El siglo XIX se despidió con un gran Carnaval

Murga de Ceuta. / FOTO ARCHIVO DE PACO SÁNCHEZ
Murga de Ceuta. / FOTO ARCHIVO DE PACO SÁNCHEZ

Los diferentes diarios y semanarios de la ciudad se hacen eco de las bases, pero el que más énfasis pone es el diario El África, donde una editorial del día 27 de febrero de 1898 escribe sobre las bases del concurso de carnaval:

“Deseosa nuestra autoridad local de que entre los mortales atacados por la fiebre de esta antigua y contagiosa locura, que les hace algunos reunirse en pandillas en los primeros días y al postular por las calles y paseos le damos el nombre de mascara, se presenten a ésta con elegancia y en armonía con las costumbres de todo pueblo culto, hoy se agita otro deseo parecido en la mente de muchos habitantes de esta localidad y de aquellos que en los próximos días de carnaval cambiándose sus trajes diarios y cubriéndose sus rostros con la careta. Que un pueblo culto y laborioso hasta en los días de mayor expansión popular cuales son los de carnaval, donde la diversión raya con el delirio, procura este pueblo en todos sus actos hermanar la cultura elegancia y cuidar sus habitantes de que haya orden en medio del natural desorden”

Los cerca de catorce mil ceutíes de la última década del siglo XIX vivieron un gran carnaval, según cuenta el diario “El África” los diferentes bailes organizados por las sociedades culturales se vieron muy animados y el paseo del Rebellin fue el centro de los paseos de las máscaras y coches de caballos engalanados. Los diferentes bailes se celebraban preferentemente en el Teatro Principal, en la calle Galea y algunos en el Variedades.

Una de las sociedades más activa en estos años fue la creada en enero de 1893 Circulo Africano, el diario El África publica una crónica sobre este carnaval: “Primer día, estaba bastante desanimado, pero seguramente seria debido al fallecimiento de Manuel Ortiz-Villajos, persona muy querida y apreciada en la ciudad, el segundo día, creció la animación y el tercer aún más, no hubo mascaras notables pero llamó la atención dos que imitaban con bastantes propiedad a cierto persona que ocupa el onceno lugar y dice estar representado en esta localidad por seres pensantes y andantes”

Y en otro artículo también se realiza un crónica de estos días de carnaval: “El Rebellin es el lugar más bullicioso de las máscaras, en algunos balcones hubo hermosas heroínas que se defendían tenazmente de los bruscos ataques que desde la calle les dirigía enemigo de sexo feo arrojando lluvias de metralla…”.

Los establecimientos dedicados a tejidos y sastrería se vuelcan con estas fiestas, son muchos los anuncios que se pueden leer en los diferentes diarios, como el ofertado por “La Sultana” donde explica con todos detalles que poseen telas de todos colores y adornos como bastones, sombreros y demás utensilios.

La Magnolia, era otro de los establecimientos que ofertaban sus vestimentas, no en vano estaba regentado por el gran modisto Enrique Gabarrón, quien una vez llegado el mes de febrero realizaba los mejores trajes para los bailes de máscaras. Su establecimiento se encontraba en plena calle Real. Por otra parte el gran artesano de los dulces Cristóbal Lavado, adornaba sus escaparates con alegorías referidas al carnaval.

Murga de Ceuta. / FOTO ARCHIVO DE PACO SÁNCHEZ
Murga de Ceuta. / FOTO ARCHIVO DE PACO SÁNCHEZ

El semanario irónico-festivo “The moour uno” del 26 de febrero de 1899 publica esta curiosa nota: “El próximo domingo tendrá lugar un baile con los fondos que le han sobrado del pasado carnaval y piensan celebrar la popular sociedad “la nata del boquerón”, no habrá cotillón pero durante el descanso se obsequiará a la concurrencia con cacahuetes y gaseosas”.

El último carnaval del siglo XIX se presentó con muchas penurias económicas tal y como lo anuncia la sociedad El Casino Africano, quien hace público días anteriores al carnaval que no realizara baile alguno, pero a los pocos días anuncia que debido al trabajo de los más jóvenes, se pueden llevar a cabo.

Los bailes se realizaron en el Teatro Variedades, así como las sociedades de aquella época, Circulo La Unión, Liceo Africano, La Peña, El Liceo o el Club Abilense entre otros. Varias carrozas fueron las presentadas por las distintas sociedades, el diario El África, el 28 de febrero de 1899 anuncia que la carroza representando a un ciclista fue la más aplaudida por su belleza plasticidad y comicidad.

En el último cuarto de siglo, los bailes que organizaban los distintos centros culturales giraban en torno al teatro El principal. Las sociedades culturales tanto civiles como militares se volcaban con estas fiestas llenas de coloridos y alegría.

Es digno de destacar la gran cantidad de entidades que colaboraban con esta fiesta anual como, El Casino Africano, El Liceo de Ceuta, La Peña, Ateneo de Sargentos, Circulo Africano, La Juventud Africana, Circulo Popular, Club Abilense, Peña Africana y las musicales, de las cuales a buen seguro salían grupos de calle, Sociedad Filarmónica, El Instituto Popular de Música o la Peña Musical. Todas estas sociedades recreativas estuvieron presentes, en más o menos medida, en las últimas décadas del siglo XIX organizando bailes y actos relacionados con el carnaval según hemos podido saber de la información que hemos sacado de los escasos diarios de la época.

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