Concierto de piano con motivo del Día Internacional de la mujer
Cristina Querol Gutiérrez*
La música es algo inherente al ser humano, le ha acompañado desde el principio de los tiempos Sin embargo, la llamada música culta ha sido patrimonio dominado por el sexo masculino, por ello, hoy en día, en los libros de texto, en los cuentos sobre historia de la música y en cualquier artículo que encontremos sobre música conocida como clásica, encontraremos los nombres de genios como Antonio Vivaldi, Johann Sebastián Bach, Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Johann Strauss, Frédéric Chopin, Giuseppe Verdi, Piotr Ilich Chaikovski, Claude Debussy, Manuel de Falla… Podríamos estar líneas y líneas nombrando compositores, hablando de sus obras maestras, de sus biografías, podríamos escuchar muchas de sus obras interpretadas con exactitud dando diferentes matices que nos acercan por completo a aquel tiempo donde fueron escritas.
Por esto queda más que reflejado la desvalorización y el olvido del papel de la mujer en el plano artístico, donde ha sido tarea difícil rescatar y recopilar información que demuestre que también ellas fueron capaces de crear, de sentir musicalmente y de perdurar hasta nuestros días cn el talento que les caracteriza. Ellas también fueron genios y tenemos prueba de ello.
Desde la musicología, la exclusión de las mujeres del canon musical ha sido un tema muy investigado desde la década de los 90 del pasado siglo. Siguiendo destacadas autoras como Marcia J. Citron y Susan McClary, podemos afirmar que la labor de la mujer compositora a lo largo de la historia ha sido silenciada y que su ausencia en manuales, libros y repertorios no se debe a que no hayan existido, sino a otras cuestiones mucho más complejas relacionadas con la forma de contar la historia.
Creadoras natas, nuestras antecesoras ya gestaban sus obras, pero lo hacían en silencio, a escondidas, temiendo ser acusadas de brujas, locas o prostitutas.
En el plano musical, el campo compositivo, interpretativo y el de la dirección orquestal, han estado tradicionalmente dotados de un mayor estado de poder. . Por ello, el acceso de las mujeres a estos ámbitos ha sido muy restringido y en determinados periodos históricos inexistente.
Dar a conocer a las compositoras supondría un cambio estructural en la manera en que entendemos la historia y la cultura musical. A nivel educativo, garantizaría una formación más equitativa y diversa; a nivel social, contribuiría a la igualdad de género y al enriquecimiento cultural. Esto abriría la puerta a un futuro donde la música y el arte reflejen la pluralidad de voces que han contribuido a su desarrollo.
* Profesora de piano
Conservatorio Profesional de Música “Ángel García Ruiz” de Ceuta.
Miembro de la Comisión de Igualdad del Conservatorio