todo lo que ha sembrado en nosotros.
Abuelo, hoy recogemos lo que tú sembraste, que no es poco. Gracias a ti tus ocho nietos tuvimos la oportunidad de estudiar una carrera, la mayoría de nosotros fuera de Ceuta, incluso en universidades privadas. No tenías estudios, pero tu esfuerzo, tu trabajo y tu dedicación hicieron que tus nietos tuvieran una vida mejor de la que tú tuviste. A veces pensamos que no merecimos tanto de ti. Mes a mes durante todos los años de nuestra carrera universitaria, cada nieto, desde el primero hasta el último, recibió tu ayuda económica, además de tu apoyo incondicional, porque así eras tú, no querías que nos faltara de nada. Por eso no tiene sentido hablar de logros personales, porque todo lo que hemos conseguido ha sido gracias a ti. Todo lo que somos lleva tu legado, lleva tu nombre y lleva tu esfuerzo grabado en el alma, porque tu humildad y tu perseverancia nunca se perdieron por el camino.
Nuestro abuelo tenía un corazón enorme, y esa bondad y generosidad le caracterizaba. Abuelo, no hay más que ver los mensajes que hemos podido ver en las redes sociales en los que engrandan tu persona, en los que multitud de personas dicen que les diste su primer trabajo y que gracias a ti tuvieron una oportunidad en tiempos difíciles. Ceuta se quedó sin flores ese triste 4 de octubre en el que te despedimos, algunos de nosotros lamentablemente en la distancia. Eso dice mucho de ti, y es que dejaste huella en demasiadas personas. Te hacías querer muy fácil.
Abuelo, aún se nos hace difícil hablar de ti en pasado, porque sigues aquí con nosotros, en cada paso que damos, en cada logro que tenemos en nuestra vida, en cada experiencia. Te acordaste de nosotros hasta tu último aliento, antes de dejar este mundo. No existe consuelo que llene este vacío y esta pena que has dejado en nosotros.
Tú siempre estás, y siempre estarás, en nosotros y en nuestros hijos, tus bisnietos, a los que tuviste la suerte de conocer. Gracias abuelo por tanto, nos has puesto el listón muy alto y el legado más importante que nos dejas es tu bondad, tu honradez y tu humildad.