Ceuta, una ciudad cada vez más segura

La seguridad es un derecho que el ciudadano tiene y que además hay que cuidar y mucho para que así se palpe en la propia calle y entre los propios ciudadanos. Una cuestión que no es nada sencilla y que requiere de un trabajo minucioso de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y también, por supuesto, de nuestra Policía Local.
Fruto de ese gran trabajo coordinado que se viene realizando, Ceuta ha conseguido que la criminalidad total se haya reducido en los últimos cinco años hasta un 24,72%. Así lo reflejan los informes del propio Ministerio del Interior, al margen de ‘juegos políticos’ que pretenden sacar rédito electoral y que buscan tratar convencer de que Ceuta es una ciudad insegura, algo que no es real, pues todos observamos como el día a día transcurre con normalidad, sin grandes anomalías con respecto al resto de ciudades de España, si bien es cierto que hay situaciones puntuales que no se pueden negar, como por ejemplo los apedreamientos a nuestros bomberos el pasado fin de semana por parte de unos energúmenos que, ni mucho menos, son el reflejo de lo que es la sociedad caballa.
Tampoco de lo que es el barrio del Príncipe, con más de 15.000 habitantes y al que no se puede criminalizar por el hecho de que una minoría provoquen episodios marcados por el vandalismo y la delincuencia. De esos ya se encargan nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Hay mucho camino por hacer, lógicamente, pero se está en el camino correcto, como demuestra el descenso de la criminalidad en nuestra ciudad a lo largo de estos últimos años. Es fundamental en este sentido la colaboración de la propia ciudadanía, quien resulta clave para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan identificar a las personas que inclumplen las leyes y provocan situaciones que ponen en riesgo la propia seguridad
Estamos ante unas cifras que, lejos de la imagen que muchas veces se ofrece de nuestra ciudad en el exterior, demuestran que Ceuta es una ciudad más segura, al margen de casos aislados como el comentado con anterioridad, que no hay que aprovechar para poner en duda los datos ofrecido por el Ministerio del Interior.
Esta es la realidad de Ceuta y hay que ponerlo en valor, mucho más teniendo en cuenta que en otras ciudades cercanas como Algeciras, La Línea, Estepona o Marbella, la criminalidad aumentó considerablemente durante los pasados ejercicios.
Fruto de ese gran trabajo coordinado que se viene realizando, Ceuta ha conseguido que la crimi-nalidad total se haya reducido en los últimos cinco años hasta un 24,72%. Así lo reflejan los infor-mes del propio Ministerio del Interior, al margen de ‘juegos políticos’ que pretenden sacar rédito electoral y que busca tratar convencer de que Ceuta es una ciudad insegura, algo que no es real, pues todos observamos como el día a día transcurre con normalidad, sin grandes anomalías con respecto al resto de ciudades de España, si bien es cierto que hay situaciones puntuales que no se pueden negar, como por ejemplo los apedreamientos a nuestros bomberos el pasado fin de semana por parte de unos energúmenos que, ni mucho menos, son el reflejo de lo que es la sociedad caballa. Tampoco de lo que es el barrio del Príncipe, con más de 15.000 habitantes y al que no se puede criminalizar por el hecho de que una minoría provoquen episodios marcados por el vandalismo y la delincuencia. De esos ya se encargan nuestras Fuerzas y Cuerpos de Segu-ridad del Estado.