La competencia

Mucho hablan los responsables políticos de si esto o aquello es competencia de esta o de aquella administración. Es verdad que nuestra organización territorial da para más de un dolor de cabeza, por prolija e inexacta a la hora de definir bien quien es quien y qué es de cada cual, pero los gobiernos no están para enturbiar más las cosas, sino para facilitar la vida a los ciudadanos. Claro que eso debe ser en Alemania, porque lo que es aquí, más bien se han conjurado en montar tal maraña de argumentarios, que ya ni los tribunales se ponen de acuerdo sobre una misma cosa según en que sitio.

Lo de Madrid es el mayor ejemplo de enajenación, porque el gobierno de España se comprometió a que el estado de alarma sólo se aplicaría si lo pidiese un gobierno autónomo, pero como el que preside Ayuso no lo hizo, se decretó sin la anuencia de la comunidad de Madrid, después de que el Tribunal Superior madrileño anulase una orden del ministro de sanidad. Lo que Sánchez le ha venido a decir a Ayuso es que está dispuesto a gobernar Madrid él, por decreto, aunque ella tenga la mayoría en el parlamento madrileño. Sin embargo, a Torra le han tenido que desalojar los tribunales ante la inacción del gobierno de España. Se dice que las comparaciones son odiosas, pero lo que ha hecho Sánchez con Madrid es intervenirla sin aplicar el artículo 155, sino el estado de alarma y esto es cómo afirmar sin afirmarlo, que el gobierno madrileño estaba incumpliendo gravemente sus obligaciones legalmente establecidas. Lo va a tener que explicar muy, pero que muy bien, porque Ayuso nunca ha estado en rebeldía ni frente a la ley ni a las instituciones del Estado. Sin ir más lejos, en la visita del Jefe del Estado a Cataluña, el gobierno autónomo incumplió sus deberes y arrastrada por la deriva secesionista de cuatro majaras, hasta la alcaldesa le dio también la espalda a la Corona. Pero esos son amigos y a los amigos se les consiente todo…

Tampoco me queda muy claro por qué en Ceuta, el gobierno autónomo parece llevar el peso de la lucha contra la pandemia, cuando las competencias las lleva directamente el ministro Illa con su delegado territorial en Ceuta, a saber, el doctor Lopera, que tiene los centros de salud y el hospital universitario bajo exclusiva jurisdicción. Al parecer los medios humanos y materiales son insuficientes ante el crecimiento del número de infectados, pero no me extrañaría que al final le acaben echando la culpa a Vivas o a Guerrero de lo mal que se gestiona la sanidad en Ceuta.

Al final, y en esto tiene razón Ayuso, la incompetencia la pagan los empresarios y los trabajadores, así que dejen ya de demostrarse a si mismos lo poderosos que son y tomen medidas que dañen al coronavirus, no a las ya maltrechas economías de las personas