Dunia Mohamed: «Vivimos con una venda en los ojos y estamos acostumbrados a situaciones deshumanizadoras»

ENTREVISTA

‘Nepantla’ consiste en dos catálogos, en los que la autora ahonda en profundidad en las historias de diferentes personas migrantes que se encuentran en Ceuta viviendo en las calles

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Dunia Mohamed Abdelkader, natural de Ceuta graduada en Educación Social por la UGR Ceuta. Se mudó a Granada para realizar un master en artes visuales y como trabajo de fin de grado realizo ‘Nepantla. Un proyecto en el que ha estado trabajando durante un año, donde relata la historia de 16 inmigrantes que tuvieron que dejar su vida atrás para llegar a Ceuta en busca de una vida mejor. Dunia Mohamed, ha recorrido las calles ceutíes para dar a conocer las historias de muchos inmigrantes que se encuentran en nuestra ciudad por la situación geográfica en la que está Ceuta y considerarse una ciudad de ‘paso’ para muchos de ellos. Relata en su proyecto que muchos tuvieron que huir por sufrir abusos sexuales, maltratos físicos o por pobreza extrema.

La autora señala que su fin es “parémonos a hablar con ellos, no los juzguemos. Si nosotros tenemos problemas ellos más. Empaticemos un poco”.

Pregunta.- ¿Qué es ‘Nepantla’?

Respuesta.- Es un proyecto que surge en las calles de Ceuta por la necesidad de concienciar y visibilizar la situación que están pasando los inmigrantes y conocer el proceso migratorio en su mayoría menores, los que conocemos mal y pronto como ‘menas’.

P.- ¿Qué significa la palabra Nepantla?

R.- Es una palabra Nahualt procedente de un dialecto latino. Significa en mitad de dos lugares. Creo que es una palabra que describe perfectamente la situación de esas personas en Ceuta.

P.- ¿Cómo surgió la idea del proyecto?

R.- .-Fue para ver sobre todo la reacción de los ceutíes ante estos menores. Yo no veo lógico que veamos a estos chavales en el puerto que no tienen ni quince años y estén pidiendo comida y la gente no se digne a mirarles a la cara si quiera. De hecho, lo que hace es criminalizarlos y educan a los niños caballas para tenerle miedo a los ‘menas’ no lo veo lógico hacer eso.

P.- ¿Por qué crees que se les educa a los niños para tenerles miedo?

R.- Los prejuicios. El miedo a lo diferente y a lo extraño.

P.- ¿Por qué relatos de migrantes en Ceuta?

R.- Porque queramos o no Ceuta es un lugar de paso tanto para ellos como para los que nacemos aquí. Todos somos hijos/as de inmigrantes. ¿Por qué si nuestros antepasados pudieron migrar sin dificultades, ahora a estos menores les ponemos trabas?

P.- ¿Cómo contactaste con ellos?

R.- Al pertenecer al colectivo social tengo es más facilidad de contactar con ellos. Aunque, la mayoría son de la calle, obviamente los que somos de Ceuta sabemos donde encontrarlos. Primero me acercaba a la zona y hablaba con ellos para hacer una toma de contacto y ya después quedábamos para realizarle la fotografía y que me contasen su historia.

P.- ¿Tienes pensando exponerlo en Ceuta?

R.- Es mi intención, aunque ahora mismo estoy trabajando en Granada. Me gustaría exponerlo al aire libre para que puedan verlo el mayor número de personas posibles.

P.- ¿Desde cuándo haces fotografías?

R.- Realmente, hago de siempre pero de forma profesional hace un par de años.

P.- ¿Qué tipo de fotografía es tu preferida?

R.- Fotografía documental.

P.- ¿Qué buscas conseguir con ‘Nepantla?

R.- Concienciar a las personas. Busco deconstruir lo que tenemos en la cabeza y lo que nos han mamado que es normal. Estas personas no están aquí porque quieran, si tuviese una situación buena en su hogar o algo que llevarse a la boca no saldrían de Marruecos. Ni si quiera su intención es quedarse en Ceuta, sino buscar una vida o alternativa mejor a la que tenían. Ceuta para ellos es un punto más en su trayecto migratorio.

P.- ¿Qué es para ti la fotografía?

R.- En el tema social es una herramienta útil. No sólo a la hora de fotografiar creo que debería de estar en el curriculum social de estas personas para que vean lo que está sucediendo. Sin embargo, si les das una cámara es muchísimo más fácil.

P.- Le dedicas el catalogo a Toupé, Ibrahima, Diarisso y Abdouile. ¿Quiénes son?

R.- Son cuatro de mis mejores amigos y los conocí en el CETI. Fueron las cuatro personas que me abrieron los ojos con esta situación, ellos me decían literalmente “las personas de Ceuta nos tienen miedo”. Vivimos con una venda en los ojos y estamos acostumbrados a situaciones deshumanizadas.

P.- ¿Qué historia te impacto más?

R.- Posiblemente sea la de Nico.

P.- ¿Por qué?

R.- Nico es transexual y cuando me contaba su historia, a su vez me justificaba los actos de rechazo que había tenido su familia hacía él como abusos sexuales o agresiones físicas. Nico, incluso creía que sufrir ese tipo de cosas son normales, algo que no es para nada cotidiano. Otra de las historias fue de un menor homosexual, que estuvo años en un orfanato en Marruecos que era constantemente violado en el orfanato era homosexual porque era la único que había conocido me decía “¿cómo quieren que me gusten las chicas si solo he conocido a chicos?”. Me quede en shock, me hizo darme cuenta, que hay unos problemas muy graves que la gente no se para a escuchar.

P.- María, una de las historias que cuentas dice haber ejercido la prostitución. ¿Cómo fue que te diesen una declaración tan fuerte?

R.- .-Supervivencia, en Marruecos es pura supervivencia. ¿Qué puedes hacer si tus padres te echan de casa, no tienes que comer?. No te queda otro recurso. Al final, seríamos todos unos hipócritas si decimos que eso no pasa en Marruecos.

P.- ¿Cómo fue el proceso del proyecto?

R.- .-Lo que fue el callejeo y estar con la gente, duro aproximadamente unos dos meses. Posteriormente, el proceso de edición de fotografía y él de traducción porque la mayoría hablaban otros idiomas y algunas amigas mías me ayudaron con el tema del francés.

P.- ¿Qué piensan las personas de las que cuentas su historia de que plasmes su vida al mundo?

R.- Desde el primer momento e intentando que sea lo más respetuoso posible porque detesto la visión que tenemos los fotógrafos de las personas que están en riesgo de exclusión pensando que tenemos todo el derecho del mundo para fotografiarlas y que son nuestras y he ido con el permiso por delante, tanto si querían compartir sus historias como sino. Lo he respetado porque es su vida y tienen todo el derecho, es más las personas en situación de calle como los que viven en las colleras detrás de San Pablo estaban especialmente contentos porque quería que se viralizase y que se contarán lo que pasa, todo lo que nadie sabe.

P.- Ya que ahora mismo no puedes exponerlo por la COVID-19. ¿Cómo estás compartiendo ahora el catálogo?

R.- Lo estoy compartiendo por mis redes sociales. No quería que se quedarse guardado en el cajón y que lo vean, aunque sea 50 personas pues ya he conseguido algo con eso hasta que esta situación termine y ver si puedo organizarlo en mi ciudad y que los caballos lo vean. También, está disponible en mi página web en la que se puede ver gratuitamente las imágenes y las historias. Desde este link se puede acceder:

P.- ¿Qué más nos puedes contar sobre el proyecto?

R.- .-En la página web se puede ver mejor el proyecto. Consta de dos catálogos, el primero de relatos de personas migrantes en Ceuta y con fotografías hechas por mí. En cambio, el segundo catalogo esta realizado por personas migrantes con una relación Marruecos-Ceuta y se hace una relación con la COVID-19, y las causas y consecuencias que ha tenido, tanto aquí en España como al otro lado de la frontera. Todas las fotografías están hechas por personas migrantes.

P.- ¿Qué piensas de que Interior estudie cambiar el término ‘Mena’?

R.- No hace falta, si el chico se llama Mohamed, llámalo así, es así de simple. Por mucho que cambiemos la palabra se va a seguir usando para denigrar. Llamarlos “mena” sólo sirve para deshumanizarlos y olvidarnos de que esos niños son personas. Es mejor usar ‘niños’ o ‘infancia en movimiento’ pero evitaría usar una palabra en concreto.

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