Diego Parra: «Opté por la traducción y no me veo haciendo otra cosa»
Diego Parra, de intérprete de conferencias en Ceuta a traducir películas para la gran pantalla como Madame Curie, o superproducciones de plataformas en línea como Netflix y HBO
            Pregunta.- ¿A qué te dedicas exactamente Diego?
Respuesta.- Pues traduzco películas, series, documentales y videojuegos del inglés y el alemán al español, tanto para doblaje como para subtítulos.
P.- ¿Qué te gustaba de esta profesión o que te llevó a dedicarte a ella?
R.- Desde pequeño me han encantado los idiomas, y la traducción era un terreno que me llamaba. Poder aplicarlo a aficiones mías como el cine y los videojuegos hace que disfrute mucho de ella.
P.- ¿Hubo algún momento en el que te plantearas cambiar de profesión?
R.- Recuerdo que de pequeño quería ser veterinario y siempre tiré por las Ciencias, pero finalmente opté por la traducción y a día de hoy no me veo haciendo otra cosa.
P.- ¿Qué nos puedes contar de tu experiencia estudiando Traducción e Interpretación?
R.- Sinceramente, aunque disfruté mucho en la facultad y guardo muy buen recuerdo de esa época, la carrera en sí me pareció demasiado teórica para mi gusto. No es hasta tercero y, sobre todo, cuarto cuando se entra en materia y se ve algo más parecido a lo que te encuentras luego en el mercado.
P.- ¿Cómo es el proceso del trabajo de un traductor audiovisual?
R.- Depende mucho del proyecto y de la tarea en cuestión. En primer lugar, el cliente te contacta ofreciéndote un proyecto. Luego te ves el video o te lees el texto (cuando traduces videojuegos, es raro contar con imágenes de apoyo, con lo cual a menudo se trabaja sin contexto) y te vas documentando para traducir. En el caso del doblaje, la traducción debe ser más pegada al original (que no literal) porque el guión debe encajar en las bocas de los actores y mantener la sincronía con la imagen. Cuando estás subtitulando, hay que condensar mucho más y tener en cuenta una serie de parámetros propios de cada cliente. Finalmente, revisas la traducción y la entregas, y en teoría has acabado con la película, el capítulo o lo que sea. Aunque a veces hay versiones actualizadas de los guiones, expansiones de los juegos, etc, por lo que a menudo los proyectos se alargan en el tiempo.
P.- ¿Cómo empezaste en el mundo de la traducción?
R.- Mis primeras experiencias profesionales fueron como intérprete de conferencias en Ceuta con motivo de la entrega del Premio Convivencia a Muhammad Yunus en 2006 y a Helen Lieberman en 2010. Ese mismo año entré a trabajar en plantilla en una empresa de Lisboa traduciendo reglamentos de la Comisión Europea. Al mismo tiempo, empecé a estudiar un máster online en Traducción Audiovisual y a los pocos meses empecé mi andadura como autónomo hasta que finalmente conseguí dedicarme a lo que hago hoy.
P.- ¿Qué trabajos has realizado?
R.- He traducido cosas muy variadas, pero por experiencia sé que a la gente no le interesan tanto los documentales, los juegos para móviles o las películas de sobremesa, así que mencionaré algunas de las obras que más suelen interesar. He participado en la traducción de videojuegos como Dying Light, Divinity Original Sin: Enhanced Edition o La LEGO Ninjago Película: El Videojuego. He subtitulado series como The Night Of y Taboo para HBO, Unsolved y Norsemen para Netflix y películas como Fahrenheit 451 o The Babysitter: Killer Queen. Y algunas de mis últimas traducciones para doblaje son Las escalofriantes aventuras de Sabrina, Outer Banks, El juego más frío o Visita de Navidad, de Netflix, o más recientemente, Madame Curie, en cines.
P.- Imagino que los videojuegos con acertijos, anagramas, juegos de palabras o rimas, son todo un reto para un traductor ¿Cómo te enfrentas a estas traducciones?
R.- Estos retos están a la orden del día, sobre todo las rimas y los juegos de palabras. Lo «malo» de trabajar con material audiovisual es que sueles estar atado a la imagen, y a veces tienes que darle mucho al coco para encontrar una solución que encaje con lo que se ve en pantalla. En este sentido, los contenidos infantiles suelen ser los más complicados. He traducido varios videojuegos y subtitulado varias series y películas de LEGO y suelen estar plagados de juegos de palabras ligados a imágenes. Para las rimas, trabajo mucho con diccionarios de sinónimos y hasta con portales en los que puedes buscar listados de palabras con cierta terminación, y ya a partir de ahí es darle muchas vueltas.
P.- ¿Qué dificultades encuentras a la hora de traducir un texto?
R.- Las hay de todo tipo. Al margen de las mencionadas, muchas están relacionadas con referencias culturales. La documentación es muy importante tanto para entender todas las ideas y matices del original como para poder trasladarlos en la traducción. Otra que surge mucho es cuando un personaje habla español, por ejemplo, donde tienes que adaptar mucho para que los diálogos tengan sentido. Además, debido a los acuerdos de confidencialidad, cada vez más estrictos, solemos trabajar con materiales provisionales con bastantes marcas de agua, en blanco y negro… y todo eso puede acarrear problemas a la hora de traducir. Si a eso sumamos que los plazos suelen ser muy ajustados, hay que hacer malabares para solucionarlos todos y entregar una traducción impecable a tiempo.
P.- ¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
R.- Ahora que me dedico a lo que me gusta, creo que una de las cosas que más valoro es cambiar constantemente de temática. Está claro que ciertos temas se repiten, y si estás con una serie, por ejemplo, hay una trama central, pero incluso cada episodio girará en torno a algo nuevo. Esto tiene su desventaja, y es que hay que estar documentándose y aprendiendo constantemente, pero lo agradezco mucho porque no me da tiempo de aburrirme. Mis primeros proyectos de traducción eran más repetitivos y a veces llegaba a cansarme, pero ahora eso no me pasa.
P.- ¿Por qué el mundo audiovisual?
R.- El cine, las series y los videojuegos siempre me han encantado, así que, como decía, fui formándome hasta poder dedicarme a traducirlos. El doblaje, por ejemplo, es un campo que me ha fascinado desde siempre, desde mucho antes de pensar siquiera en ser traductor. Tengo muy buen oído para eso y siempre tenía pillados a los actores que doblaban a cada uno, y ahora que me dedico a ello es una gran satisfacción porque siempre me ha cautivado el proceso.
P.- ¿Qué opinas del mercado de la traducción audiovisual en España? ¿Piensas que es buena idea meterse ahora en él? ¿Qué consejo le darías a alguien que quiera dedicarse a la traducción audiovisual?
R.- Ahora mismo, con el auge de las plataformas, hay más contenidos que traducir que hace unos años. Sin embargo, eso no significa que acceder sea fácil. Hay que llamar a muchas puertas, tener muchísima paciencia y diversificar. Como digo, yo he traducido muchos campos antes de poder dedicarme de lleno a esto.
P.- ¿Hay correctores en el proceso?
R.- En el caso de los videojuegos, dado que el volumen de texto para traducir suele ser enorme en un plazo muy corto, lo habitual es contar con un equipo de varios traductores y un revisor (o varios si es un proyecto muy grande). Los subtítulos también suelen llevar corrección de una segunda persona (y a veces incluso de una tercera). En cuanto a los doblajes, es habitual que los estudios hagan un control de calidad interno, y luego cada cliente suele hacer lo propio.
P.- Ahora con la pandemia, el sector de la cultura es uno de los que más está sufriendo ¿Cómo está siendo trabajar en estos tiempos?
R.- Reconozco que en ese sentido he tenido mucha suerte. Me consta lo mal que lo ha pasado y lo está pasando mucha gente debido a la pandemia y la verdad es que yo no he dejado de trabajar en todo el año. Es cierto que los estudios de doblaje cerraron durante los meses de confinamiento, pero entre los proyectos de doblaje que tenía en curso y los de subtítulos y videojuegos que me fueron llegando no llegué a tener un parón en mi actividad. Luego todo se ha ido reactivando y hasta los rodajes están desarrollándose con cierta normalidad.
P.- ¿Algún proyecto próximo?
R.- Como decía antes, estamos sujetos a estrictos acuerdos de confidencialidad, así que aún no puedo dar nombres. Pero os diré que durante los primeros meses del año se estrenarán dos series con mi traducción para doblaje que disfruté mucho, una de ciencia ficción y otra un thriller, así como la nueva temporada de una serie muy popular subtitulada por mí. Y creo que para primavera saldrá un videojuego muy divertido que he traducido este año.
P.- ¿Alguna anécdota que nos puedas contar?
R.- Quizá lo más reseñable, es el historial de búsqueda tan extraño que se nos queda a los traductores en el navegador. Como cada día te informas sobre una cosa, una semana cualquiera puedes acabar con páginas sobre asesinos en serie, mecánica de coches, flores y satanismo (y los consiguientes anuncios adaptados a las búsquedas).
P.- Para terminar ¿Cómo ves el futuro de la traducción audiovisual?
R.- Dado que cada vez existen más plataformas y todas luchan por ser la más vista, su forma de competir pasa por producir cada vez más contenidos y de más calidad. Ello debería redundar en una mayor cantidad de proyectos para los traductores y más variados.