Del comunismo le viene al PSOE: resultado, Sánchez

María Villaverde

Estamos en un momento crucial para España, si no llegamos tarde, con una sociedad de rebaño, egoísta y con una profunda pérdida de valores los poderes más corruptos del país sin rumbo gobiernan para enriquecerse a costa de los españoles. Una ultra izquierda comunista aprovecha la situación de pérdida identitaria para dirigir al Estado Democrático hacia un único camino la ruina económica, lo que se traduce en un país sin rumbo y sin herramientas, una España sin alma a los pies Régimen totalitario comunista.

Los intereses del poder, eso tan deseado, oculto y elitista que manejan unos pocos empoderados, capitalistas y millonarios, a través de entes que se benefician sin asumir ninguna responsabilidad ni social, ni económica, nos están llevando a un agujero negro sin retorno con la velocidad ultrasónica y con sólo una herramienta, la ideología progre comunista de superioridad moral.

No, PODEMOS no es el problema de España, el problema de este país empieza con Zapatero más la corrupción socialista en Andalucía y finaliza con el actual Presidente de España, que más bien parece el Presidente de los antiespañoles, Pedro Sánchez. Este personaje siniestro al que pagamos por presidir España es como los niños consentidos, como un niño tonto, que sólo quiere los beneficios del puesto: poder, dinero y vida plagada de lujos, pero rechaza sus obligaciones y responsabilidades para con todos los españoles y la estabilidad del propio país.

Tan sólo un año ha sido suficiente para poner a la Democracia del 78 en Jaque-Mate, 42 años de una Constitución de transición considerada ejemplar internacionalmente, que Sánchez ha dinamitado a golpe de decretazos, mentiras y corrupción fagocitando los pilares fundamentales en los que se basa cualquier democracia sana, la ley y la justicia. Tan sólo un año para que las instituciones se deterioren metiendo a políticos, amigos y simpatizantes, porque no son las instituciones las que no funcionan, son las personas las que las pervierten, y en España las Instituciones del Estado están llenas de aluminosis, podridas: La Fiscalía dirigida por Dolores Delgado, pareja de un juez condenado y abogado del dictador narco de Venezuela; El Poder Judicial de reparto político entre el PP y el PSOE para tapar sus tramas corruptas; El control de los medios de comunicación masiva a través de pagos millonarios con dinero público y convirtiendo la TVE en un ideario comunista de adoctrinamiento nacional; y para rematar, se cierra, silencia, secuestra el Parlamento de España, el lugar donde un Gobierno debe de explicar cada uno de los pasos que toma a todos los españoles, donde todos y cada uno de nosotros debemos estar representados convertido en una sala decorativa para uso de la aparente democracia comunista impuesta por el traidor Sánchez.

Este plan comunista acelerado este 2020 aprovechando la pandemia y la debilidad de la sociedad, empezó con Zapatero, el multimillonario disfrazado de socialista para el pueblo y lo ha finalizado Sánchez, usando unas siglas que ya no tienen ningún significado, PSOE, porque ya nada queda de aquel partido socialista que buscaba la unidad de España, reivindicaba nuestra idiosincrasia y luchaba contra la violencia del terrorismo, ETA, hoy Bildu. Hoy España atónita, paralizada y noqueada asiste al espectáculo de cómo se asalta una democracia sin que nada se pueda hacer desde la oposición inexistente en muchos momentos y de una justicia que no responde a las necesidades de los ataques constantes a la Constitución por parte de una persona que se ha adueñado de un PSOE que obedece, Pedro Sánchez, el máximo responsable del Gobierno de España y su gestión.

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