No podemos

El pasado 25 de mayo, en una cadena de radio, los dos máximos dirigentes de la coalición Caballas se alineaban con unas declaraciones del líder de Podemos en nuestra ciudad, quien manifestó que los vecinos de la barriada El Príncipe eran discriminados por ser musulmanes… Después de dicha afirmación, el mencionado líder se quedó tan campante.

Un hecho gravísimo que por fin ha tenido respuesta, algo tardía, del Partido Popular. Al fin y a la postre, se le consideraría responsable directo de practicar una política discriminatoria y, a todas luces, inconstitucional. Los demás, -incluyendo los que se ratificaban-, serían también culpables por omisión, porque hasta ahora en 2016 no se habrían querido dar cuenta de un hecho tan grave como lo denunciado ahora por Podemos.

De este asunto no consigo salir sin dejar de estar asombrado, pues no logro entender cómo permitimos que se hagan este tipo de declaraciones sin que tengan una respuesta de toda la sociedad ceutí, sobre todo los que cobran subvenciones.

Me cuesta comprender que un partido al que muchos ciudadanos de este país le han dado su apoyo para que les representen en comunidades, ayuntamientos y en el Parlamento Europeo, se apoyen, para la próxima campaña electoral, en una mentira que, además, sirva de argumento a fanáticos radicales. Al que muchos se han acercado de buena fe entendiendo que sería bueno un cambio de política en nuestro país, lo ven ahora como un error, y todas sus esperanzas frustradas.

Definitivamente, en nuestra ciudad sus dirigentes encuentran acomodo en los brazos de dos clásicos y experimentados políticos, dos avezados caimanes de la política que han decidido unir sus fuerzas y comenzar una nueva andadura, un proyecto en común. Ahora, con esta unión se ha formado una auténtica sopa de siglas; pero eso sí, compartiendo las mismas ideas. Mal asunto.