Seis condiciones al “sí” de Ciudadanos
Y Ciudadanos ha dado por fin su “Sí” a Rajoy ante el altar nacional. Pero no ha sido un “Si” de amor incondicional, como aquellos que luego se dan ante otros altares y luego vienen los problemas. ¡No…! Este ha sido un “Sí” con objeciones y condiciones, es decir, que se aceptan desde el principio o de nuevo se negará cualquier unión entre ambas formaciones. Tampoco debe ser esto así, ósea una actitud intransigente para el “Sí”, se necesitan matizaciones. Pero a pesar de todo, los ciudadanos hemos respirado aliviados al atisbar una posible salida al desgobierno que actualmente sufrimos los votantes.
Porque no nos engañemos… ¡Todos estamos hartos de las luchas que la actual partidocracia española nos está mostrando todos los días! Y esta oferta es la única manera hasta ahora de paliarla y resolverla, al menos por el momento de poder tener un gobierno estable en la nación.
Personalmente, durante todos estos meses de desgobierno, me he acordado mucho de aquél irónico artículo del gran columnista Jaime Campmany en un diario de tirada nacional. En el mismo, describía como Dante y Virgilio, una vez traspasado el infernal rio Arqueronte en la barca de Caronte, llegan a una colina donde escuchan un extraño lamento que ensordecía sus odios. Asombrados del ruido, rodean la colina y observan la existencia de un gran lago lleno de excrementos, donde los condenados aupados en la punta de sus pies, apenas podían sacar la boca para respirar y todos gritaban al unísono… ¡No hagan olas…por favor…no hagan olas! Pues bien no sé si para bien o para mal, esta situación es la que me han recordado las personales actitudes de los diferentes partido encargados de elegir gobierno.
Pero analicemos las diferentes condiciones y sus posibles problemas adversos. Porque tampoco son tan claras, ni tan liberadoras de la situación actual. Y así tenemos:
1º.- Apartar a los imputados de los cargos público. Bueno es una gran medida para evitar la corrupción, pero el problema es que nos topemos por una parte con Jueces justicieros, que en vez de aplicar simplemente la ley la articulan conforme a sus intereses, fobias o filias, lo que les permitiría manejar a su antojo la política nacional. Y por otra parte sería necesario definir de forma más concreta lo que debe significar la imputación (ahora se llama investigados) y sus efectos jurídicos, no muy claros porque la verdadera imputación es aquella que se da exclusivamente en el juicio oral, ya que si no se conculca el principio general de “in dubio pro reo” como refuerzo de la presunción de inocencia constitucional.
2º.- Eliminación de los aforamientos. Todos de acuerdo aunque con matices. Si a la desaparición de los innumerables aforamientos, pero existe el mismo problema que la anterior condición. Por ello creo que sería necesario mantener determinados cargos aforados con la finalidad de permitir el ejercicio de sus cargos con cierta seguridad y defensa ante las acusaciones interesadas que se puedan dar y que seguro que se producen con mayor frecuencia que la deseada. Creo que todos estaremos de acuerdo, que no es lo mismo un ministro que un simple diputado o concejal o… dentro de la magistratura los jueces, por ejemplo.
3º.- Nueva ley electoral. También todos de acuerdo en que las listas sean abiertas. Pero esto permitiría una liberación de la disciplina de voto a la que están sometidos los diputados y esto no interesa a ningún presidente de partido, porque vería mermado su poder. Además, no nos engañemos, las listas las confecciona el presidente del partido y SU comité electoral, todos a fin de cuentas son fieles empleados suyos.
3º.- Acabar con los indultos. Muy bien, se acaba con ese axioma peligroso de ejercicio discrecional del poder político sobre el judicial.
4º.- Limitación de los mandatos de gobierno. Totalmente de acuerdo. Es un clamor popular, para impedir que con el paso del tiempo los dirigentes se consideren propietarios de sus cargos e impunes a todo. Ya que la permanencia en el poder permite que las conciencias se ablanden sobre la corrupción y otras ambiciosas artimañas personales. Y no hablemos de las oligarquías que les mantienen en el poder.
5º.- Comisión de investigación del caso Bárcenas. Una tontería, ya que se ha solicitado varias veces y el veto del PP, lo ha impedido, pero ahora todos sabemos que no poseyendo la mayoría absoluta, la votación en el congreso sería favorable a ello. Además esa comisión de investigación debía ser más general a todos los partidos no solo a uno y por otro lado lo que esta “sub iudice”, no puede ser investigado por la comisión.
Y ya termino, recordando simplemente la historia de Dante y Virgilio en la entrada del infierno… ¡No hagan olas…por favor!. Y desde luego… con esta iniciativa de responsabilidad de gobierno de ciudadanos, al menos estamos en el principio de desatascar la situación política actual, aunque para ello… ¡Habrá que hacer olas…! ¡Creo que somos muchos los que pensamos así y ya está bien de populismos interesados!