La Guardia Civil, dignidad y honor ante el Gobierno de Sánchez

Casi finalizando este 2020 que tanto dolor nos ha dejado, quiero recordar la figura de unos trabajadores esenciales para España que nos han protegido en las situaciones más complejas y que dan la cara por los ciudadanos todos los días en los conflictos que el Gobierno abandona mirando para otro lado, la Guardia Civil.

Este cuerpo de seguridad se crea el 28 de marzo de 1844 para “proteger el libre ejercicio de derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”, y así es como los españoles vemos a los que velan por nuestro bienestar y forman parte de nuestra historia, la Benemérita, con mucho respeto, valentía y agradecimiento. Este cuerpo de seguridad con 78.469 guardia civiles y sus familias forman un gremio fundamental para el cumplimiento de la ley y el orden constitucional de nuestro país, esa ley y orden que tan poco gusta a los gobiernos progres y nacionalistas. Esta ojeriza de los progres socio comunistas, podemitas y nacionalistas, hacia la Guardia Civil quizás tenga su origen por el profundo arraigo del cuerpo a la historia de España, quizás por su carácter militar, quizás porque no los pueden controlar y manejar como les gustaría, quizás porque a estos personajes que nos gobiernan, que viven hipócritamente de España y reniegan de ella, les gustaría poder delinquir sin nadie que les molestase y manipular a este cuerpo de seguridad que depende de los Ministerios de Defensa, del interior y del Rey, independientes al color político del Gobierno y fieles a la Constitución, a la Monarquía Parlamentaria y a los españoles.

En la España democrática la Guardia Civil siempre ha dado la cara en los momentos más conflictivos para proteger el bienestar de los españoles y especialmente en dos trances clave: El primero, haciendo frente a la banda terrorista ETA y sus permanentes ataques a los cuerpos de seguridad del Estado, a los políticos del PSOE y del PP y a la población civil. De los 857 asesinados por ETA, 214 fueron vidas de guardia civiles y 146 de policías nacionales, los verdaderos héroes de la Democracia. El segundo es el golpe de Estado en Cataluña a nuestro país en octubre de 2017. En esta época la situación sociopolítica española es más compleja que en el 23F, tras las cesiones de Zapatero al independentismo y etarras, el creciente racismo cancerígeno del nacionalismo comunista catalán y vasco, Roures con la ayuda de Soraya Sáenz de Santamaría más la voz del sectario Ferreras, y la cobardía y dejadez del PP de Rajoy que abdicaba de sus funciones como Presidente del Gobierno, España se deshilachaba. Fueron el Rey dando un paso adelante para oponerse a los golpistas y la Guardia Civil (Pérez de los Cobos) con los cuerpos de seguridad del Estado los que vuelven a hacer frente común por la unidad de España. Y es este punto de inflexión en el que comienza el menoscabo de este cuerpo militar, el PP por inacción y el PSOE por traición al apoyar el acoso desde las instituciones catalanas a los cuerpos de seguridad del Estado y a Trapero a las órdenes de los golpistas.

Actualmente, desde que Sánchez ha llegado a Moncloa la situación para la Guardia Civil degenera a pasos agigantados: Tienen a dos Ministros que desprecian y menoscaban permanente al cuerpo militar en favor de los golpistas y bilduetarras, Marlaska y Margarita Robles. Les han colocado una comisaria política como Directora de la Guardia Civil, la socialista María Gámez, perteneciente a ese Gobierno corrupto de Susana Díaz y los EREs, Dios los cría y ellos se juntan. Y para completar, Marlaska culmina el objetivo político del PSOE ejecutando la destitución del responsable de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, el Coronel Diego Pérez de los Cobos, “Bestia Negra” del independentismo, por la negativa del coronel a revelar detalles de la investigación bajo control judicial en torno a la manifestación feminista del 8-M, propaganda del PSOE.

Tras este hecho inédito e inexplicable del Ministro del Interior se intenta aplacar la crisis en la Guardia Civil “comprando” su ética, como si de políticos se tratara, 247 millones de equiparación salarial, que por supuesto no se ha cumplido e intentan trampear. Y desde esta “promesa” incumplida sólo acciones en contra de la imagen de la Benemérita: Gámez decide colorear el logo de la Guardia Civil con bandera LGTBI, mermando la objetividad del Cuerpo; España paga a Marruecos 130 coches-patrulla por valor de 9 millones de euros mientras el parque automovilístico de la guardia civil tiene 2.000 vehículos sin pasar la ITV en 2020; Además denuncian la falta de chalecos antibalas después de retirar los caducados adquiridos en le 2010; Los miembros de la Benemérita destinados en Ceuta, Melilla y Canarias piden a Interior medios y refuerzos para luchar contra las mafias de inmigrantes ilegales… Y este despropósito de gestión lo viene a mejorar para finalizar el año, la ilustrada Ministra de Igualdad con una campaña “contra el racismo” que cuestiona la profesionalidad y la imparcialidad de los agentes, para esto sí hay dinero.

Estamos ante el desgobierno mayor de la democracia en una situación límite. Sólo quería recordar a un cuerpo minado por el Gobierno que trabaja para que tengamos libertad y bienestar, que no miremos para otro lado. Sólo quería recordar que sin ley no hay democracia y todos juntos podemos poner voz a las dificultades de los que velan por el bien. Gracias a la Guardia Civil por su dignidad como Cuerpo de Seguridad del Estado y por proteger nuestros derechos. Viva España!

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