Las tradicionales saladeras inician una nueva temporada de venta

Los diferentes propietarios coinciden en que “hay que luchar día a día para mantener la tradición” y solicitan “mayor respaldo y ayuda” a la Ciudad Autónoma de Ceuta.

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SAMUEL DUEÑAS
15 may 2016 - 08:30

Con la llegada de la primavera, los vendedores de salazones ponen en marcha una nueva temporada de uno de los productos gastronómicos que de mayor importancia de la ciudad. La temporada fuerte comienza con la llegada del verano, pero desde hace algunas semanas, se pueden observar como los primeros puestos de venta ya se han instalado.

Este año, al igual que ocurriese en la pasada temporada, habrá instalados un total de 10 puntos de venta. “La venta del salazón ha venido a menos en los últimos años, aunque los que quedamos debemos luchar para que esta tradición, que es nuestra, no se pierda e incluso pueda volver a ir de nuevo a más”, señalaba José, el propietario del saladero ‘La Pesquera’.

Por su parte, José Manuel Pérez, director del Proyecto Salzone, que pone en valor los salazones, indicó que “la finalidad es recuperar, conservar, interpretar, difundir y aprovechar de manera sostenible, las salazones de Ceuta como un recurso gastronómico y cultural de primer nivel para fomentar la dinamización económica, social y cultural de Ceuta”.

Entre los objetivos que se marca el proyecto es la protección y conservación de los bienes naturales y culturales relacionados con la producción de salazones de pescado en Ceuta, el desarrollo de nuevas actividades económicas relacionadas con el aprovechamiento turístico, gastronómico y cultural de las salazones de pescado, la preservación del rico patrimonio antropológico, etnográfico y cultural asociado a las salazones de pescado.

Otro de los objetivos fundamentales es el reconocimiento de los salazones de pescado como un patrimonio inmaterial de valor mundial y el fortalecimiento de la identidad cultural de los ceutíes en torno al mar y sus recursos.

Entre los objetivos fundamentales, José Manuel Pérez destaca que también se encuentra “identificar los bienes naturales y culturales relacionados con la producción de salazones de pescado en Ceuta, proteger el rico patrimonio cultural en torno a los salazones ceutíes, incrementar nuestro conocimiento sobre la artesanía salazonera de Ceuta y dar a conocer el patrimonio natural y cultural asociado a los salazones de pescado en la ciudad”.

Por otra parte, también se trabaja “para lograr el reconocimiento de los salazones de pescado como un patrimonio inmaterial de interés local, nacional y mundial, conseguir la viabilidad económica de la artesanía de salazones de Ceuta, desarrollar nuevas actividades económicas relacionadas con las salazones de pescado, en el campo de la gastronomía, el turismo y el ocio y reforzar el sentimiento de pertenencia a Ceuta a través de su patrimonio cultural y natural marino y salazonero”.

En cuanto al éxito de este proyecto “va a depender de nuestra habilidad para lograr nuestros fines y objetivos.

Para ello hemos pensado actuar implicando en el proyecto a todos los agentes involucrados y motivados por la conservación, estudio, difusión, viabilidad económica y desarrollo de nuevas actividades relacionadas con el patrimonio natural y cultural, y en especial con los salazones de pescado”.

Para los trabajadores que se encuentran en las diferentes saladeras es fundamental “continuar con una tradición que en seña de identidad de Ceuta”, pero también piden “más apoyo por parte de la Ciudad”, denunciando que “en los últimos años nos hemos visto ciertamente perjudicados, ya que para abrir el quiosco tenemos que contar con unos gastos que antes corrían a cargo de la Ciudad, como el terreno”, sentenció José, propietario de ‘La Pesquera’, que se ha convertido en una de las personas ceutíes más veteranas en la venta de productos gastronómicos.

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