En Occidente, ¡Ramadán en libertad!
J.L. Navazo
D e entrada y muy cordialmente, mi sincera felicitación por la fiesta de Ruptura del Ayuno de Ramadán, el Aid, tras la cual los fieles musulmanes recuperan la sagrada libertada de comer, beber y otras cosas, que nadie, nunca, les debería imponer no ya por imperativo religioso sino de forma coactiva y violenta, obligación seguida sharia en mano o por la legislación aplicable en cada Estado de referencia islámica, de severas penas que pueden alcanzar, depende cuando y donde, hasta la eliminación física o cuando menos penas de prisión. Sí jais, vosotros y yo lo sabemos, pero los estúpidos y decadentes occidentales, con sus cobardes autoridades en primer plano, parecen desconocer o cuando menos mirar con ojos aborregados para otro lado ante este carácter impresentable del Islam y que lo definiría, políticamente hablando, como la expresión religiosa del fascismo.
Por otro lado y bien mirado, el carácter coactivo del Ramadán oprime libertades fundamentales y niega, en sus raíces, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), aprobada el 10 de diciembre de 1948 en París por la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), en la Resolución 217 A (III). Alto y claro, jais, alto y claro. A no confundir con su peculiar declaración alternativa de Derechos Humanos, aprobados en la Declaración Islámica de El Cairo y que cualquier viernes de estos abordaremos como se merece.
Me llama la atención, una vez más mis estimados jais, que mientras en el vecino Reino de Marruecos, un país de honda raigambre islámica, haya un profundo debate sobre el artículo 222 del Código Penal, que penaliza con prisión al musulmán que rompa el ayuno por el día y en espacio público (en Occidente y en teoría los ciudadanos musulmanes, ¡en tanto que ciudadanos!, pueden escoger si ayunar o no) e, incluso, aborden abiertamente el hecho de que no parece haber en el Corán, texto religioso presuntamente sagrado, ninguna aleya que de al Estado o a los poderes públicos autoridad para imponer coactivamente el ayuno de Ramadán, en Ceuta estos debates brillen por su ausencia. ¿Por qué no les preguntan al respecto a sus imames y allegados, tras la jotba de hoy en las 31 mezquitas de Ceuta?
Ceuta, siempre Ciudad Querida.... ¡Ay!, lloro por tí, Ceuta...
Por lo demás, ahí van dos fruslerías:
a) La primera un matiz sobre las rubias de la fotocomposición. Para algunos puede que, aparentemente, parezca una “provocación” y por tanto este escribano del limes sea un “incendiario”... Ya. Una leche. A ver, jais:
- Provocación es imponer de forma coactiva y claramente amenazante el ayuno obligatorio en Ramadán.
- A la persona que guste hacer el Ramadán en libertad, mi más profundo y sincero respeto. Pero amenazando no, jais, amenazando no... Al menos en Ceuta y Melilla, al menos en el resto de España y de Europa... Porque para nuestro sistema de valores, la religión es un hecho estrictamente personal y libre.
- Me pregunté, en varias ocasiones, si esta presunta religión suya del amor y de la paz, el Islam, es compatible con la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Francamente y hoy por hoy, no. Las duras coacciones imponiendo el Ramadán son, como se diría, una de las pruebas del algodón.
- Yo no estoy contra el Ramadán, respeto profundamente las prácticas religiosas... ¡siempre que se expresen en libertad! Y su Ramadán no es el caso.
- En síntesis, los provocadores y eventualmente incendiarios son ustedes mis respetables jais, no yo. La provocaadora es su religión, el Islam, en ningún caso este escribano del limes que se limita, una vez más, a levantar acta.
b) Y la segunda, preguntarme en voz alta sobre la autoría intelectual de la peculiar carta que cinco asociaciones de vecinos de esta ciudad tuvieron a bien dirigirme y que este medio publicó, en contraportada, el pasado 30 de junio de lo cual me alegro doblemente: uno, porque la libertad de expresión es sagrada y dos porque el debate, si es limpio y abierto, siempre es bueno. Pero señores presidentes de Poblado de Regulares, La Reina, Vicedo Martínez, San José, Sidi Embarek, Cortijo Moreno y Miramar Bajo, díganme,¿quien ha sido la mano que mece la cuna...? Por cierto, ¿han tomado esta decisión unilateralmente o consultaron a sus vecinos...? Y no me digan que están todos de acuerdo, ¡porque no es así!. Ya seguiremos cuando lo considere oportuno, o sea cuando me plazca. Y no hace falta que me contesten sobre la autoría intelectual... ya la comunicarán en el Juzgado.
Francamente, creo que alguien les ha metido un “gol”. Están en un buen lío, presidentes
Haya salud. Visto.