Una realidad insoportable

Ahí están los datos, fríos e implacables. Ceuta encabeza la lista de agresiones a médicos en toda España con una tasa de 18,6 casos por cada 1.000 facultativos colegiados. No es un título que enorgullezca, ni mucho menos. Es el reflejo de un problema enquistado que parece no tener freno. ¿La sociedad es más agresiva? ¿El sistema sanitario en Ceuta está tan tensionado que la frustración de los pacientes desemboca en violencia? Seguramente, ambas cosas. Pero lo que está claro es que el problema existe y va a más.

El Colegio de Médicos de Ceuta no se calla y hace bien. Denunciar es el primer paso para visibilizar una realidad que muchos prefieren ignorar. Pero la denuncia, por sí sola, no basta si el proceso sigue siendo farragoso y las condenas acaban siendo simbólicas. No es de extrañar que muchos médicos se lo piensen dos veces antes de iniciar un trámite judicial que, en demasiadas ocasiones, se traduce en castigos irrisorios para los agresores.

El 48% de las agresiones registradas son amenazas o coacciones, el 11% acaban con lesiones físicas y un 14% terminan con la víctima en baja laboral. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que esta sea la normalidad en los hospitales y centros de salud? La medicina es una vocación, pero no un campo de batalla. No se puede tolerar que los profesionales que velan por la salud de todos trabajen bajo el miedo constante a ser insultados, amenazados o agredidos.

Las soluciones están sobre la mesa. El endurecimiento de las penas es una de ellas, pero también lo es la implantación de sanciones administrativas inmediatas, como ocurre en otros países. Porque, como bien señala el presidente del COMCE, a muchos les duele más una multa que una advertencia judicial que acaba en nada. La sensación de impunidad solo alimenta el problema.

Ceuta no puede seguir encabezando esta vergonzosa estadística. La sanidad necesita refuerzos, sí, pero también protección. Médicos, enfermeros y demás profesionales sanitarios merecen trabajar con dignidad y seguridad. Y eso no es negociable.