De planes estratégicos y de expertos

Los planes son necesarios, porque al menos muestran un camino a seguir. Pero mucho me temo que en Ceuta y con la que hay liada, sea por lo simpático que está Marruecos, por el covid o por lo poco que se nos atiende, el camino no es fácil de planificar y, como decía el poeta, se hace camino al andar, porque… no hay camino.
Así llevamos ¿cuánto? Con anuncios que se olvidan, planes que se archivan, propuestas que pasan del júbilo a la oscuridad, alegrías y depresiones y siempre, siempre, con el optimismo por bandera, como le ocurre a todos los que no llegan a fin de mes; porque sino ¿qué nos queda? Pero Ceuta, como esa Asturias de Victor Manuel, “sola en mitad de la tierra e hija de mi misma madre”, sufre lo suyo y lo sufre en silencio. Sufre la hostilidad de su injusto y desleal vecino, el azote de un virus global y diabólico y la tibieza del gobierno de España. Sufre sus propias contradicciones, al buscar a veces la cuadratura del círculo, la cercana lejanía de la tierra suya y el desdén de algunos de sus propios hijos.
Ahora mira con más intensidad al norte, porque el sur es incierto de comportamiento y falto de inteligente empatía, pero mira en un momento de abundante niebla en ese horizonte que busca, en el que alguien está urdiendo otro plan estratégico para desguazar España y el mal llamado por ellos, régimen del 78. Ellos son los nazis de bildu, los descendientes de aquel exaltado de Companys y los del tres por ciento del huido de la justicia llamado Puigdemont. Lo hacen con el aliento de un tipo que dijo sin despeinarse la coleta, que sentía envidia sana de lo bien que se vivía en Venezuela y, entre tanto, el Presidente del Gobierno, anda silente, pero no el PSOE, que aún tiene líderes sensatos que están muy preocupados. La constitución del 78 no es un régimen, sino un canto a la libertad de todas las personas y pueblos de España y sigue siendo la mejor respuesta conocida frente a estos nostálgicos de la guerra y de la melancolía.
Pero la vida sigue, la cotidiana, la de verdad para casi todos y unos y otros están reaccionando. Y anunciaba yo en el título de este artículo que también haría algún comentario acerca de los expertos. Hay expertos en muchos campos y en Ceuta también, pero no lo es ni quien se autoproclama como tal, ni tampoco quien ocupa el puesto de experto sólo por el hecho de ocuparlo. Parece interesante la propuesta del Colegio de Médicos de Ceuta y seguro que merece la pena tenerla en cuenta, porque el citado órgano no ha parado de hacer propuestas para mejorar nuestra manera de afrontar el combate ante el covid. También los empresarios, que algo sabrán de economía, se posicionan respecto a las medidas a adoptar. Y curiosamente, ambas partes citadas coinciden en la necesidad del cribado masivo, pero cuando llegamos a este punto, parece que el problema es el terreno de juego o mejor dicho, quien corre con los gastos de ponerlo fino para el partido. Ahí si que no se ve especialización por ninguna parte. Dicho queda otra vez.