El Periodismo

Decía hace unos días Carlos Franganillo, presentador de uno de los informativos de la primera de rtve, algo así como: “… y la pandemia sigue creciendo en España”. Antes de los puntos suspensivos, acababa de relatar la inenarrable bronca que se había producido en la sesión de control al gobierno, en la que todos insultaron a todos. Se habló (perdón, es más exacto decir se ladró) de nada, o sea de ti y de mi, de quien más guarro y más embustero y hasta Franganillo, hombre tranquilo, sensato e inteligente, y a pesar de la primera, enlazó la inútil y estéril reunión de acomplejados con aquello (y repito adrede) de “y en España la pandemia se sigue extendiendo”. Mayor bofetada imposible, destinada a unos lunáticos ausentes, que están en las cosas de la luna, pero ignoran o se desentienden de lo que está pasando en España.

Diez millones de pobres auguran todos los expertos para España. La pandemia es el enemigo y el causante según Illa, pero después de lo que vio Franganillo y contó a todos los españoles, da la sensación de que hay más responsables.

¿Por qué no nos endeudamos para comprar todas las pcr que hagan falta, o para contratar miles de rastreadores, médicos, enfermeros, científicos que ayuden a crear tratamientos y vacunas? A lo mejor nos pasaba como a los chinos, que ya no necesitan ertes y su economía vuelve a relanzarse. Pero seamos claros, porque aquí tenemos ertes porque los paga Europa y ya nos hemos gastado el fondo de ayuda. Aquí estamos en la bronca, en la chabacanería impropia de un país como España. Nuestros gobernantes lo arreglan todo con las imposiciones y con las culpas para los demás y los empresarios y los ciudadanos, atónitos ante tanta ineficacia, acabarán por votar a cualquier ejército de salvación antes que a quienes ahora, y digo ahora, se preocupan por modificar la ley de memoria histórica, la ley del aborto, la ley del consejo del poder judicial y si nadie se lo impide, la constitución y el modelo de estado, o a quienes teniendo que ser alternativa, sólo están preocupados por saltarse más señales de tráfico antes de que les adelanten por la derecha.

Y mientras tanto en España…. Y ahí también está Ceuta, que presenta mejores números frente al covid-19, pero otros alarmantemente peores desde el punto de vista económico. Antes de restringir hay que dialogar y, sobre todo, demostrar que se han puesto todos los medios posibles para evitar las restricciones. Como en china.