García-Margallo "La Transitoria V fue la manera de citar a Ceuta y Melilla en la Constitución"

ENTREVISTA - DÍA DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA

El ex ministro de Asuntos Exteriores recuerda el origen del artículo, en el 46 aniversario de la Constitución, en esta entrevista para El Pueblo de Ceuta

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“Las ciudades de Ceuta y Melilla podrán constituirse en Comunidades Autónomas si así lo deciden sus respectivos Ayuntamientos, mediante acuerdo adoptado por la mayoría absoluta de sus miembros y así lo autorizan las Cortes Generales, mediante una ley orgánica, en los términos previstos en el artículo 144”. Muchos de ustedes habrán reconocido el texto íntegro de la Disposición Transitoria V de la Carta Magna, que tantos debates y durante tantos años ha suscitado en ambas ciudades. Pero ese artículo tiene un ideólogo, un redactor, un objetivo y un proceso arduo hasta que se llegó a poner en marcha. Ocurre que el ideólogo y el redactor son la misma persona, además de quien marcó el objetivo y lideró las negociaciones: el entonces diputado por Melilla y posterior ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.

“Hay que entender el contexto de aquellos años. Los diputados y senadores de Ceuta y Melilla éramos de la UCD, lo que hubiera significado que ese partido tendría mayoría de cara a la junta preautonómica en Andalucía, por lo que el PSOE maniobró para dejar fuera a dos Ciudades que, entonces, quedaban en una especie de limbo jurídico”, señala en una entrevista concedida a El Pueblo de Ceuta. “Luego estaba el artículo 144, que hablaba de territorios no integrados en la organización territorial. Hay que recordar que en aquellos años se citaba a Ceuta y Melilla como presidios o plazas de soberanía; el Sáhara, por ejemplo, tenía la consideración de provincia española...”

A Ceuta y Melilla “había que mencionarlas aunque fuera para decir que había que pintarlas de amarillo”, en el naciente texto constitucional dice el ex ministro. “Dando vueltas por el mundo para tomar ideas de lo que luego sería la Constitución, llegamos a la conclusión de que podría ser importante que las regiones tuviesen autonomías. Y ahí es donde encajaba la mención a Ceuta y Melilla”. Y también otro objetivo, “que pudieran entrar en la entonces Comunidad Económica Europea con los regímenes específicos en materia económica de los que disfrutaban ambas ciudades”.

Pero tampoco “fue fácil. El artículo 2 hablaba, en principio, de patria común e indivisible. Pero había que introducir el concepto de indisoluble. Algo de lo que me costó trabajo convencer al ex presidente, Adolfo Suárez, que temía que aquello encendiese a las minorías nacionalistas. Suárez consideraba que pedirles una nueva cesión podía quebrar el juego de equilibrios. Al final, le convencimos”, y luego “hubo que aprobarlo en el Senado y pelearlo en el Congreso”.

Desde ese momento “Ceuta y Melilla figuran en la Constitución Española. Es cierto que el término Ciudad Autónoma no, pero también que este es más adecuado a la realidad de ambas ciudades que el de una comunidad como tal”. Sin embargo “aún no existe una conciencia mayoritaria de hablar de 19 autonomías, sino que siempre se habla de 17, cuando por ejemplo en las Conferencias de presidentes autonómicos van también los presidentes de Ceuta y Melilla”, algo en lo que coincide “hay que seguir trabajando” para que a las Ciudades Autónomas se las deje de mirar de modo tan diferente. Ceuta y Melilla, pues, deben seguir siendo explicadas en el resto del territorio nacional, admite.

Pero ¿cual es el futuro?. “Sinceramente, me da miedo este Gobierno, que ha dado demasiados bandazos en muy poco tiempo. Primero con la recepción a Brahim Galli, secretario general del Frente Polisario, que ocasionó aquella entrada masiva en Ceuta con la pasividad, como poco, de la Gendarmería marroquí. Y luego con el reconocimiento unilateral de la marroquinidad del Sáhara sin nada a cambio para España: ni Ceuta tiene aduana comercial, y en el caso de Melilla, desde Marruecos se puede meter un trailer de mercancías, pero no se puede sacar un botellín de agua desde Melilla a territorio marroquí”, lamenta quien fuera ministro de Asuntos Exteriores entre 2011 y 2016.

El bisnieto del general que nombró a su propia guerra

Cuando se redactó la Constitución de 1978, José Manuel García-Margallo era diputado por Melilla. De hecho, en palabras del presidente de la Ciudad hermana, Juan José Imbroda, “el mejor paralamentario que ha tenido esta ciudad”.

Pero la vinculación del ex ministro, o de su familia, con la ciudad hermana viene de lejos. Concretamente de los tiempos en que su bisabuelo Juan tuvo que liderar una revuelta en las cabilas cercanas a Melilla que se consideran como la primera Guerra del Rif.

La ‘Guerra de Margallo’ tuvo lugar entre 1893 y 1894, cuando varias cabilas atacaron la hoy Ciudad Autónoma tras que el Gobierno español construyese unas fortificaciones militares en un territorio en el que reposaban los restos mortales de una persona a la que tenían especial veneración.

Aquella primera Guerra del Rif comenzó el 3 de octubre de 1893, con el ataque de 6.000 soldados cabileños que atacaron con fusiles la ciudad. Juan García y Margallo murió en ella.

Retirado desde junio

El pasado mes de junio, García Margallo anunciaba su retirada de la primera línea política, tras varios años en los que trabajó tanto en las Cortes generales como en la Eurocámara y al frente de la diplomacia española durante el primer mandato de Rajoy.

A sus 80 años, sin embargo considera que los políticos de raza “no nos retiramos nunca”, decía en sus redes sociales hace meses.

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