Siguiendo con Abou Hafs y el Califato (y II)

Haya paz hermanos aunque éste, el supuestamente sagrado mes de Ramadán en el que tanto se alardea de paz y amor, ah jais, pues resulta como sabéis que ha sido generoso en batallas, a mayor gloria del Islam. Solo en vida del profeta Mohamed (castellanizado Mahoma) tuvieron lugar al menos tres, citadas en el presuntamente sacralizado Corán. Me refiero como es sabido a las batallas de Hunayn, Tabük (si bien en esta finalmente no hubo combate) y sobre todo Badr, el 13 de marzo de 624 de la Era Común (17 de Ramadán del año 2 de la Hégira).

También y como es sabido, la conquista de La Meca tuvo lugar siguiendo el calendario islámico el año 8 de la Hégira. El asuntillo del exterminio de las tribus judías de la península Arábica, con los varones adultos pasados a cuchillo y degollados como corderos, mientras sus hijos y mujeres engordaban el botín de la naciente Umma o Comunidad Islámica, será otro vieernes.

En el siglo pasado, la República Islámica de Irán (sí, sus primos shiítas, para mi tan musulmanes como ustedes, ¿o acaso no lo son) organizaba en julio de 1982 la operación “Ramadán”, lanzando cerca de Basora oleadas de infantería contra las fuerzas irakíes (sunnitas) en la que fue la mayor y sangrienta batalla desde la II Guerra Mundial.

Volviendo, ni por el fuero ni por el huevo, pero volviendo pardiez a Mohamed Abdelwahab Rafiqi, alias Abous Hafas cuya interesante evolución ideológica glosamos el pasado 20 de mayo, les comento solo su apreciación sobre el Califato, tan de moda últimamente, publicada en el semanario marroquí La Dépêche: “El califato es uno de de los sistemas políticos que existían en los tiempos del profeta Mohamed. No es absolutamente una institución islámica, ni tiene connotación religiosa. Se trata más bien de un sistema imperialista mundial que dirigía en esta época muchas naciones”.

¿Qué les parece...? ¡El Califato un sistema “imperialista”! Pregúntenle, pregúntenle a los imames y asimilados después de la “jotba” de hoy viernes.

Finalmente y por cortesía, ahí va mi felicitación por el mes de Ramadán, educada y sobria porque la verdad, su mes sagrado jais no me entusiasma sencillamente porque es otra de la ortopraxis de una religión inquietante como la suya. Me refiero a que el tan jaleado mes de Ramadán no deja de ser una sutil forma de violencia religiosa. No se me alarmen, he escrito “violencia” y no “terrorismo”, aunque depende dónde claro. Una religión, el Islam, que usa y abusa de la violencia social e institucional para coaccionar a la ciudadanía e imponer su voluntad no me hace gracia. Es una amenaza. La religión, siempre respetable, es un asunto estrictamente personal y no colectivo. Molesta lo que escribo, jais? Pues lo siento, pero es lo que hay. A ver: que los países de solera islámica penalicen y envíen a la cárcel a los que osen romper públicamente el ayuno no solo no tiene puñetera gracia, si no que vulnera abiertamente los derechos fundamentales de la persona. Nadie, ni Dios ni Mahoma, pueden obligar a ninguna persona a dejar de comer o beber, o aparcar las sanas y recomendables relaciones sexuales (el polvo como el plátano de Canarias, uno al día por lo menos) para horarios nocturnos, a partir del rompimiento del ayuno y hasta el amanecer siguiente. Es sencillamente grotesco, insultante y un ejemplo más, entre muchos otros, de que el Islam no deja de ser en buena medida la expresión religiosa del fascismo.

En cualquier caso, disfruten.

Haya salud.

Visto.

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