Manuel Olaguer Feliú y Olona (Ceuta 1.759-1.824 La Coruña) (II)

Ingeniero militar, mariscal de campo (actual general de división)

En el anterior escrito dejamos Manuel Olaguer Feliú, partiendo para Lima el 1º de octubre de 1.811.

Al comenzar la guerra de la independencia de Chile, reconocida su experiencia en el territorio chileno y su completa lealtad al Rey se integró a la expedición de la reconquista de Chile al mando del brigadier Antonio Pareja.

Pareja había zarpado del Callao el 12 de diciembre de 1,812 llevaba cinco bergantines con armamento, vestuarios y equipos con cincuenta soldados y veinte oficiales, así como con cerca de 30.000 pesos en dinero.

El 26 de abril de 1.813 el general independentista Miguel Carrera tenía organizado un ejército de unos cuatro mil hombres, ese día Pareja le salió a su encuentro, sufriendo una emboscada, esto le costó al ejército español una baja de ciento ochenta hombres, y a los independentistas alrededor de quinientos muertos y casi ciento ochenta prisioneros.

Pareja que sufría unas fiebres malignas no pudo permanecer al mando de las tropas (falleció el 21 de mayo de 1.813) haciéndose cargo de las mismas el comandante Juan Sánchez, presentando batalla a los independentistas cerca de San Carlos a pesar de ser mucho menor el número de realistas hizo huir a estos apoderándose del terreno.

La captura de la fragata “Thomas”.

Siete días más tarde de la muerte de Pareja, el 28 los independentistas se apoderaron de Talcahuano en el centro-sur de Chile.

El 7 de junio vieron llegar a la entrada de la bahía a la fragata “Thomas”, los independentistas chilenos urdieron un plan para apoderarse de ella.

La fragata Thomas procedía del Callao, Perú, conduciendo a jefes, oficiales, pertrechos y dinero para Pareja, ignorando que ese había fallecido y sin saber tampoco que Talcahuano estaba en poder de los independentistas se acercaron a la bahía, y, durante la noche del 8 de junio la abordaron con dos lanchas cañoneras y algunos botes a los mandos de dos oficiales.

Entre los capturados se encontraban algunos jefes, el secretario de virrey Abascal, brigadier Simón Rábago, que venía para segundo de Pareja, el coronel Manuel Olaguer Feliú, que procedía de Lima, con él iba su hijo Enrique, el capitán de fragata Ignacio Colmenares al mando de la fragata, el teniente coronel Bernardo Montuel, el médico Manuel Julián Grajales, quien había estado en Chile comisionado para enseñar la inoculación de la vacuna, y cerca de treinta oficiales subalterno. Pero no solo fue de gran importancia la captura de estos para los independentistas. Quizás para ellos tuvo más valor los 51.000 Petacones de oro (monedas) y más o menos el mismo valor en equipos para su ejército. Los prisioneros fueron enviados al Callao.

Durante la reconquista de las llamadas independencias tempranas (1.814-1.817) Manuel Olaguer regresó a Chile con las tropas de Mariano Osorio, como brigadier Director del Real Cuerpo de Ingenieros.

Construcción de dos fortalezas para dominar Santiago, Chile

El empleo de brigadier le había sido dado por el virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa, que más tarde confirmó el Rey, fue el encargado de dirigir estos trabajos; y en consecuencia de esta comisión, en 1.816 trazó dos fuertes o castillos, uno en el Norte y otro en el Sur de Cerro de Santa Lucia, separados por una corta distancia, para que pusieran protegerse entre sí por un sendero fácilmente practicable que se pensaba abrir en roca. Esos fuertes, que serían construidos de piedra y cal, tendrían capacidad para colocar ocho o doce cañones cada uno, y dotados de un edificio anexo para depósito de municiones y abrigo de la guarnición, y de hornos para preparar la bala roja con que incendiar en caso necesario el barrio de la ciudad de que se hubiesen apoderado los enemigos.

Cuando habían transcurrido cerca de dos meses después de la iniciación de los trabajos, convocó el Presidente Marcó el 7 de marzo una Junta de Fortificación, compuesta por los oficiales superiores más aptos para entender en ello, y tomando allí en cuenta que no había tiempo para hacer aquella consulta a la Corte, se acordó seguir la obra, informando de todo al Rey.

El actual Castillo Hidalgo, originalmente llamado Batería Santa Lucía, corresponde a una de las dos fortalezas españolas destinadas a la defensa de Santiago y que nunca sirvieron como tales. Es la última construcción significativa de la corona en Chile, levantada en 1.816, en el transcurso de ese breve período histórico que llamamos La Reconquista. Se trata así de una peculiaridad, no clasificable como colonial ni tampoco republicana. A cargo de su ingeniería estuvo el Brigadier del Real Cuerpo de Ingenieros, Manuel Olaguer Feliú.

El 12 de febrero de 1,817 tuvo lugar la batalla de Chacabuco, Chile, entre tropas de las Provincias Unidas del Río de la Plata e independentistas chilenos. Las tropas realistas a los mandos de Rafael Maroto y las independentistas a los de José de San Martín y Bernardo O´Higgins.

En la primera parte del escrito nombramos a Ambrosio O´Higgins como virrey del Perú, el citado ahora como independentista Bernardo O´Higgins, era hijo del virrey

Dicha batalla terminó con derrota realista.

Tras la batalla las tropas españolas se retiraron preparando el posterior embarque con destino al virreinato del Perú.

Marcó de Pont (Gobernador de Chile 1.815-1.818), remitió su equipaje al puerto, enviando también con rumbo a Valparaíso al brigadier Manuel Olaguer Feliú. Su viaje tenía aparentemente el objetivo de colaborar en la organización de la defensa del puerto, sin embargo, su verdadero objetivo era planificar todo para el embarque de Marcó de Pont, y del ejército.

Maroto, su esposa y unos pocos oficiales, entraron en Valparaíso en la noche del 13 de febrero. Encontrándose en Valparaíso el brigadier de ingenieros Manuel Olaguer, enviado por Marcó de Pont para disponer las naves para una eventual evacuación, estaban también, el gobernador de Valparaíso el capitán de fragata don José Villegas y el sargento mayor de la plaza el teniente coronel don Pedro Antonio Bargoño. Si bien le correspondía a Olaguer Feliú tomar el mando de la plaza, por ser el oficial más antiguo y de más alta graduación, atropellando esta situación jerárquica, designó para el cargo a Maroto con un simple decreto. Lógicamente esto molestó a Olaguer Feliú y a sus oficiales, además, se vio impedido de organizar el embarque ordenado del ejército en las naves que había logrado reunir, porque estas fueron invadidas por la muchedumbre, especialmente mujeres.

A la mañana siguiente, 14 de febrero de 1.817 Maroto entregó el mando al brigadier Olaguer Feliú, dándole las instrucciones verbales que había recibido de Marcó de Pont, ambos se encontraban en la fragata “Bretaña”,

Durante la navegación hacia el virreinato del Perú, el día 16 falleció a bordo de esta fragata la esposa de Manuel Olaguer Feliú, que había embarcado gravemente enferma. (Valparaíso, 13-14 de febrero de 1.817 “El Dunkerque Español en Chile”, autor Pedro Sapunar Peric).

Llegado a Pisco, Perú, Olaguer Feliú embarcó en la fragata “Resolución”, arribando el día 9 de marzo, en que fue procesado por el virrey, emitiendo sus descargos el 13 del mismo mes.

El nombrado arriba don Rafael Maroto años más tarde, en 1.833 al inicio de la primera guerra carlista (1.833-1.839) pasaría al lado de don Carlos, en 1.839 trató con Espartero para el final de dicha guerra, pero haciéndolo a espalda del pretendiente al trono de España don Carlos María Isidro, Carlos V, fue el autor junto con Espartero del abrazo de Vergara, esto fue considerado en el lado carlista como la traición de Maroto.

En diciembre de este año Manuel Olaguer como Subinspector y Director del Real Cuerpo de Ingenieros del Virreinato del Perú, integró la junta de guerra presidida por el virrey Pezuela.

En 1.819 fue nombrado por el Rey caballero gran cruz de la Orden de San Hermenegildo.

Capital de Perú, 11 de abril de 1.820

Habiendo convocado Junta de guerra el Excmo. Sr, Virey para la tarde de este día, al Excmo. Sr. D. José de la Serna Teniente General de los Reales Egércitos, á los señores Mariscales de Campo D. José de la Mar, el Subinspector General D. Manuel de Llano Subinspector de Artillería, á D. Antonio Vacarro Gefe de la Escuadra y Comandante General de Marina, y al Brigadier D. Manuel Olaguer Feliú Subinspector de Ingenieros, juntos en su gabinete manifestó S.E. el estado de riesgo en que se hallaba la Plaza de Guayaquil de ser atacada por los insurgentes de Chile según noticias, y la necesidad de recurrir cuando sea posible para su defensa, manifestando igualmente el plan de defensa que por la Junta celebrada en aquella Plaza se había adoptado y remitido a su Gobernador para su aprobación, notificando así mismo la determinación de dicha Junta, consiguiente á la propuesta de aquel Gobernador, de acuartelar mil hombres sobre los de la guarnición que se consideraban necesarios a la defensa; y que por último, el expresado señor Gobernador en oficio separado suplica á S.E. le exónere de aquel Gobierno enviando un interino que se haga cargo de su defensa, por ser á su posibilidad insoportables los motivos que á ello le obligan. En consecuencia, leído el plan de defensa y adicciones dadas á él, por la Junta celebrada en Guayaquil el día 11 de marzo pasado, pareció arreglado y metódico según las circunstancias de aquel territorio y ría; y unánimamente fueron del parecer del Excmo. Sr. Virey y dichos Sres se aprobase, respecto á que solo con presencia del terreno podría rectificarse, impracticable por cierto sin aquella cualidad; pero que por lo respectivo á acuartelar los mil hombres, se sobreseyese por razón de haber dicho el Excmo. Sr. Virey tenía dispuesto que el batallón de Granaderos del centro que viene embarcado en las fragatas de guerra, y de un día a otro se esperaba en Arica, le lleven sin tomar tierra las mismas fragatas á Guayaquil; y en tal caso no hay necesidad de otras tropas acuarteladas, teniendo si aquellas milicias prontas y con la posible disciplina para un caso urgente, lo que deberá encargarse á su Gobernador.= Se establecerá en Punta de Piedra desde luego la cadena que propone en su oficio, y aquel Sr. Gobernador acompaña, del Comandante é Ingeniero voluntario, por ser una medida útil y de defensa en aquella ría, y precaver la Plaza de un pronto y repentino ataque.= Del mismo modo se acordó se socorriese el Excmo. Sr. Virey de numerario aquellas Reales cajas con la cantidad que fuese posible de las urgentes y apuradas escaseses del erario, y con respecto á las vastas extensiones de él, en todo el virreynato= Por último, resuelto á relevar dicho Sr. Excmo. á aquel señor Gobernador consiguiente á su oficio que acompaña fecha de 20 de marzo pasado, por las consecuencias funestas al Real servicio que de lo contrario pudieran originarse, propuso S.E. se meditase y resolviese qué Gefe de los existentes en esta capital sería conveniente destinar á aquel encargo, y reuniendo en lo posible las cualidades y conocimiento de mar y tierra, llenase el objeto. Conferenciado este punto se resolvió unúnimemente que el Brigadier de la Real Armada D. José Pascual de Vivero, cuyo desempeño exacto, y carácter propio á conciliar los ánimos en las circunstancias del día, y en las que por notificarse halla aquella ciudad, debía ser destinado de Gobernador interino, llevando á su lado de ayudante un oficial esperto y de conocimiento; y habiéndose confirmado en todo el Excmo. Sr. Virey, lo firmamos.= Joaquín de la Pezuela.= José de la Serna.=José de la Mar.=Manuel de Llano.= Antonio Vacarro-=Manuel Olaguer Feliú.(Literal)

En la Ciudad de los Reyes del Perú, 16 de mayo de 1.820

El diez y seis de mayo de 1820, se reunieron consecuentemente á la órden del Excmo. Sr Virey en casa del Teniente General D. José de la Serna, que presidió la Junta, los Mariscales de Campo D. José de la Mar y D. Manuel de Llano, y el Brigadier D. Manuel Olaguer Feliú; y leído el oficio de S.E., fecha de 18 de abril, y demás que le acompañan, acordaron se hiciese presente á S.E., que el estado actual de las cosas es tal, que en su concepto exige á la mayor brevedad una medida capaz de proporcionar el caudal competente, no solo para mantener la fuerza armada de mar y tierra, considerando que el egército de Lima debe constar por ahora de 6.000 hombres, sino también para auxiliar al egército del Alto Perú, el cuerpo de reserva al Sr. Virey de Santa Fé, á Chiloe, Arauco, Panamá, y demás puntos que con proporción a las urgencias de cada uno, y según lo permitan las particulares atenciones de la capital. Bajo este supuesto de absoluta necesidad, y teniendo presente aquel proverbio de que el dinero es el nervio de la guerra, y la contestación á Luis XII, comúnmente sabida del General Tribulce, de que para hacerla con buen éxito se necesitan tres cosas, dinero, dinero y, dinero: principio aún más aplicable a la presente que desgraciadamente sufre esta parte de Sur-América, pude decirse con todas probabilidades de una moral de seguridad, que si falta este poderoso agente, todo, todo acaso se pierde. Tomadas por S.E. el Sr. Virey todas las medidas de economía que son dables, pues hasta se han descuartelado tropas, sin embargo que S.E., así como los que suscriben conocían no ser oportunos, tanto porque el horizonte en lo militar todavía no estaba despejado, como porque una prudente desconfianza madre de la seguridad, parece que después de haberse tenido como es notorio, varias Juntas con el importante objeto de buscar arbitrios que produgesen fondos para atender a la defensa del dilatado territorio de este virreynato, amenazado por diversos puntos, y serlo también que aquellos, no han producido otra cosa que recursos efímeros, ó como suele decirse para salir al día, se está ya en el caso de adoptar otros, desechando todo sistema á proyecto, que no proporcione fondos permanentes, y efectivos, pues faltando éstos es consiguiente operar sin plan, caminar a tientas, no poder tener la correspondiente fuerza disponible, a fin de que las operaciones militares no puedan verificarse a tiempo, ni con la actividad ni energía que se requiere; porque es evidente que sin hombres para soldados, sin dinero para pagarlos, sin víveres para sostenerlos, y sin armas para su defensa, todo queda paralizado. Así, pues, el imperio de la necesidad en interés del servicio del Rey unido al de la nación en general, invita y obliga a que se aporte un medio, que aunque extraordinario en otras circunstancias, no debe serlos en las críticas del día, en que es preciso no perder de vista de modo alguno el objeto principal, á saber, la conservación al Rey de esta parte preciosa de sus dominios. Los que subscriben sin entrar en discusión acerca de la utilidad del comercio libre, solo dirán que éste presenta un vasto campo a la política, y que la materia es delicada; pero Que si no hubiese otro arbitrio para facilitar los fondos necesarios á la defensa del vireynato, y no quedar expuesta á funestas consecuencias, consideran debe adaptarse aquel, pues la ley de la necesidad, que hace callar á las demás, así lo exige, excusando hacer observación alguna acerca de los recursos importantísimos que han prestado los permisos á buques estrangeros, pues consta que sin ellos no habría podido atender el vestuario de la tropa por falta de los artículos de primera necesidad, y más particularmente al del armamento y otros de guerra, tanto para la marina como para el egército= Por último la Junta manifiesta sus ideas sobre tan ardua espinosa consulta con el lenguage de la verdad, y franqueza propia de la carrera que profesan: la autoridad suprema que representa en estos dominios la persona del Soberano, con más datos se creara la resolución que juzgue conveniente= José de la Serna.=José de la Mar.= Manuel de Llano.= Manuel Olaguer Feliú. (Literal) (De lo manifiesto en que el virey del Perú, Don Joaquín de la Pezuela refiere el hecho y circunstancias de su separación del mando y anuncia las causas de este acontecimiento.

Autor Joaquín de la Pezuela).

En 1.820 publicó la Gaceta de Madrid lo siguiente:

El Rey se ha servido promover en el Cuerpo Nacional de Ingenieros de la División de Indias, según el reglamento de dicho Cuerpo, a Mariscal de Campo al Director Subinspector D. Manuel Olaguer Feliú.

Manuel Olaguer Feliú, con fecha del 19 de octubre de 1,820 solicitó al marqués de las Amarillas, Ingeniero General de España, su regresó a la Península.

Los funcionarios y jefes españoles, en su mayor parte liberales, presionaron al virrey Pezuela a presentar su renuncia, y el 29 de enero de 1821, el general José de La Serna asumió el mando. En esos días llegó al Perú Manuel Abreu, delegado del gobierno español, con expresas directivas de llegar a un entendimiento con los patriotas.

Por primera vez un virrey don Joaquín de la Pezuela, fue obligado a ceder el mando al militar de mayor rango, al teniente general don José de la Serna e Hinojosa.

Junta de Pacificación del Perú.

La Junta de Pacificación del Perú quedó compuesta por los individuos siguientes: el mismo virrey La Serna que como jefe superior debía de presidirla; los mariscales de campo don José de la Mar, Subinspector General del Ejército; don Manuel Olaguer Feliú, Subinspector de Ingenieros; don Manuel de Llano y Nájera, Subinspector de Artillería; el jefe de la Escuadra don Antonio Vácaro, Comandante General de Marina; el Alcalde de Lima, Doctor don José María Galdiano; el Canónigo, Doctor don José Manuel Bermúdez; el Comisionado Regió y Capitán de Fragata, don Manuel de Abreu; el capitán de Fragata, don José Ignacio de Colmenares.(Literal) (Historia de Chile, Tomo XIII /Diego Barro Arana).

En dicha junta se trató con el general José de San Martín las condiciones de entrega del Callao.

Sobre el regreso a España de Manuel Olaguer Feliú, informando favorablemente su solicitud al Ministro de la Guerra, Madrid 4 de abril de 1.821, el Rey autorizó su regreso, arribando al puerto de Cádiz el 20 de abril de 1.822. El 7 de octubre de este año fue destinado a la Dirección y Subinspección del Real Cuerpo de Galicia.

Falleció en La Coruña siendo capitán general de Galicia el 7 de junio de 1.824, fue enterrado dos días después en la Parroquia de Santiago Apóstol de forma solemne con asistencia de diecisiete sacerdotes y dignidades.

Algunas fotos utilizadas en diversos escritos son tomadas de Internet, tratamos siempre de citar las fuentes y sin ánimo de lucro, solo intentamos dar a conocer destacados personajes ceutíes, algunos poco conocidos y otros olvidados a los que debemos de recordar

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